Pone Gobierno trabas al libre comercio de autos usados
Cuando en 1992 se firmó el
Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan)
, mismo que entró en funciones el 1 de enero de 1994, se estableció que 15 años después las importaciones de autos usados a México comenzarían a desgravarse.
Así, en 2009 los mexicanos podrían importar carros usados de Estados Unidos o Canadá con hasta 10 años de antigüedad que respondieran a una serie de normas impuestas en el acuerdo comercial, pero libres de gravámenes.
Vicente Fox Quesada
, entonces presidente de México, emitió un decreto en 2005 por medio del cual se autorizaban las importaciones de vehículos usados de entre 10 y
15 años de antigüedad
, cuando aún no entraban en vigor las reglas del TLC.
La medida del Gobierno foxista provocó un aumento de las importaciones de autos provenientes de Estados Unidos, que superó la venta de autos nuevos.
De acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), entre 2005 y 2006 se incrementó en 149% la importación de carros.
Para frenar esta medida y por presiones de los distribuidores de autos nuevos, el presidente Felipe Calderón Hinojosa reformó ese decreto en el año 2008, con el que disminuyeron los años de antigüedad de los carros susceptibles de importación, de 15 a 10 años.
DECRETOS
En 2009 y 2011, el Gobierno federal emitió dos nuevos decretos que hacían referencia a condiciones ambientales y técnicas que debían cumplir los vehículos provenientes de estos dos países. Estas acciones, según la AMDA, permitieron que se redujera
entre 2008 y 2009, casi en 78% la importación de carros.
En el
Anexo 300-A, Apéndice 300-A.2,
el Tratado de Libre Comercio de América del Norte establece que a partir del 1 de enero de 2009 y gradualmente hasta el año 2019, México no podrá adoptar o mantener una prohibición o restricción a la importación de vehículos originarios usados provenientes de Canadá o Estados Unidos.
Hasta ahora, en el nuevo acuerdo -llamado T-MEC-, no se ha ventilado algún dato del contenido respecto a la importación de automóviles usados, por lo que no se prevé que en el futuro próximo pudiera desaparecer lo que se acordó en el TLC, según fuentes consultadas.
EFECTO CONTRARIO
De acuerdo con el agente aduanal Gerardo González Guerra, aunque la población considera que los decretos facilitan el libre comercio de vehículos, ocurre al contrario, ya que limitan la actividad comercial y ponen barreras a quienes buscan adquirir un carro usado extranjero.
"Está claro el TLC, ahorita para importar un auto se debería pagar nada más el IVA, con cero arancel, y eso no está ocurriendo; con estos decretos quitas el derecho que tiene la gente, el derecho que le da el tratado de poder adquirir un auto usado", expresó.
La presión que la AMDA ha ejercido directamente sobre el Gobierno -lo que llevó a emitir y continuar con los decretos por años-, dijo, es inconsistente debido a que el segmento de población que requiere de adquirir un auto usado no tiene el ingreso para comprar un auto nuevo.
Agregó que, además, los expendedores de carros nuevos no pueden tampoco competir con el mercado de Estados Unidos, que vende al año 17 millones de coches nuevos contra un millón que se vende en el País, ni con el nivel de reemplazo, que se estima en seis años en el vecino País contra 14 años en México.
OBSTÁCULOS
Uno de los principales argumentos de los distribuidores para presionar por barreras a la importación, dijo, es la emisión de contaminantes de los carros usados, aún cuando conocen que hay reglas muy específicas en Estados Unidos en materia medioambiental.
Por ejemplo, apuntó, para la revalidación de placas del vehículo, se debe pasar un examen de emisión de humo y si el auto contamina no obtiene el permiso de circulación emitido por el Departamento de Transporte (DOT, por sus siglas en inglés).
"No entiendo por qué el Gobierno se aferra en no dejarlos importar, darles el derecho del TLC, aparte se generarían economías para las Pymes, pago de impuestos legales, sin darle dinero a nadie ni en la aduana, ni a la Policía Federal, ni a los tránsitos municipales", consideró.
REVIERTEN MEDIDA
Con el objeto de proteger el mercado doméstico y la industria automotriz en México, el presidente Felipe Calderón emitió decretos que frenaran la importación de autos, pero el efecto se revirtió porque entraron miles de autos "chuecos" al País, consideró Efrén Rosas Leyva.
El presidente de la Asociación de Comerciantes de Autos Usados de Ciudad Obregón (Acauco) dijo que el problema llegó a tal grado que los mismos líderes de organismos de afiliación de vehículos ilegales afirman que circulan 5 millones de autos en esas condiciones en México, y alrededor de 400 mil en Sonora.
"La medida de no haber cumplido con el TLC se ha revertido y consideramos que la desmedida entrada de autos ‘chuecos’ es producto de la corrupción", enfatizó.
El nuevo Gobierno, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, explicó, aún no firma la renovación del decreto que daría continuidad a la imposición de barreras a la importación de vehículos, lo que abre una ventana de posibilidades.
Consideró que los gravámenes que ahora se imponen a los carros que se importan son muy altos.
"Lo vemos como una medida fuera de tono; ahorita hay vehículos que pueden pagar hasta 60 mil pesos de impuestos de importación, pero precisamente ese es el objetivo del decreto: Desalentar la importación legal de vehículos", puntualizó.
Para
Fidel Lugo Ayala
, presidente nacional de la organización Sirviendo al Patrimonio Nacional (Sipafa, A.C.), la medida impuesta por el Gobierno aportó para fortalecer la corrupción y que se pudieran importar vehículos a conveniencia.
"Los cambios de subir el arancel, aunado a que subió el dólar, pues las familias que traen un vehículo de procedencia extranjera no pueden importar un carro que no sea modelo 2010 o 2011, pero esos son caros y ahí se dificulta el importarlos o nacionalizarlos", abundó.
Una medida importante que se ha solicitado a diputados, senadores y al Gobierno federal, expuso, es que se regularicen los autos que actualmente circulan de manera ilegal en el País, acto que frenaría la importación de vehículos.
Enfatizó que los distribuidores de autos, así como las armadoras, representados por la AMDA y la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), son quienes presionan a las autoridades contra una posible regularización.
"Ellos dicen que se está dañando a la economía"
, resaltó,
"pero la verdad es que las personas que se traen un carro de procedencia extranjera nunca le van a comprar un carro nacional, nuevo, a los distribuidores; no es su mercado".