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Por qué nunca debes lavar un pavo crudo antes de cocinarlo

Durante años, ha existido un debate sobre lavar o no las aves antes de cocinarlas.

Es el mes del pavo, por lo menos para los que celebran el Día de Acción de Gracias (como yo). Para los que no lo sepan, preparar el pavo para ese gran día es un proceso tedioso, y puede tardar varias horas. Como primer paso, muchas personas empezaran por lavar el ave, dado que querrán “eliminar” los microbios que tenga. Pero es una de las peores cosas que se puede hacer.

Durante años, ha existido un debate sobre lavar o no las aves antes de cocinarlas. Los proponentes de lavar la carne antes insisten que es más sanitario y que ayuda a eliminar las bacterias a las que ha estado expuesta en su empaque.


No obstante, las autoridades de salud afirman que lavar aves como el pavo en realidad puede propagar microbios como la salmonela, que se transmite mediante la carne cruda o carne cocinada de manera imperfecta, indica Gizmodo.

Cuando lavas el pavo en el fregadero de la cocina, no hay garantía de que todas las bacterias pasen al desagüe. No solo te estás arriesgando a que las bacterias se queden en tus manos y en tu ropa, también pueden terminar en las encimeras, en los alimentos o en otros utensilios de la cocina.

Sin embargo, hay varias formas de evitar la contaminación bacteriana a la hora de cocinar si tomas precauciones:


En primer lugar, descongela el pavo en el frigorífico y sécalo con papel absorbente.

Segundo punto. Minimiza el contacto que tienes con el pavo antes de meterlo al horno.

Cocina el pavo durante el tiempo que especifica la receta que estás usando. El pavo poco hecho o crudo puede propagar microbios. Adicionalmente, considera cocinar el relleno del pavo aparte en vez de dentro del pavo.

Por último, intenta lavarte las manos de forma frecuente. También lava cualquier plato o utensilio que ha estado en contacto con el pavo antes de usarlos de nuevo.

Aunque el Día de Acción de Gracias puede ser un evento estresante, es importante siempre pensar en la salud de los demás a la hora de cocinar. Seguir estos pasos no solo ayuda a reducir el riesgo de contaminación, sino que también incrementa las posibilidades de que todo el mundo se lo pase bien (y no termine en el baño con un dolor).

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