El Imparcial / México / Sismo en México

Jóvenes toman acciones


Con la bandera mexicana como escudo, Brian Jonathan Juárez Samaniego lleva tres días seguidos removiendo escombros del edificio Ámsterdam 25, en donde al parecer hay una persona con vida.



“Estamos apoyando en todo lo que se puede, seguimos trabajando arduamente y solo les puedo decir que no es nada comparado a como se ve en las imágenes o en televisión”, declaró el joven de 21 años al final de su turno.



Lo que ha vivido en estos días en el punto de rescate en donde al parecer sigue una persona con vida, luego del sismo de 7.1 grados Richter que azotó a la zona central del País, lo describió como “desgarrador”.



Aunque se describió como una persona de carácter fuerte, le ha sido imposible no sentir dolor por las personas que perdieron la vida.



Juárez Samaniego salió momentáneamente del sitio de trabajo para comer algo y ser revisado por los médicos voluntarios que se encuentran en el Parque Popocatépetl, pero en menos de una hora regresó con el único objetivo de salvar vidas.



Esta es solamente una de los cientos de historias que se viven en la Ciudad de México tras el terremoto ocurrido el pasado 19 de septiembre a 32 años del sismo que marcó al País en 1985.



Jóvenes codo a codo


Voluntarios en coordinación con personal de la Marina, Policía Federal y el Ejército Mexicano continúan luchando contra el tiempo para rescatar a personas con vida.



A las fueras el sitio está altamente resguardado y no dejan pasar a gente curiosa, manteniendo despejada en todo momento la vialidad en caso de requerir de manera urgente alguna herramienta o la ambulancia de la Cruz Roja.



A otro de los voluntarios, Luis Antonio García, le preocupa que actualmente haya mucha ayuda pero en un lapso a la ciudadanía se le olvide.



“Estos fenómenos son de largo aliento, me preocupa que los primeros días sobren manos y que en un mes va a haber miles de familia sin dónde dormir porque al menos hay 41 edificios colapsados y más de 100 que no son habitables”, manifestó.



Agregó que los albergues y familias van a necesitar que salga desde ahorita y no se le olvide que la reconstrucción de viviendas llevará tiempo.



“Es un sabor agridulce, mucho apoyo ciudadano, eso genera un ánimo; sobran manos, sobran comida, gente queriendo trabajar, medicamento, herramienta porque la gente se está solidarizando pero a la par el dolor de la tragedia”, manifestó.



Consideró que el apoyo del pueblo es lo único que da un consuelo ante una tragedia.



“Hay mucha voluntad, somos tantos que estorbamos, las tareas de rescate requerimos que estén organizados, no es limitar pero sí es ordenarla, no saturar porque si no puede pasar una camilla puede ser la diferencia entre la vida y la muerte”, puntualizó.

Temas relacionados