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El Imparcial / Mexicali / Cobertón Navideño Crónica

Aprendió a vivir con un soplo en el corazón por la falta de recursos

En una casa comprendida por dos pequeños cuartos y un anexo de cartones viven Esther, de 62 años, su marido Felipe, de 77, su hermano de 60 y dos nietos de 9 y 8 años.

A sus 62 años, Esther Guardado Hernández se hace cargo del cuidado y alimentación de sus dos nietos que viven con ellos, además, también se encarga del cuidado de otros dos pequeños del segundo matrimonio de su hija, quien labora en un puesto de hamburguesas hasta altas horas de la madrugada.

Felipe Barragán Cerda, esposo de Esther, labora actualmente como velador en un predio cercano a su hogar, ubicado en el #134 de la avenida 56 en la colonia Hidalgo, pero próximamente comenzará un segundo trabajo como “viene, viene” en una sucursal bancaria con la intención de juntar un poco más de dinero.

Aunque hace un par de años le fue diagnosticado un soplo en el corazón, Felipe trabaja todos los días para llevar el sustento a su familia, aunque indicó que día y noche se enfrenta a los síntomas de esta enfermedad.

“Me viene como un corto-circuito y me dura como unos 10 ó 15 minutos, es como un zumbido, a veces me pone muy mal”, admitió.

Por otra parte, señaló que hace alrededor de 2 años acudió al hospital a tratarse, donde una cardióloga le solicitó la realización de un eco-electrocardiograma, sin embargo debido a la falta de recurso para el pago del estudio (aproximadamente 2 mil pesos) dejó de revisarse.

A pesar de que normalmente su enfermedad no es un impedimento para que realice su trabajo, dado que está acostumbrado al zumbido, relató que en una ocasión sufrió un ataque de pérdida de memoria que le hizo desconocer a su familia.

“En una ocasión no sé qué cosa aconteció que el zumbido era muy raro y perdí por un momento la memoria, empecé a desconocer a mi esposa y a mis nietos, y luego me salí corriendo a la calle como si estuviera chi?ado, y por allá me compuse y me regresé, ya me regresé mejor”, comentó.

Además del soplo en su corazón, Felipe se enfrenta todos los días a un problema en una de sus piernas, resultado de un atropellamiento que sufrió algunos años atrás, padecimiento al que se le suma la diabetes, que aseguró ya se está atendiendo.

Durante los duros inviernos mexicalenses, Felipe y su esposa Esther se cubren en su hogar de los fuertes vientos, aunque en ocasiones el frío hace que les den fuertes calambres en las piernas y dolores en los huesos.

•Como cada año, el PERIÓDICO LA CRÓNICA arranca ya con su Cobertón Navideño, invitando a la población a donar sus cobertores a las familias más necesitadas. Las donaciones se pueden hacer en las oficinas del periódico en Mexicali, ubicadas en Av. Héroes de la Patria, No. 952, Centro Cívico, Mexicali, Baja California.

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