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El Imparcial / Mexicali / Cobertón Navideño

Duermen bajo tierra para huir del frío

Israel Chávez busca junto con sus compañeros pasar lo mejor posible el invierno.

MEXICALI, Baja California.- Es pleno mediodía en el corazón de Mexicali, con vehículos transitando a grandes velocidades por dos de las avenidas mas concurridas de la ciudad, pero eso a Israel no le distrae de la ardua tarea que se ha encomendado.

Apoyado de una pala y un azadón Israel Chávez trabaja sin descanso abriendo la tierra para construir un nuevo ‘ñongo’ que se convertirá en una vivienda para quienes se alojan en ese predio vacío entre las calzadas Independencia y Gómez Morín.

“Más abajo es menos helado y mas calientito, y en el tiempo de calor es más helado, entonces la profundidad está a todo dar” dice “la mayoría de las casas están hechas así, todos tenemos subterráneos”

En el predio donde desde hace cinco años vive Israel se establecieron también alrededor de 20 personas con quienes a diario comparte sufrimientos, comida y experiencias, y a quienes considera como su familia.

Dejando su labor por unos minutos, el mexicalense de 48 años cuenta que fue deportado por los Estados Unidos, donde aún viven su esposa y sus hijos.

En su comunidad, Israel vive en tranquilidad y prefiere no molestar a nadie, aunque admite que en ocasiones tienen problemas con personas que se dedican al robo, a quienes buscan mantener alejados.

Dentro de los ‘ñongos’, que se construyen a unos metros por debajo de la tierra, se colocan sillones y lonas viejas que consiguen donadas o de lo que la gente tira, y sirven para protegerse del invierno mexicalense.

“Son fríos [los inviernos], antes eran peores, ahorita está más agradable porque antes había mucho chamizo y se ponía más helado, había mucha más gente mala, había violadores sacamos dos o tres violines de aquí, personas que abusaban de las mujeres” comenta “lo bueno que quitaron todos los chamizos y se mira todo ya libre”

El Imparcial: imagen de artículo

A veces también tienen problemas con la autoridad, recuerda, que tumba sus construcciones mientras se encuentran trabajando y buscando ropa, agua o alimento.

“Juntamos palos y madera y hacemos paredes, pero muchas veces la policía no nos deja hacer paredes porque como es un lote privado, no es de nosotros, no podemos construir” asegura “buscamos la manera de sobrevivir sin molestar a nadie”

FAMILIAS

Para Israel, las personas con quienes vive son como una familia, cuidándose y protegiéndose unos a otros a pesar de las adversidades que enfrentan a diario.

A pesar de tener hermanos y hermanas en la colonia Independencia, prefiere quedarse a vivir con sus compañeros, pues su incapacidad para obtener un empleo formal causa problemas con sus familiares de sangre.

“Me tratan mejor estas personas que mi familia, entonces vengo y los ayudo en lo que puedo” dice.

El Imparcial: imagen de artículo

Mientras avanza la plática volvemos al tema de su familia en Estados Unidos, se cuestiona el porqué aún si mantiene comunicación con su esposa, ella no conoce la situación por la que ha pasado los últimos cinco años.

“Le destrozo el corazón si les digo eso, a ella y a mis hijos” contesta “ella piensa que vivo en la casa aquí con mis hermanos, pero no sabe los problemas que tengo con mis hermanos”

Dado que Israel no tiene una identificación oficial mexicana, el dinero que le envía su familia en Estados Unidos le llega a su hermana, quien no se lo entrega completo porque dice usarlo para el gasto del hogar, aunque Israel no vive con ella.

Para buscar alimento él y sus compañeros se acercan al contenedor de un súper mercado a pocos metros del predio en el que viven y a una gasolinera para buscar agua, sin embargo a veces los trabajadores no se los permiten.

Sin embargo, en ocasiones personas en los fraccionamientos aledaños o grupos religiosos se acercan a brindar apoyo con comida o ropa, pero este año aún no han acudido.

Hay un montón de gente amable en Mexicali, creo que es lo que tenemos los cachanillas que nos gusta ayudar a las personas” dice. 

Algunos de sus compañeros, entre los que hay mujeres, hombres y niños, trabajan en el día limpiando casas o recolectando latas para obtener sustento.

Por su parte, Israel dice no querer acercarse a la obra ante el temor de caer en el vicio de la drogadicción, por lo que ya se acercó a una escuela cercana en búsqueda del apoyo para poder terminar la secundaria y encontrar trabajo en una fábrica.

“Gracias a Dios conseguimos que comer para todos, todos, no hay quien se quede sin comer, lo primordial es la comida” asegura “ya después una soda y los que fuman cigarros, si queda pa cigarros, pero lo principal es comer”

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