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El Imparcial / Mexicali / #LaGeneraciónDelCambio

¿Cuándo fue la última vez que visitaste una biblioteca?

Actualmente vivimos en una época en la que la tecnología, ha modificado conductas, como lo es la búsqueda de información. Preferimos mil veces buscar en un aparato electrónico, ya sea una computadora, Tablet o un Smartphone, información nueva y desconocida, porque es más fácil, más rápido y más cómodo para nosotros encontrarla.

Hemos olvidado la sensación de tomar un libro entre las manos, así como el olor que despiden sus hojas, la emoción que causa el pasar hoja tras hoja y el saber que sólo faltan unos cuantos capítulos para terminarlo.

La biblioteca hasta hace algunos años era uno de los lugares con más demanda, muchas personas asistían y se aglomeraban en estos sitios con el fin de adquirir conocimientos nuevos.

Esa sed insaciable de aprender cosas nuevas, fue uno de los motivos del gran desarrollo tecnológico que nos ha impactado, pero también, fue la causante de que ahora las personas ya no asistan a ella.

Creo que todavía estamos a tiempo de que esas experiencias no se pierdan. Nosotros los jóvenes tenemos una gran responsabilidad, debemos de inculcar a las generaciones próximas ese hábito de la lectura, ese fascinante mundo.

Para mí no hay nada mejor que sentarte a leer rodeada de personas tan sabias, esas que te cuentan historias, que te relatan cuentos.

Gracias al escritor agradable, cuyo apellido es Stevenson, conocí a dos personas que aunque eran uno mismo, eran tan distintas, una tan buena, sabia y correcta, y la otra soberbia, cruel y malvada, que siempre se peleaban por ocupar el cuerpo del antes Dr. Henry Jekyll.

También con uno de sus colegas, pude viajar hacia las estrellas y tocar la Luna. Descubrí una isla en la que cosas sorprendentes suceden, llegué al centro de la Tierra y viajé alrededor de ella, y todavía tuve tiempo de aventurarme con uno de sus amigos en una travesía a bordo del buque ballenero en la que nos enfrentamos a una bestia marina, una ballena de tamaño colosal.

Casi no sobrevivimos, pero fue excitante la aventura que me hicieron pasar... Jamás cambiaría todas esas experiencias, y todo sin salir de un solo sitio.

Pero, en las bibliotecas no sólo se disfruta de esas travesías, también no tiene punto de comparación, el sentarse a conversar y debatir asuntos importantes como nuestra historia, lo que nos define y hace pertenecer a una nación; ade-más de los asuntos de nuestra era, como la política y el gobierno que nos rige, pues sin duda, la lectura te hace desarrollarte en tu pensamiento crítico.

Hoy en día la biblioteca tiene mucho que ofrecernos, pero ¿nosotros qué estamos dispuestos a ofrecer por ella? Ya no basta con sólo dedicarle tiempo. Tenemos ese compromiso de presentarle a alguien más, y ¡quién sabe!, quizá ahora nosotros le relatemos una historia.

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