¿Por qué hay personas que pasan Año Nuevo solas? Esto dice la psicología

CIUDAD DE MÉXICO.- A medida que se acerca el cambio de año y millones de personas celebran con reuniones y fuegos artificiales, otras optan por el silencio. Pasar Año Nuevo en soledad no es un hecho aislado, sino que es una experiencia más común de lo que se reconoce.

Para algunos es una decisión consciente; para otros, una circunstancia marcada por la distancia, la pérdida o los cambios en los vínculos.

Especialistas en psicología y psicoanálisis consultados por Infobae coinciden en que estas fechas funcionan como un punto de cierre y de inicio que amplifica emociones, preguntas personales y balances de vida.

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Entender qué hay detrás de la soledad en Año Nuevo permite mirar más allá de los rituales sociales y comprender cómo cada persona enfrenta el paso del tiempo, la presión de “tener que celebrar” y la necesidad de habitar este momento de acuerdo con su propia realidad.

¿Por qué el Año Nuevo tiene un peso emocional especial?

Las fiestas de fin de año no se reducen a un cambio de fecha. Funcionan como un cierre y un inicio simbólicos. Para muchas personas, este momento activa balances personales, recuerdos y expectativas.

Mirta Goldstein, presidenta de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), explicó que estas fechas concentran emociones opuestas.

Para la mayor parte de las personas, las fiestas son significativas. Esto quiere decir que son a la vez estimulantes y a la vez tristes. Algo termina de la propia vida y algo comienza y continúa. Alegría y tristeza van juntas”, dijo la experta.

Este doble movimiento emocional puede intensificarse cuando se vive en soledad, ya sea elegida o impuesta por las circunstancias.

Soledad en Año Nuevo: ¿decisión personal o situación impuesta?

No todas las personas que pasan Año Nuevo solas lo hacen por elección. Existen realidades marcadas por la distancia familiar, la pérdida de vínculos o cambios en la estructura de vida, como suele ocurrir en personas mayores.

No todos están solos por decisión propia, sino porque las circunstancias vitales así lo determinaron”, señaló Goldstein a Infobae. En estos casos, la soledad no responde a un deseo, sino a una condición que puede generar malestar.

Distinguir entre elección y falta de alternativas resulta clave para entender el impacto emocional de esta experiencia.

Diferencia entre soledad elegida y soledad sufrida

La psicoanalista Alicia Killner plantea una distinción central: no toda soledad tiene el mismo significado.“Hay personas a las que les cuesta emocionalmente disfrutar, abrirse a los otros, o bailar y reírse, entonces prefieren aislarse”, explicó.

En otros casos, la decisión de estar solo responde al rechazo de la presión social que rodea a las fiestas. Killner describió este contexto como un periodo de alta exigencia social: consumo, reuniones y una idea extendida de bienestar obligatorio.

Afirmó que las fiestas navideñas son un periodo de “mucha excitación” y un “redoblamiento de lo que me gusta llamar felicidad obligada que termina siendo una presión a veces insoportable”.

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Desde esta mirada, elegir la soledad puede ser una forma válida de cuidado personal.

La presión social de “tener que celebrar”

Uno de los puntos señalados por los especialistas es la idea extendida de que el Año Nuevo debe vivirse en compañía y con ánimo festivo. Esta expectativa puede generar angustia cuando no coincide con el estado emocional o los deseos de la persona.

Killner cuestionó este mandato social con una pregunta directa: “¿Quién dictaminó que la fecha merece compañía indeseable? ¿Por qué no pensar que cada quien puede resolver la angustia de las fiestas a su manera?”. También recordó un texto de Jorge Luis Borges, que describe el fin de año como “una metáfora baldía”, en la que el tiempo parece no cambiar pese a los rituales.

Esta mirada invita a relativizar el valor absoluto de la fecha y a reconocer formas personales de transitarla.

¿Qué efectos emocionales puede tener pasar Año Nuevo solo?

El impacto emocional no es uniforme. Juan Eduardo Tesone, profesor emérito de la Universidad del Salvador, explicó que una misma fecha puede tener significados distintos según la historia y el momento vital de cada persona.

“No toda fecha preestablecida puede o debe ser festiva”, afirmó. Para algunos, la soledad puede ser un espacio de calma y reflexión. Para otros, puede vivirse como aislamiento o carencia afectiva.

"Una misma fecha puede significar cosas muy variadas para cada persona”, agrego.

Tesone subrayó la diferencia entre el recogimiento elegido y la soledad vivida como castigo personal.

“Los efectos emocionales de pasar dicha fecha pueden ser tan variables como las diferentes personalidades y circunstancias de cada uno. Para algunos será evitar el mundanal ruido,a veces vaciado de sustancia y en otras personalidades vivencia de aislamiento y carencias afectivas”, concluye.

¿Es saludable pasar Año Nuevo en soledad?

La respuesta no es cerrada. Los especialistas coinciden en que no se trata de una conducta buena o mala en sí misma. El factor central es la motivación.

Goldstein explicó que existen soledades que permiten crear, pensar y ordenar, y otras asociadas a estados depresivos o fóbicos. Aunque recomendó compartir con personas cercanas cuando es posible, también advirtió que obligarse a hacerlo puede aumentar el malestar.

Tesone lo resumió así: “Depende de la personalidad, del momento y circunstancias que la persona esté viviendo. No es saludable ni no saludable, lo importante es que sea una elección y no una imposición”.

Una forma personal de habitar el cierre del año

Frente a la idea de una única manera correcta de celebrar, la psicología propone ampliar la mirada. El Año Nuevo puede vivirse en grupo o en soledad, con ruido o en silencio. No existe un mandato universal.

Desde la perspectiva de los especialistas consultados por Infobae, el sentido de la fecha no está en el ritual compartido, sino en la coherencia entre lo que se hace y lo que se necesita. Reconocer esa diferencia permite atravesar el cierre del año con mayor claridad y menor presión social.

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