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Historia de un bocadillo: evolución de las tapas españolas

Estas tradicionales opciones de comida llevan un largo camino recorrido y continúan transformándose para continuar en la boca de todos.

¿Quién no ha probado estos tradicionales acompañamientos españoles de bebidas con alcohol como el vino, la cerveza y la sidra? La diversidad de posibilidades en las que se presentan las tapas es y ha sido un pretexto para la convivencia social.

Lo anterior a raíz de que las tapas han servido como un complemento práctico y sencillo no sólo para saciar el hambre, sino sobre todo para que al momento de consumir alcohol no se pase a un estado etílico de manera abrupta.

Estos bocadillos tienen una larga historia de la que se sigue recopilando datos, algo que resulta interesante si se quiere saber sobre la evolución de una invención cultural así como sus usos a lo largo del tiempo.

En busca de sus orígenes
Como muchas de las creaciones culinarias que han pervivido en cualquier sociedad, se tienen varias hipótesis sobre los orígenes de las tapas, al igual que varias menciones a lo largo de la historia española de la existencia de estos bocadillos.

Una de las suposiciones sobre sus inicios las ubica en la Edad Media, cuando Alfonso el Sabio dictaminó que en ningún mesón español se podría servir el vino sin la compañía de algún alimento, como lo pudiera ser un trozo de jamón.

Otros dicen que más bien, las tapas surgieron a partir de un viaje que hicieron a Cádiz los Reyes Católicos, Isabel de Castilla I y Fernando II de Aragón, quienes tuvieron la necesidad de descansar en la entonces Isla de León.

Llegaron a un local que se encontraba lleno de moscas debido a que era verano, así que Fernando II pidió un trozo de un embutido para ponerlo arriba de su copa de vino y evitar que las moscas se posaran en ella.

Una historia similar a la anterior se ha divulgado pero no con los Reyes Católicos como protagonistas, sino con el Rey Alfonso XIII, quién habría pedido una rebanada de jamón para poner en su copa e impedir que le entrara polvo.

Por último, otra suposición de sus orígenes las sitúa mucho tiempo después, durante la Guerra Civil Española, cuando la vida encareció y no se podían dar el lujo de ir a comprar una comida completa a un restaurante, de manera que pedían tapas.

Esta diversidad de hipótesis, más que confundir, permite imaginar los posibles caminos de estas opciones gastronómicas tradicionales de España así como también da una idea de su importancia cultural en el imaginario español.

Las tapas en la actualidad
El consumo de tapas ha cambiado a lo largo del tiempo: si bien continúa su consumo como un tentempié al salir del trabajo o como una merienda previa a la cena, ahora es posible observar que las tapas se buscan a cualquier hora.

Su popularidad ha subido a tal grado que ahora existe el verbo “tapear”, que se entiende como visitar distintos bares con la intención de probar diversas tapas y bebidas; dicho sea de paso que en muchos bares de tapas no suele haber sillas.

Además, el 15 de junio se celebra el día internacional de la tapa, un evento promovido por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo para valorar la importancia de estos bocadillos e invitar a distintos países que propongan diferentes versiones.

Algunas ideas de recetas
Las tapas no son complicadas y puedes adaptarlas a tus gustos; puedes elegir, por ejemplo, preparar las “patatas bravas” a través de, primero, hornear o hervir en su punto papas para después añadirles trozos de jamón ibérico.

A estas famosas patatas bravas puedes acompañarlas con una mayonesa con aceite de oliva extra virgen, una pizca de sal y pimiento morrón rojo: esta combinación te dará como resultado una salsa que no pica, pero con mucho sabor.

Por otro lado, puedes también cocinar la famosa “tortilla española”, para lo que necesitarás huevos, papas y cebolla opcional, y cocinarlos como si fuera un omelette, pero con los trozos de papa más grandes de lo que se habitúa en México.

Además, puedes servir esta tortilla arriba de un trozo de pan y, a su vez, acompañarla de un trozo de jamón si te apetece o si gustas darle una presentación atractiva al momento de compartirlas en casa o con tus amistades.

Si lo que quieres es una opción mucho más sencilla, siempre puedes elegir una tabla de embutidos ibéricos, como lo pueden ser el jamón, el salchichón o el chorizo de bellota, y servirlos simplemente en trozos de pan.

Más información:
Grillroom-barthonet.com
Ostelea.com
Enriquetomas.com

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