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El Imparcial / Mexicali / IMSS

Mujer hace huelga de hambre en IMSS hasta que resuelvan su caso

Una huelga de hambre emprendió la señora María Elvia Petriz López, en protesta por la atención que asegura ha sido deficiente e incierta por parte de las autoridades y algunos médicos.

Una huelga de hambre emprendió la señora María Elvia Petriz López, en protesta por la atención que asegura ha sido deficiente e incierta por parte de las autoridades y algunos médicos del IMSS, ante la posibilidad de perder la vista de un ojo.

La señora Elvia padece de la pérdida de visión progresiva, tiene el riesgo de perder la vista de un ojo al 100%, necesita ser canalizada a un hospital de tercer nivel en Guadalajara, el camino para lograrlo se ha convertido en un tormentoso peregrinar.

Doña Elvia tiene 58 años y padece varias enfermedades, aun así se plantó en la explanada de la Clínica 30 del IMSS, con la convicción de no retirarse hasta que le den una solución, y ya no la tengan dando vueltas de laboratorio en laboratorio, y de doctor con doctor.

Elvia relató que desde que inició su problema, los doctores la han mandado con uno y con otro, haciéndola esperar hasta seis horas, cuestionando si está inventando su padecimiento, y cancelando sus citas sin previo aviso.

Elvia tiene un 60% de visión, es jubilada y debe trasladarse sola en transporte público, por las noches se vuelve un terror andar en la ciudad, ya que su visión disminuye a un 20%, platicó.

“Si tiene paciencia espérelo”, fue la respuesta que recibió Elvia, luego de esperar varias horas al doctor Medida de la Clínica 30, situación que califica de inhumana y poco profesional

“Me siento indignada ante el IMSS, porque desde el año pasado la doctora Mendoza de especialidades me dijo que ya no tenía solución en mis ojos, igual en la Clínica 28, yo busqué otra opinión con la esperanza de ver, fui a que me operaran en Ensenada”, dijo.

En enero acudió nuevamente al IMSS, fue canalizada a través de tres médicos, donde le dijeron que podía perder la retina, tras un tratamiento le dieron un documento para canalizarla a urgencias en Guadalajara, posteriormente le informaron que esos documentos no eran válidos.

“El director López, me dijo que no servían los papeles, y que no sabían porque me los habían dado; me hicieron un nuevo expediente, el cual se perdió, ese fue otro error”, comentó.

“Luego me pidieron el estudio del TAC, ya tiene dos años que me lo hicieron, y se me hace raro que la doctora se haya regido por ese estudio que ya está vencido, y la doctora ya no me quiere ver hasta el mes de junio”, declaró.

Posteriormente la mandaron al Centro Oftalmológico de Mexicali, le hicieron una tomografía y tras15 días nadie le ha podido leer el estudio, porque todos se declaran incompetentes.

“Quiero pedirles que no sean así, que esto para mí no es un juego, mi vista es vital, ahorita puedo ver, pero en la noche no miro nada, y son dolores de cabeza y ojos que siento que me pican con agujas”, describió.

“A esos doctores, no se burlen del dolor ajeno, bien lo dijo el señor Pablo Contreras, todo el derechohabiente es el patrón, se lo dejo a esos doctores”, aseveró.

La señora Elvia mencionó que ya se habían acercado seis personas de la dependencia durante su huelga, asegurándole que sí la mandarán a Guadalajara, pero solo con promesas al aire, y sin algún documento que lo avale.

“No me voy a mover hasta que me traigan mi orden para irme a Guadalajara, si me dicen que ya no tengo lucha en mis ojos, que me voy a quedar tuerta, no le hace, pero que me lo diga una persona del tercer nivel, con ética, ya no personas con las que no hablamos el mismo idioma”, compartió.

La señora Elvia dijo que tiene problemas en la columna, en la tiroides y su vista, tras días sin comer menciona sentirse temblorosa, e hizo responsable a los doctores expuestos en las cartulinas que pegó.

Mencionó que algunos doctores la han victimizado, sugiriendo que en realidad sí ve, porque no podría andar sola, Elvia aclaró que sus hijos son obreros, y acompañarla les costaría su salario diario.

“Ellos no saben lo que tengo que hacer para llegar desde Ángeles de Puebla, aquí, para que ellos se anden escondiendo, o me cambien las citas, que mejor tengan los suficientes pantalones y me digan si me van a ver o no, pero que no se anden escondiendo”, aseveró.

“A mí no me importa si me quedo ciega, o tuerta, yo ya quisiera estar en mi casa en la refrigeración con mis nietos, pero no me voy a mover hasta que me aseguren que me lo diga alguien de tercer nivel”, añadió.

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