Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Mexicali / Noticias

Huyen de Michoacán por la violencia; llegan a Mexicali con apenas una mochila y ganas de trabajar

César tiene 14 años es de Zicuirán Michoacán y sabe lo que es correr para correr para salvar la vida, huir de los grupos guerrilleros que los levantan para que se unan a los enfrentamientos armados.



“Iba una vez por la calles y pasaron unas camionetas, delante de mi iban unos muchachos y al pasar las camionetas se los llevaron como a tres, yo le corrí para que no me agarraran”, recordó.



Su abuela Noemí tomó a sus cuatros nietos, a su hija y salieron huyendo del poblado solo con la ropa que tenían puesta, unos huaraches y dejando por detrás su hogar y poco bienes materiales.



“Mira como venimos, allá hay mucha violencia, me quieren quitar a mis nietos y es lo que no quiero, porque si no trabajan con ellos, los matan los señores malos”





“Y a nosotros nos ponen a echar tortillas y gratis, y no nos dejan trabajar, y no nos pagan, hay mucha cosa mala, quiero una salud para mi hija y nietos, pienso que acá –Estados Unidos- lo vamos a librar que no nos pase nada”, comentó.



Una joven mujer de Michoacán quien solicitó el anonimato, coincidió en las declaraciones de Nohemí, donde señalan que no les permiten trabajar.



“Quieren que les hagamos de comer a fuerza y ni nos dan dinero, además no hay alimento y no se puede vivir así”, comentó.



Entre las comunidades más afectas, según refirieron son Buena Vista, La Ruana, San Miguel y Churumuco, entre otras.



Además afirmaron que son el grupo delictivo Nueva Generación las responsables de sitiar el lugar.



Mataron a mi padre


Desde Tuxtepec en Oaxaca, salió huyendo una familia porque los grupos delictivos ejecutaron a su padre campesino por negar dar dinero de las cosechas que cultivaba.



Carolina no pudo contener el llanto a lo largo de toda la entrevista, recordando que estaba trabajando cuando sonó el celular, era su amiga que le dijo que fuera a recoger a su padre.



Tomó el taxi y al llegar al puente que sale del pueblo, estaba la camioneta con su padre ejecutado al interior.



“Mi papá trabajaba de campesino y la misma delincuencia le pedía dinero, la policía no hacía nada, una vez se reunió todo el pueblo con las autoridades y no hicieron nada”



“Mi papá ya no les dio dinero y se veían personas sospechosas en el terreno, a mi y a mi hermano ya no nos dejaron trabajar en el campo por miedo a que nos mataran”, comentó.



El día 28 de septiembre asesinaron a su padre, que iba acompañado de su esposa, quien se arrojó del auto al ver que una moto se acercó y disparó, al regresar a seguir baleando, se lanzó y rodó por la calle y logró evadir la muerte.



“Nos vinimos buscando un refugio porque nos da miedo que nos hagan algo”, dijo Carolina de 25 años de edad quien no paraba de llorar al recordar, junto con su hermano de 20 años de edad quien también dejaba rodar lágrimas con el recuerdo.





Los balearon


Era un 13 de septiembre y en Churumuco, Michoacán es tradición que durante una semana se realicen festejos patrios, pero éste año se tiñó de rojo la algarabía.



En medios nacionales se informó que hubo una balacera y tres personas fallecieron, entre ellos el esposo de una de las mujeres que se ha huido de la delincuencia.



Junto con ella vinieron cerca de 6 mujeres con sus hijos para formar un grupo aproximado de 20 personas.



Por seguridad, todas solicitaron el anonimato, pero declararon que ese día, estaban en el campo de fútbol en los festejos patrios cuando llegaron y comenzaron a balear a la gente.



Además coincidieron con las otras mujeres entrevistadas en lugares y hora distinta, sobre la falta de trabajo y alimento en Michoacán.



“Los grupos delictivos no dejan entrar la comida, y tampoco nos dejan salir, no hay alimento, ni gasolina para salir a pescar, a las tiendas no dejan entrar los víveres y eso que está a dos horas de donde vivimos”



“Hay grupos en las calles, ves pasar los carros todos ellos bien armados, las calles están solas por miedo a un enfrentamiento, por eso no salen los niños”



“Después de las ocho de la noche, ya nos sales, porque si los encuentran, se los llevan con ellos para sus enfrentamientos, se matan y ocupan más gente para ellos”



“Incluso había letreros de “se solicita pistoleros” o pasaba una camioneta pidiendo pistoleros, otros como ya están amenazados y a sus familias, los obligan a ir de pistoleros, tienes que participar o mejor váyanse del pueblo”, narraron las mujeres.



Pero la situación no solo se vive en Churumuco, también en Uruapan y Nueva Italia, entre otros muchos poblados.



“Nos da hasta miedo hablar, no es fácil por dejar la familia allá”, comentó una mujer que salió huyendo con varios meses de embarazo a cuestas.



Explicaron que los niños ya no acuden a las escuelas por temor de que hubiera una balacera.



La situación se endureció después de las elecciones del mes de julio pasado y señalaron como responsables a grupos como Los Viagras, La Familia Michoacana y Los Templarios.



“Nos tocó vivir muchos enfrentamientos”, dijo una de ellas.



Vestidas de manera humilde, con un solo cambio de ropa o lo que alcanzaron a meter a una mochila, fue como salieron de sus pueblos.



Un día llegaron elementos de La Marina y Sedena para abrir paso y entregar los recursos de Prospera, pero en vez de esperar, salieron huyendo aprovechando los caminos despejados.



“Fue como pudimos hacer maletas y pélate, porque ya hasta dormíamos en el piso por miedo de las balaceras, después que mataron a las personas en las fiestas patrias, hubo otra balacera tres días después”



“Desde entonces se suspendieron por completo las clases, la gente ya no sale, las tiendas solo tienen tortillas, no hay jitomates, no hay chiles”, comentó una de ellas.





Refugiadas en el albergue de Altagracia Tamayo, sentadas en una banca, volvieron a sonreír, sus hijos a correr y jugar con una pequeña pelota de plástico, mientras esperan el número para ser atendidos por el consulado Norteamericano para solicitar refugio.



Huyen por hambre y de la violencia


Desde hace dos meses ha recibido un flujo de mujeres con hijos desde diversos municipios de Michoacán, informó Altagracia Tamayo, coordinadora del centro Cobina.



De acuerdo con las mujeres, huyen de la violencia porque levantan a sus hijos de aproximadamente 15 años de edad para unirlos a la guerrilla.



Que en la zona no hay alimento, no pueden acceder a alimentos, y a quienes detecten que salen de los municipios las ejecutan por traición.



Además que presuntamente salen huyendo porque alguien les comenta que pueden acudir a Estados Unidos a pedir refugio, y optan por dejar sus pertenencias y hogares.



La Caravana de Migrantes


Los albergues como Alfa y Omega, El Camino, el Hijo Pródigo, Dara, Cobina, entre otros, pueden ampliarse para recibir hasta un promedio de 3 mil 500 migrantes.



“Pero no hay lugares suficiente, porque estimamos que lleguen 5 mil o más migrantes antes de irse a Tijuana de la caravana de Guatemaltecos y Hondureños”, dijo.



Entre las principales necesidades de los albergues son servicio de electricidad, personal de voluntariado, alimentación, ropa de invierno para bebés, niños, niñas y mujeres, colchonetas y cobijas.

Sigue nuestro canal de WhatsApp

Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí

Temas relacionados