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El Imparcial / Mexicali / UABC

Pese a esfuerzos, universitarios aún se sienten inseguros en instalaciones

Aunque se han realizado algunos ajustes para garantizar la integridad del alumnado y personal que labora en las diversas instalaciones de la UABC Campus Mexicali, las autoridades académicas se ven rebasadas por el contexto general de inseguridad de la ciudad.

Las Facultades de Odontología, la Clínica Dental Naranjos UABC, y el Campus Central que alberga Derecho, Ingeniería y Arquitectura, son los tres espacios más afectados por delitos como robo de partes de vehículos, robo de vehículos y asalto a transeúntes, reconoció Ángel Norzagaray, Vicerrector de la institución.

“Con rotación y cambios de empresas de seguridad privada, la seguridad en nuestras instalaciones ha mejorado mucho pero no podemos dejar a un lado que la situación que se vive en el Estado no es fácil, tendríamos que tener un guardia para cada vehículo”, expresó.

Para disminuir la incidencia delictiva que afecta a la comunidad cimarrona, sus directivos mantienen una estrecha comunicación con las sociedades de alumnos de cada facultad, y con la Procuraduría General de Justicia del Estado.

De esa manera, se mantienen al tanto de sus necesidades y se fortalecen los mecanismos de respuesta, dijo Norzagaray Norzagaray.

“Hay zonas conflictivas, nada fácil de cuidar, pero nuestros ejercicios de coordinación han dado grandes resultados, hay que reconocerlo y seguir trabajando”, finalizó.

Perciben lenta mejoría

Aunque sin desmentir lo expresado por el Vicerrector, parte del alumnado de las áreas afectadas considera que aún corre peligro al caminar por la periferia del Campus Central o dejar estacionados sus automóviles en los alrededores.

“Seguimos batallando con la gente de mal aspecto que deambula por la Facultad de Derecho. Se te acercan, te preguntan cosas. Además siguen robando las pilas y piezas de los carros”, comentaron Karen Arroyo y Kenia Olmos, del quinto semestre.

Para reducir el riesgo de sufrir acoso o asaltos, algunas estudiantes optan por siempre hacerse acompañar de algunos compañeros. “Yo nunca ando sola, ya sea con amigas o con alguien, pero pues uno también se tiene que cuidar, no esperar todo de los guardias”, dijo la estudiante Anette Preciado.

Aunque reconocen el esfuerzo y atención con el que se desempeña el personal de seguridad contratado actualmente, las alumnas se dijeron preocupadas por aspectos propios de su labor.

“Los guardias son un poco mayores y no están en buena forma, si tuvieran que correr detrás de alguien yo creo que nunca los alcanzarían, no nos podrían defender”.

De manera general, el estudiantado consideró que aún faltan esfuerzos para que puedan sentirse libres y seguros dentro de su universidad.

Diversificar las características físicas de quienes trabajan como guardias, instalar más lámparas que aumenten la iluminación, mejorar el flujo de automóviles en el estacionamiento son medidas que podrían contribuir, de acuerdo con lo expresado por los universitarios.

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