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El Imparcial / Mexicali / Alzheimer

El Alzheimer les arrebató a su ser querido: Familiares no pierden la esperanza de encontrar a Alfredo Angulo

La confusión mental derivada del Alzheimer llevó a don Alfredo Angulo Fregoso a un extravío que se ha extendido por más de dos años desde la tarde de un sábado de Gloria, momento en que su familia emprendió una extenuante búsqueda para encontrarlo.



Los padecimientos mentales son enfermedades que no sólo deterioran a quien los genera, permean hasta las fibras más internas del núcleo familiar, arrastrándolos en casos extremos a una vorágine de desgracias.



Fue un 26 de marzo de 2016 a las 16:00 horas en el fraccionamiento privada Puerta de Alcalá, donde convivieron todos en familia por última vez, recuerda Estela Rivera, esposa del señor Angulo, quien en ese entonces tenía 77 años.





En ese momento Alfredo se encontraba en la fase dos de tres en el Alzheimer que desarrollaba, precisó su hijo Jaime Angulo, sin embargo, la historia junto a sus vicisitudes empezó mucho antes.



DIAGNOSTICADO EN EL 2012


A Alfredo le diagnosticaron en el Issste un padecimiento mental en el año 2012, le hizo prometer a su esposa Estela, que no les diría a sus hijos, pero los olvidos comenzaron a delatarlo al paso de los años.



Los olvidos de las llaves, las rutas, direcciones, incluso nombres y rostros de familiares, fueron tomados de manera cómica para la familia que ignoraba el diagnóstico, el tono de su desmemoria se ensombreció cuando se perdió por primera vez, comenta su hijo Jaime Angulo.



El septuagenario es de carácter bien humorado, pero también muy terco, por ello a pesar de las prohibiciones y cuidados, se las ingeniaba para salir a caminar y preservar su independencia.



FUE A PAGAR UNA MULTA Y SE PERDIÓ; LA POLICÍA LO ENCONTRÓ


La primera ocasión que se perdió, intentaba llegar a la Recaudación de Rentas para pagar una multa, el camino se perdió y un policía lo encontró, llevándolo a la comandancia donde fue localizado por sus familiares.



A partir de ese momento lo llevaron con una psicóloga quien habló con sus hijos para anunciarles que su padre tenía Alzheimer. La recomendación fue que lo llevaran a la “Casa del Abuelo”, ya que Estela podría verse deteriorada en su salud por lidiar diariamente con la amnesia de su compañero de vida. Así pasaron los días y su comportamiento se volvió más complicado, las lagunas mentales le hacían olvidar a su esposa, confrontándola o reclamándole la presencia de otro hombre al desconocer su propia ropa.



Los hermanos se turnaban para cuidar a sus padres modificando su rutina, Jaime asegura que la unión familiar les ayudó a enfrentar de la mejor manera la enfermedad de su padre, ya que sabe de otros casos que llegan a divorcios e incluso rupturas familiares.



Intentaron ponerle un collar al señor Angulo con sus datos personales y dirección, pero se lo quitaba, entre su confusión pedía a quien lo viera que lo llevara a la colonia Progreso del Sur, una colonia de la Ciudad de México donde vivió su niñez. “Decía que veía una muchacha, no sabía a quien se refería, él era muy bromista y no lo tomaba muy enserio, el se ponía agresivo porque desconocía su ropa y pensaba que había otro hombre”, comentó su esposa Estela.



SE VOLVIÓ A IR; YA NO REGRESÓ


Ese sábado de Gloria, el señor Angulo estaba en la casa de una de sus hijas, de pronto emprendió camino, la familia al percatarse hicieron el llamado y lo buscaron a los alrededores sin éxito alguno.



A unas horas, una mujer subió una foto de él a redes sociales, señalando que lo llevó una patrulla a esa dirección ubicada en la colonia Progreso, al desconocerlo, la Policía se retiró con Alfredo. A partir de las entrevistas e investigaciones que realizó la familia, reconstruyeron que el señor Angulo caminó por la calle Novena hasta que le dio “raite” alguien, quien lo dejó en la Progreso, ya que él siempre decía que era de esa zona.



Al llegar allá, un policía municipal intentó ayudarlo, cuando no lo reconocieron en la dirección que indicó, fue llevado a la comandancia, pero lo dejaron simplemente en la parada del camión.



Ahí se sentó en una banca por varias horas contemplando la ciudad, nadie se acercó en la oscuridad de las 04:00 horas, luego partió, la familia lo pudo constatar a través de las cámaras del C4.



Ese fue el último rastro de su padre, Jaime sospecha que debió pedir “raite” a algún camionero que iba rumbo a la Ciudad de México, por ello se han tratado de localizarlo en todo el País.



Su hija Lilia Angulo, lanzó un mensaje de apoyo a las familias que atraviesan la adversidad de ver un familiar con una enfermedad mental, aconsejando cuidarlos, pero sobre todo asegurarlos con una pulsera o parche con sus datos para localizarlo.



Mientras tanto la señora Estela aseguró con la voz hecha un nudo, que no pierden la fe de encontrarlo y terminar con la larga espera, ya que el señor Angulo es un hombre físicamente fuerte. “Esto no se lo deseo ni al peor enemigo, hay que cuidarlos y evitar a toda costa que se pierdan, es algo muy serio”, platicó Lilia. “Tenemos mucha fe en Dios que lo vamos a encontrar”, concluyó de forma emotiva la señora Estela.

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