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El papel de la mercadotecnia durante y después de la pandemia

Una de las principales características de la mercadotecnia es que se adapta a las circunstancias, convirtiéndose en una respuesta para la pregunta, "y ahora, ¿qué sigue?". Para responderla, el nuevo mercadólogo deberá superar diversos retos, expone académica de CETYS.

Mexicali, B.C.- Como nunca antes, las acciones genuinas y no lucrativas son las más valoradas. La pandemia del COVID-19 ha cambiado de manera repentina los hábitos y las prioridades de las personas, quienes tanto por la difícil situación económica y laboral que la mayoría vive, como por ser lo más indispensable para enfrentar al virus, están abocadas en satisfacer las necesidades propias y familiares de salud, higiene, vivienda y alimentación.

Ante esta situación, lo ideal es que las marcas se dispongan al servicio de la sociedad, ayudando en lo que esté a su alcance y buscando mantener un rol activo y trascendente, apegado a sus valores institucionales, apoyándose para lograrlo en la figura del mercadólogo.

Este panorama pone a los profesionales de la mercadotecnia frente al desafío de lograr un equilibrio entre la generación de utilidades y fuentes de empleo dentro de la empresa, y la responsabilidad social de ofrecer a la comunidad los productos y servicios que necesita, teniendo en cuenta las condiciones adversas y respetando al medio ambiente, explicó la Mtra. Faviola Villegas Romero, Coordinadora del programa de Licenciatura en Administración de Mercadotecnia en CETYS Universidad Campus Mexicali.

El Imparcial: imagen de artículo

“Las marcas deben estar al servicio de la sociedad, apoyándola en lo que puedan. Se les está juzgando por ello y en el futuro se recordará a aquellas que tuvieron un rol activo de forma positiva. El mercadólogo es clave en esta nueva forma de consumo, que nace de la pandemia”, detalló.

Añadió que una de las principales características de la mercadotecnia es que se adapta a las circunstancias, convirtiéndose en una respuesta para la pregunta, y ahora, ¿qué sigue?


Antes de formular dicha respuesta y con ayuda de los valores humanos y la formación profesional, el mercadólogo deberá enfrentarse a los siguientes retos:

Reto 1: Entender que el consumidor cambió. Los productos deberán rediseñarse con un enfoque en la reducción de costos. La segmentación de mercados deberá reorientarse. El nuevo mercadólogo ya no deberá proponer productos premium en mucho tiempo, sino productos de costo accesible y que brinden valor.

Reto 2: Tener en cuenta que las ventas en línea aumentarán. Sólo los negocios listos para afrontar la alta demanda de comercio virtual podrán avanzar en este medio. Algunos cambiaron de la noche a la mañana la forma en que vendían y les ha ido bien; a otros no tanto. El nuevo mercadólogo deberá orientar a la empresa hacia un impecable servicio al cliente y a manejar procesos mucho más precisos, especialmente en sus canales de distribución y en la logística inversa.


Reto 3: El resurgimiento del Do It Yourself (hágalo usted mismo). Para incentivar el consumo, las empresas deberán educar a sus clientes sobre cómo hacer las cosas. El nuevo mercadólogo deberá conectar con la audiencia y enseñarle cómo usar su producto. La presencia de marca digital en tutoriales será ampliamente valorada. El nuevo mercadólogo deberá juzgar qué debe difundirse para hacer sentir a la gente que la marca es relevante, aún en medio de la pandemia.

Reto 4: Adiós a las campañas millonarias. Definitivamente la mercadotecnia de alto presupuesto sufrirá cambios. Ahora el retorno sobre la inversión tendrá mucha más importancia, y las actividades que traigan valor tanto al consumidor como a la empresa, que puedan ser gratuitas o de muy bajo costo, se buscarán como la primera alternativa para promocionarse. El nuevo mercadólogo deberá ser un amante de las métricas para tomar decisiones que maximicen las oportunidades.

Reto 5: Maslow tenía razón. El consumidor no busca lo que está en el top de la Pirámide de Maslow. Hemos vuelto a nuestras necesidades más básicas, pero con matices. El material para poder practicar deporte en casa, los objetos que nos permiten trabajar de forma cómoda desde el hogar, o el tener una buena conexión a internet están fuera de la categoría de primera necesidad, pero la gente no renuncia a ellos. De hecho, de acuerdo con la agencia de comunicación española BBDO, en lo que va del 2020 los consumidores han modificado sus hábitos de manera importante, distribuyendo del 100% el 38% de sus compras a productos médicos, 49% a la alimentación, bebidas y lácteos, 19% a los servicios online, 17% a productos de moda, 9% a los artículos de belleza y un 7% a los artículos de lujo, inmobiliarios, finanzas y automóviles.

“Podemos decir que el reto global del nuevo, y repito, el nuevo mercadólogo que se constituirá a partir de esta contingencia de salud mundial, es no dejar su humanidad de lado”, concluyó la académica.

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