"Nosotros no somos el enemigo, estamos para ayudarlos", enfermera discriminada
La enfermera lamentó que la ignorancia genere agresiones al personal de salud y reiteró que ellos no son la amenaza.
GUADALAJARA, Jalisco.-No creía que las agresiones al personal de la salud fueran tan graves, hasta que lo vivió en carne propia.
Una enfermera del Centro Médico de Occidente, quien pidió anonimato, explicó como el 30 de marzo, alrededor de las 6:40 horas sufrió discriminación a bordo del transporte público.
Ella intentó tomar el camión de la Ruta 808, y un chofer no le dio la parada; otro más sí se detuvo, pero no le permitió abordar. Para el tercer intento, Ana tuvo que subirse prácticamente a la fuerza y ahí se agudizaron las agresiones.
A algunas personas que se iban a subir pues me les metí, yo les dije 'con permiso, yo tengo que subirme' y ya no se subieron (las que iban detrás de ella)", explicó.
"El chofer tardó para recibirme el dinero. Se me quedó viendo así, pues como muy fellito y me dice '¿sí te lavas las manos?' y yo me quedé sorprendida y le digo 'pues vengo más limpia que tú, definitivamente'".
Después el chofer le cuestionó si iba a trabajar o venía de trabajar.
"Le dije 'pues voy, pero vuelvo a repetir vengo más limpia que usted' y ya como que el chofer se molestó, pero ya no me dijo nada.
Me recibió el dinero de mala gana, y ahí empiezo a ver que toda la gente se me queda viendo feo", narró.
Cuando la enfermera abordó, estaba un checador de boletos en el camión; a todos les revisó, salvo a ella.
"Le digo '¿me va a revisar a mí el boleto?' y me dice 'no a usted, no'".
"Si noté pues que todo mundo tuvo esa reacción de miedo, hasta cierto punto de asco, pues de que iba vestida de enfermera", lamentó.
A la hora de bajarse las agresiones continuaron.
"La gente empieza así como que a aventarme, así como de 'córrele, ya bájate' y yo así de 'espérenme, ahorita me voy a bajar, con paciencia me puedo bajar'", explicó.
Yo lo sentí con el roce de la espalda de la gente, iba pasando entre ellos y fue cuando me quedé sola, vi que la gente se empezó a apartar, ya no sentí nada y bueno dije 'ya de menos no corro peligro al bajarme'".
La profesional de la salud aseguró que en todos los años de trabajo en el IMSS nunca vivió una situación como la del lunes.
"Me sentí discriminada, me sentí así de '¡ah, mira, la apestada! (.) me sentí como bicho raro".
"A la compañera de la (clínica) 110 que le echaron cloro, que la bañaron con cloro, pues yo pensaba que era algo como muy amarillista. Pero ya cuando yo lo viví, pues hasta miedo me daba", contó.
La enfermera lamentó que la ignorancia genere agresiones al personal de salud y reiteró que ellos no son la amenaza.
Si pusiéramos un poquito más de la parte humana, personal, sabríamos cómo son las cosas, la gente sabría cómo se maneja esto y sabría que nosotros no somos la amenaza, la amenaza es la misma gente que se la pasa en la calle.
"Nosotros no somos el enemigo, estamos para ayudarlos, se siente feo yo nunca había pasado por algo así", agregó.
Pese a estar orgullosa de su profesión, la enfermera ha optado por vestirse de civil y esconder su uniforme cuando sale a la calle.