¿Qué hacer para aprender a vivir sin miedo tras el levantamiento de la cuarentena?

Tras un largo período de confinamiento y suspensión de la mayoría de actividades públicas, las autoridades locales están comenzando a reabrir los países y permitiendo una mayor circulación de personas en las calles y en espacios públicos.

Pero también, el levantamiento de las restricciones está generando en muchas personas temores y ansiedad, causados por el miedo al contagio. Para los que no aprendan a lidiar con él, podría costar un agravamiento en el estado de la salud física y mental.

“Quien tiene miedo, tiene desgracia”, dice un proverbio kurdo.

Los problemas de salud, financieros y personales se han intensificado con la pandemia, sin embargo, para la conferencista Mayte Prida es clave no dejarse arrastrar por el miedo que germina en la mente.

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“Imaginando cosas que van a pasar, que no necesariamente van a pasar, y el problema de eso es que, número uno, nos estancamos, no avanzamos en lo que podemos ir haciendo. Número dos, nos asustamos y provocamos consecuencias tanto físicas como emocionales”, afirma Prida.

Para la autora, el nivel de ansiedad actual está agudizando el fantasma de la hipocondría, por lo que hay que estar conscientes de la misma.

“No agrandarlo, el 90% de las ocasiones, no será absolutamente nada, 10% a lo mejor puede ser algo, provocado, quizás por el estrés, y 1% o menos, será algo que tengamos que acudir al doctor”, estima.

Según el Departamento de Trabajo de Estados Unidos, ya son cerca de 39 millones de personas las que han solicitado ayuda por desempleo, por lo que, para Prida, la reinvención laboral será fundamental para campear la crisis.

“Tenemos que aprender a transformar esta adversidad, en una oportunidad de crecimiento, de cambio. Una oportunidad para poder alcanzar algo que quizás antes no nos habíamos atrevido a realizar”.

La crisis de salud ha potenciado la incertidumbre, según la sobreviviente de cáncer, hay que delinear un plan de acción concreto, que ayude a reducir el pensamiento improductivo.

“Aprender a reencontrarnos a nosotros mismos, aprender a reconocernos, ver que es lo que verdaderamente nos gusta, que nos llena, que nos satisface en la vida”, con información de Informe 21.