Familia de Don Luis teme que FGE de beneficios a automovilista que lo mató

Don Luis salió temprano con su cuñada el 3 de noviembre del año pasado para comprar pan para el desayuno; unos minutos después le tuvieron que avisar a su esposa que los habían atropellado y que, al parecer, don Luis había fallecido.

José Luis Guadalupe, al volante de una camioneta Toyota RAV4 negra y bajo los influjos de la metanfetamina y las anfetaminas, perdió el control del vehículo cuando presuntamente iba peleando con su pareja.

La camioneta se subió a la banqueta donde don Luis Carlos Ledesma Arce, de 71 años, caminaba al lado de su cuñada Ana Margarita.

El atropellamiento le causó lesiones mortales, mientras que a su cuñada le provocó lesiones que hasta la fecha requieren de atención médica especializada.

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En el reporte se asentó que fue a las 08:35 horas, sobre la calle Manuel Gómez Morín, entre Río Presidio y Del Cabildo que el automovilista intoxicado provocó la muerte de don Luis y luego se impactó contra un domicilio.

Un año después, el procedimiento en su contra llega a audiencia intermedia, y ante sospechas, comentarios y la negativa del fiscal encargado del caso de recibir a la familia de don Luis, temen que le hayan ofrecido beneficios de reducción de sentencia en un procedimiento abreviado.

“NO ME DEJABAN QUE ME ACERCARA A VERLO”

Un automovilista intoxicado con metanfetaminas acabó con un matrimonio de 43 años y de 8 hijos, entre don Luis y la señora Hilda Imelda Flores Romero, de 62 años, quien aún no termina de cerrar su duelo con la incertidumbre de cómo terminará el proceso del acusado.

La tragedia persiste aún con la atención especializada que su hermana Ana Margarita requerirá de manera indeterminada a consecuencia de las lesiones que el automovilista le causó ese fatídico día.

“Me fui para allá, no sé cómo llegué, corriendo, y lo miré ahí tirado, ya estaba la ambulancia, pero no me dejaban acercarme para verlo”, recuerda.“Ya después alguien se me acercó y me dijo que no podían hacer nada por él”.

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La señora Hilda se le acercó un poco, lo más que pudo, le dio una bendición y se despidió tristemente de él.

EL ARRESTO

Un informe policial homologado repasado indica que el automovilista fue detenido en el sitio, sin contratiempos, sin embargo, los testimonios de testigos señalan que tanto el conductor como su acompañante huyeron del lugar.

Un agente municipal, aseguran, fue quien les dio alcance y los detuvo, sin embargo, horas después la mujer quedó bajo libertad, cuando la familia buscaba que se le procesara por la omisión de auxilio, aunque en la Fiscalía General del Estado la ignoraron.

Otros testigos apuntaron que la mujer había arrojado por la ventana los documentos del vehículo, al parecer para que no pudieran vincular de inmediato al propietario, pero que regresó al sitio al darse cuenta que había dejado una identificación suya, lo que ayudó a que fuera detenida.

Solamente José Luis Guadalupe fue procesado penalmente por homicidio simple con dolo intencional, lesiones que ponen en riesgo la vida, manejar un vehículo bajo el influjo de psicotrópicos y daño en propiedad ajena.

UN RESULTADO PREVISTO

A sus 35 años de edad, José Luis Guadalupe ha forjado un historial delincuencial, los cuales se encuentran asentados en el escrito de acusación que la Fiscalía General del Estado presentó ante el juez de control al solicitar la audiencia intermedia.

Desde el 2012 se le había sentenciado a 2 años de prisión por el desmantelamiento de un auto robado y a una multa, sin embargo, conmutó la pena en la cárcel por un monto de 15 mil pesos al ser su primer delito.

Salió libre en febrero del 2013. También en el 2012 fue detenido por el robo de vehículo en grado de tentativa, pero gracias a un acuerdo reparatorio pudo obtener su libertad por ese cargo en octubre de ese año.

Un año después fue procesado por la posesión de partes de un auto robado, por lo que fue sentenciado a 2 años de prisión y una multa, las cuales le causaron ejecutoria en el 2018.

En el 2014 fue sentenciado por robo equiparado de vehículo en su modalidad de uso, por lo cual se le sentenció a 2 años en prisión, una multa y mil pesos de reparación del daño.

Ese mismo año fue sentenciado a 1 año 6 meses por un robo con violencia.

En el 2017 también se le sentenció a 4 años en prisión y una multa por un delito de robo con violencia.

En la mayoría de los casos, logró salir antes. En este último delito que se le imputa, buscan una pena mínima de 20 años y 10 meses en prisión.

TEMOR

La experiencia vivida a lo largo del proceso mantiene en zozobra a la familia de don Luis, que teme que la Fiscalía le haya ofrecido un juicio abreviado para reducir su sentencia u otorgarle algún beneficio.

“Al principio nos ofrecieron dinero, nos decían que él iba a salir libre, que lo tomáramos, pero les dijimos que queríamos justicia por lo que había hecho”, recuerda la señora Hilda.“No es el dinero, es por lo que hizo y lo que queremos es justicia”. Una de sus hijas, incluso, asegura que un fiscal le dijo que la familia del imputado le ofreció 50 mil pesos por “ajustar” el proceso a su favor, pero que se había negado.

En las últimas semanas, señala, tras recibir la notificación de la audiencia intermedia, no les ha respondido llamadas, mensajes ni tampoco los ha recibido.

Por las circunstancias, la familia teme que el caso no quede como un ejemplo de justicia en este tipo de casos que recientemente ha cobrado notoriedad, en los que automovilistas ebrios o drogados, incluidos menores de edad, han quitado la vida a inocentes en su paso.