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Enfermero vence al Covid: ahora da pelea por Mexicali

Antonio de Jesús López Clemente, es auxiliar de enfermería general, en la Clínica 30 del IMSS

Con esperanza se mantiene el enfermero Antonio, quien enfrenta la pandemia, luego de superar las más complicadas pruebas: como superar el Covid-19, aislarse de su hijo y lidiar con la preocupación de un familiar intubado en el mismo hospital donde labora.

Antonio de Jesús López Clemente, es auxiliar de enfermería general, en la Clínica 30 del IMSS, es de la primera generación de trabajadores de salud que tuvo que aprender desde cero como tratar a un paciente, Covid.

“A nivel personal la lección más grande es que hay que aprovechar el tiempo, no perder la fe y la esperanza, porque podemos salir de esto”, aseguró el enfermero López Clemente.

No obstante, asegura que se empieza a ver un cansancio crónico en las caras de sus colegas, el equipo de protección personal es incomodo, quizá no es insoportable, pero desgasta y lastima físicamente.

“En este momento tengo dos productos en mi nariz, porque ya tenía una ulcera, una lesión bastante extensa por el uso de mascarillas”, describió.


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López recordó que no había ninguna organización preparada para la magnitud de esta pandemia, al inicio fue avasallador y repentino, creyeron que tardaría un poco más de tiempo, pero pronto empezaron a llegar los pacientes.

“Te invade una sensación de miedo, primeramente, miedo a lo desconocido, se sale de nuestro control, de nuestras manos, no había documentos o un manual al cual recurrir, y saber como manejar la patología”, declaró.

Cuando llegaron los primeros casos sospechosos, él trabajaba en el área de Urgencias, le informaron que se iniciarían estrategias para aislar a estos pacientes, y así contener los potenciales contagios.

“Cuando me dicen que voy a formar parte de la atención a los sospechosos, sí me dio inquietud, me fui a documentar cómo lo habían manejado en otros países, y era muy variable la definición de un sospechoso, esto me producía mucha ansiedad”, declaró.

Conforme han ido aprendiendo de la enfermedad, cuentan con más herramientas para dar un mejor manejo a los pacientes, declaró que no es el mismo panorama de las primeras semanas, a las actuales.

“El parteaguas fue cuando tuvimos el primer caso exitoso de egreso hospitalario por mejoría, fue una bocanada de aire fresco, y dijimos podemos hacer esto, y nos dio esa energía positiva”, mencionó entusiasmado.

No fue un secreto que colapsó el sistema de salud de países donde se práctica una excelente medicina. En Mexicali, han sabido ajustar los tratamientos para las personas enfermas, con propuestas de los mismos médicos y enfermeros, comentó.

“Pudimos observar que los pacientes que se colocaban bocabajo, tenían un cambio en la ventilación diafragmática, y eso ayudaba mucho la respiración, todo eso fuimos aprendiendo sobre la marcha”, compartió.


UNO MÁS

El enfermero Antonio, tuvo que dejar de frecuentar a su hijo y sus padres desde el inicio de la pandemia, esta medida los salvó de un contagio, ya que él, pasó a formar parte de los casos de Covid-19.

“El distanciamiento social es difícil, incluso yo vivo solo, y durante el desarrollo de mi trabajo, fui uno más en las cifras, y me contagié de Covid, y es difícil estar solo en casa”, declaró.

El gran sacrificio para el enfermero, es no poder ver a su hijo Leonel de cinco años de edad, ya que su máximo temor era contagiarlo a él o a sus padres, quienes padecen comorbilidades.

“Te invaden pensamientos como cuando miras que alguien se complica, uno se pregunta ¿cuándo voy a ser yo?”, compartió. Clemente se contagió el mes de marzo, dentro del primer brote en Mexicali.

Sentenció que en la capital no se hizo caso a las primeras recomendaciones internacionales, y por ello la ciudad figura entre los líderes de contagios a nivel nacional.

“La gente sí te dice échale ganas, pero estar lejos de tu fmilia, que es tu núcleo, tu primer soporte de impacto, no poder darle un abrazo a mi mamá, estando enfermo sin saber qué va a suceder conmigo, esa parte es bastante difícil”, comentó.

Antonio también es docente en la Facultad de Enfermería, aunque se incapacitó, comenzó a dar clases en línea, lo cual asegura que le ayudó a superar la enfermedad, así como sus estudiantes, ya que ama la docencia.


GOLPES DEL COVID

Unos de los golpes más duros propinados por el Covid-19, fue ver como los pacientes morían, a pesar de hacer el mejor esfuerzo como enfermeros y médicos.

“A nosotros nos entrenan en la universidad para preservar la vida, para acompañar al enfermo, y de pronto empiezas a ver que aunque imprimes la máxima calidad en tus trabajos, lastimosamente los pacientes no se recuperan, eso te golpea mucho en lo anímico”, relató.

“El que trabajes mucho con él, y que en la mañana ya no esté, podrán decir pues no es tu familiar, pero uno como trabajador de la salud lo hace con mucha empatía, y es difícil”, explicó.

“Hoy, este día, tengo un familiar intubado, que lastimosamente se fue complicando, se vieron en la necesidad de intubarlo para protegerlo, y trabajo mis pacientes, pero en mi mente y corazón, sé que también está mi familiar delicado, es una situación dura para mí”, declaró.

HAY MOMENTOS ESPERANZADORES

Dentro de la pandemia hay casos y momentos esperanzadores, compartió Antonio, desde el paciente que es dado de alta, hasta ver la labor extraordinaria de todo el equipo de salud.

“He trabajado con pacientes que están intubados, hubo uno que pensé que iba a fallecer, y fue recuperándose a los días, hasta que pudimos salvarlo, eso es lo que te motiva a levantarte y decirte que sí vale la pena”, expresó.

“Todos los compañeros del hospital están haciendo una labor extraordinaria, ninguno está esperando el reconocimiento o que los llamen héroes, es una bendición que nos lleven agua o comida, pero lo que queremos, verdaderamente, es que esto termine pronto”, añadió.

“El esfuerzo para combatir la pandemia se hace, pero no es posible que solo la gente de salud acabe con esto, tenemos que ser todos juntos”, concluyó el enfermero Antonio López.

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