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“Chocolismo”

Quienes me conocen saben que padezco de “chocolismo”: que tal y como suena es la adicción al chocolate.

Quienes me conocen saben que padezco de “chocolismo”: que tal y como suena es la adicción al chocolate. Dependencia que heredé de mi padre que, más que biológica, es una costumbre que practico cotidianamente como rasgo de identidad familiar.

Por eso, cuando me enteré de que los hijos del pejepresidente tenía una fábrica de chocolates me pareció muy apropiado, ya que nuestras culturas prehispánicas cultivaban el cacao desde tiempos inmemoriales, semilla de la que se deriva el adictivo chocolate.

Santo y bueno, tanto el cultivo como el derivado. Sin embargo, hoy, el chocolate de marca Rocio tiene un fuerte amargor noticioso que ingesta y perturba a los López Obrador.

La prensa impresa y electrónica ha hecho su papel dando a conocer que, el programa insignia de esta administración presidencial, llamado Sembrando Vida, que tiene la finalidad de paliar la pobreza en el campo a través del sembrando de árboles frutales y maderables en tierras de campesinos que no veían la suya con cosechas muy poco redituables; también favorece a los hijos del pejepresidente…

Precisamente en Tabasco -que es un edén- el cacao se cultiva a manos llenas en la finca “El Rocio” propiedad de dichos vástagos en una extensión de casi 50 hectáreas, que recibieron en herencia de su madre, Rocío Beltrán Medina y por la donación de su tíos Gonzalo y Fernando, hermanos de la fallecida en 2003.

Los hermanos chocolateros cuentan con la asesoría y sociedad en un personaje, que siendo joven tiene un colmillo más que retorcido: el empresario y exportador de cacao, Hugo Chávez Ayala, quien “casualmente” fue director del programa y miembro del Consejo Consultivo de Sembrando Vida. Y, para amarrar, amigo de la familia López Obrador desde niño.

La vida ha sido generosa con los hijos de un padre muy peleonero, quien todos los días arremete en contra de conservadores, intelectuales, fifís, neoliberales y periodistas que no comparten su política caprichosa.

Por mi lado, aun siendo muy chocolatero, no he probado los de marca Rocio y la verdad, ni se me antojan.

LA PALABRA DE HOY: “CHOCOLISMO”

Chocolate proviene del náhuatl: 'xoxoc', agrío y 'atl', agua. El chocolate para los aztecas fue una excelsa bebida agria fermentada en agua. Otra línea etimológica dice que “chocolatl” proviene de 'chocoxtic que significa “de color café o amarillento” y 'atl', agua. Sin duda, chocolate en español es la palabra de origen náhuatl más difundida en el mundo.

Ahora bien, el prefijo “ismo” indica actividad, doctrina, sistema y, también, dependencia.

DE MI LIBRERO: COMO AGUA PARA CHOCOLATE

De la escritora Laura Esquivel, publicada en 1989, novela considerada entre las 100 mejores escritas en español durante el siglo XX.

El personaje principal es Tita, quien nace en una típica cocina de hacienda entre “un torrente de lágrimas”, ajos, cebollas, caldos y un espeso mole…

En 1992, Alfonso Arau la lleva al cine y con ella obtiene 10 premios Ariel. También se encuentra entre las 100 mejores películas del cine mexicano.

Primero, leyendo la novela y después viendo la película, practiqué mi incurable chocolismo.

*- El autor es profesor de Redacción Creativa en Cetys Universidad.

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