El deleitable folclor norteño de La Conga
Pocos sitios en Mexicali pueden lograr lo que La Conga ha logrado en más de tres décadas en el Centro Histórico de la ciudad, como convertirse en una tradición automática y un referente sui generis en la vida nocturna y lúdica del primer cuadro de la ciudad.
En unos cuantos metros cuadrados convergen la música, las botanas y las bebidas más representativas de la comarca norteña, en el que bien se pueden ver abogados, doctores, maestros, jóvenes, adultos, turistas y cachanillas por igual.
Una gran barra da la bienvenida a los visitantes, y detrás de ella, decenas de productos regionales para degustar, como carne seca, aceitunas, atún ahumado, caracoles, abulón y las tradicionales salsas de LaConga.
Entrar a La Conga significa perder, para unos, la noción del tiempo, pues entre bebida, diversión, música y botanas, las horas suelen pasar con rapidez, más en un lugar con luces multicolores que crean su propio ambiente sin luz natural.
En este bar, fundado por don José Ángulo Lazcano, conocido hoy como don Pepe o “Pepe Conga”, ha forjado una tradición en el Centro Histórico que se ha renovado con el paso de los años, sin perder su alma, naturaleza y carácter.
El Congo, La Conga
El sueño de abrir un negocio propio de don “Pepe Conga” nació a principio de la década de los ochentas. En aquellos años, él trabajaba en un expendio de cerveza, ubicado en la avenida Reforma y la calle México, en el Centro Histórico.
Con el negocio a punto de cerrar operaciones, don Pepe decidió abrir un bar turístico en el mismo local, aunque no sabía qué nombre le pondría. Las cosas fueron sencillas: el expendio de cerveza se llamaba El Congo, y don Pepe decidió ponerle al bar, La Conga.
Actualmente, don Pepe se considera el creador de las “Chabelas”, una mezcla de Clamato, sal, chile en polvo, limón, salsa inglesa y cerveza; una bebida que no se excluye de personas con los gustos más mundanos hasta los más exquisitos.
Al paso del tiempo se integró el “taka-taka”, las botanas y la salsa especial que prepara don Pepe, hasta el día de hoy, una fórmula que se convertiría con los años en una tradición dentro de la vida nocturna del Centro Histórico.
Tradición automática
Flanqueados a la entrada del pequeño local, varios sillones sirven para alojar a los parroquianos que comienzan a llegar desde la salida de sus trabajos, muchos para aprovechar las botanas que de una a cuatro de la tarde se entregan a los clientes por cuenta de la casa.
Estos mismos sillones y mesas, adornados entre risas y pláticas, han servido como sitios de reunión postlaboral, para juntas informales de trabajo para unos y de encuentros románticos para otros.
En sus paredes cuelgan vastos recuerdos de la historia del sitio, incluso un cuadro de repujado que retrata a don Pepe Conga detrás de la barra, elaborando una Chabela, que se ha convertido en el logotipo del lugar.
La amenidad en el trato marida muy bien con el pequeño espacio que funciona como cocina para lapreparación de botanas, provocando en muchos parroquianos un sentimiento de estar en casa, con amigos, pero con un microconjunto norteño que ejecuta a la perfección un amplio repertorio musical.
José Carlos Anda es encargado actual del bar y ha logrado mejorar el servicio, garantizando una experiencia reconfortante para sus clientes con meseros uniformados y capacitados, así como instalaciones limpias y cobros en los que se entrega imprescindiblemente un comprobante de compra.
Gastronomía urbana norteña
A La Conga la caracteriza un amplio menú de botanas de la región, en el que se pueden encontrar mariscos y moluscos traídos de Ensenada, así como carne seca de la localidad, que acoplan bien con una refrescante Chabela y provocan ese cosquilleo en la mandíbula.
La salsa botanera elaborada por don Pepe llegó a tener años atrás una fijación por sus clientes, que lo obligaron a prepararla para fines de venta y que actualmente se puede encontrar en este bar, desde latradicional, en aceite de oliva y hasta la “zakamokos”.
Aceitunas, cebolla, pepino, tomate, sal y chile en polvo acompañan la botana más característica de LaConga: el atún ahumado, un producto traído de Ensenada que marca un antes y un después para los catadores y somelieres botaneros y puede hacer salivar a cualquiera.
A pesar de contar con otros dos bares similares en distintos puntos de la ciudad, eventualmente se le ve a Don Pepe preparando sus tradicionales salsas en el bar que inició todo.
Un legado
La Conga sigue siendo uno de los principales atractivos nocturnos turísticos en el Centro Histórico de Mexicali que ha logrado sobrevivir los embates de la diversificación de las zonas de esparcimiento en laciudad.
Más allá de la nostalgia y la añoranza, este bar turístico ha apostado a permanecer en el lugar que vio nacer el sueño de don Pepe, un testigo de los años mozos del corazón y primer cuadro de la ciudad.
Este atalaya para el peregrino errante del Centro Histórico representa un símbolo de esperanza para los comerciantes que siguen perseverando en una de las zonas más fértiles de Mexicali y que ha sido malherida por decisiones políticas o, de plano, por incompetencia.
Lo que sea que pase con La Conga, sea ha ganado un lugar en los sitios contemporáneos más representativos del “downtown”, del “tango”, del “pueblo”, del Centro Histórico de Mexicali.
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