Bistronomía: el arte de disfrutar la informalidad
Comer rico no conoce pretensiones: esta tendencia gastronómica ha ganado terreno para llevar la alta cocina a ambientes mucho más relajados.
Las redes sociales constantemente muestran platillos de alta cocina que parecen inaccesibles para el consumidor común, pero el lado positivo es que ya existe una tendencia gastronómica que nació, precisamente para acortar esta brecha: la bistronomía.
Esta corriente ha ganado popularidad en todo el mundo durante los últimos años, y consiste en un estilo culinario que combina alimentos y platos de bistró con métodos de cocina gastronómicos; ¿Cuál es el resultado de esto? Lo explicamos a continuación.
Un bistró es un restaurante que se distingue por ofrecer comida casera francesa a un precio no muy elevado; lo que la bistronomía propone es que esto se lleve a un nivel más ‘top’ al utilizar técnicas culinarias elevadas.
De esta manera, se tiene la oportunidad de disfrutar de platillos tradicionales que fueron elaborados con los ingredientes de siempre, pero en una experiencia más fina; aún así, la propuesta enfatiza el dejar atrás la rigidez, pues lo que se busca es degustarlos en un ambiente relajado.
Aunque pudiera sonar como algo muy nuevo, en realidad ya tiene varias décadas; el término se originó en Francia en la década de 1990 por los chefs Yves Camdeborde y Christian Constant, quienes se dieron cuenta de la brecha existente entre el mercado y una experiencia culinaria de alta calidad pero sin la formalidad y un ambiente rígido que suele distinguir a restaurantes de alta cocina.
En resumen, se podría decir que bistronomía es una combinación de bistró y gastronomía, una tendencia que claro está, tiene algunas particularidades.
Le ponen su propio sazón
Como buenos amantes de la cocina, los chefs Yves Camdeborde y Christian Constant se propusieron hacer algo con su propio estilo: un menú accesible y sin pretensiones, pero con ingredientes de alta calidad preparados con la misma atención al detalle de los restaurantes de alta cocina.
El ambiente también es clave para entender a la bistronomía: al plantear un entorno de informalidad, se busca que las y los comensales se sientan como en casa, pues la idea básica es acortar esa brecha que suele alejarles de una experiencia de alto nivel. Comer platillos de gran calidad a un precio accesible es posible, entonces, con la bistronomía; para lograrlo los chefs proponen centrarse en la creatividad y la innovación, se trata de experimentar con opciones tradicionales o fusionar distintos estilos culinarios en busca de nuevos sabores.
Además de los chefs antes mencionados, hay muchos otros más que han adoptado esta filosofía, siendo algunos de los más famosos, Bertrand Grébaut, del restaurante Septime en París; Inaki Aizpitarte, del restaurante Le Chateaubriand también en París; y Kobe Desramaults, del restaurante In de Wulf en Bélgica.
Una idea muy futurista
¿El panorama es alentador para esta tendencia? La respuesta es positiva, hay indicios de que llegó para quedarse y crecer aún más en el futuro; prueba de ello es que reconocidos chefs ya han abierto sus propios restaurantes informales basados en este concepto en adición a sus otros negocios que cuentan incluso con una estrella Michelín.
Otro punto que aboga a su favor son los profesionistas jóvenes y el ‘boom’ por el interés en la gastronomía; es común que la juventud se aventure a seguir sus propias ideas e influencias culinarias, algo que sin duda es posible en la bistronomía.
Cabe destacar que esta propuesta se basa en la cocina francesa o en variaciones de la misma; sin embargo, al plantear también una metodología, es capaz de extender su idea por todo el mundo, pues promueve el uso de ingredientes locales y precios más accesibles que permiten tener un mercado más amplio.
El concepto suena muy positivo para quienes desean disfrutar de una experiencia de alto nivel sin muchos requisitos, sin embargo también tiene sus retos: el problema de este movimiento es que muchos de sus restaurantes se han vuelto tan populares que es difícil encontrar alguna reservación.
Sin embargo, se espera que con la posible expansión de la bistronomía se tengan cada vez más opciones y un público más grande pueda vivir esta experiencia, ¿te gustaría?.
Así se compone
Ingredientes locales adquiridos con productores independientes.
Libertad creativa en oposición al seguimiento de reglas Michelín.
Ambientes de restaurantes agradables y muy casuales.
Precios más accesibles, gracias a esa filosofía más relajada.
Más información:
Aspic.edu.mx
Hospitalityinsights.ehl.edu
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