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Se ofreció como “sirviente” de Minecraft para conseguir dinero y sus servicios se han vuelto virales desatando varios comentarios en redes sociales

Desde hace unos días circulan imágenes de avatares del videojuego con una lista de tareas que están dispuestos a hacer con tal de recibir un pago.

Se ofreció como “sirviente” de Minecraft para conseguir dinero y sus servicios se han vuelto virales desatando varios comentarios en redes sociales

CIUDAD DE MÉXICO.- — En una esquina cualquiera, pegado con cinta adhesiva transparente sobre la rugosa madera de un poste de luz, un anuncio desafía las leyes de lo que tradicionalmente llamamos “trabajo”.

No es una oferta para limpiar oficinas, ni un anuncio de clases de regularización. La imagen, que rápidamente saltó de las calles a la viralidad de las redes sociales, reza en letras claras: “Sirvienta para Minecraft por $40 MXN / h”.

Acompañado por el avatar de un personaje femenino del juego y una lista de tareas que harían suspirar de alivio a cualquier jugador exhausto como:

  • Aplanar terrenos.
  • Buscar materiales.
  • Construir.
  • Y mucho más.

El cartel cierra con una frase que es, a la vez, cómica y profundamente reveladora: “A falta de chamba”. Este pedazo de papel es el síntoma perfecto de una era donde los límites entre el mundo físico y el virtual se han desdibujado por completo.

¿Cómo es el trabajo que se ofrece en Minecraft?

Minecraft no es solo un videojuego; es un lienzo infinito de creatividad. Sin embargo, para construir un castillo majestuoso o una ciudad funcional, se requieren horas de labor mecánica y repetitiva. Aquí es donde entra la oferta. El anunciante no ofrece “jugar”, ofrece trabajo manual digital.

Aplanar un terreno en Minecraft puede tomar horas de clics repetitivos, una tarea tediosa que muchos jugadores con dinero pero poco tiempo están dispuestos a delegar. Por 40 pesos la hora (aproximadamente dos dólares), esta “sirvienta digital” se ofrece a hacer el trabajo sucio.

  • Es el “gig economy” llevado al extremo: si hay una tarea que alguien no quiere hacer, siempre habrá alguien dispuesto a cobrar por realizarla, sin importar que el sudor sea de pixeles y no de gotas reales.

¿Cómo es la nueva ola de “empleos” de Internet y digitales?

Este anuncio no nació en el vacío. Se suma a una ola creciente de nuevos empleos generados por la digitalización extrema. Hace una década, la idea de un “Community Manager” o un “Influencer” era recibida con escepticismo. Hoy, vemos cómo surgen roles aún más específicos:

  • Coach de videojuegos: Personas que cobran por enseñarte a disparar mejor en Fortnite.
  • Acompañantes virtuales: Gente que alquila su tiempo para charlar o jugar mientras el cliente se siente menos solo.
  • Farmeadores de oro: Jugadores en países con economías en crisis que pasan 12 horas al día recolectando recursos en mundos virtuales para venderlos por moneda real.
Foto: Especial GH

El cartel del poste es la versión artesanal y local de este mercado global. Mientras que en plataformas como Fiverr o Upwork estas transacciones son comunes, ver el anuncio pegado en un poste de la calle le otorga una capa de realismo mágico. Es el choque de la precariedad económica del mundo real con las infinitas posibilidades del mundo digital.

El Debate: ¿Es esto un “Trabajo de Verdad”?

Como era de esperarse, la imagen ha desatado un incendio en las secciones de comentarios. La conversación suele dividirse en dos bandos irreconciliables:

1. Los Escépticos y Críticos: Muchos usuarios, generalmente de generaciones mayores o con visiones conservadoras de la economía, ven esto como una señal de la “decadencia” juvenil. Los comentarios suelen ser mordaces: “Pónganse a trabajar de verdad”, “La generación de cristal no quiere agarrar una pala real” o “Eso no es empleo, es una pérdida de tiempo”. Para ellos, el trabajo requiere un esfuerzo físico tangible o un valor socialmente reconocido en el mundo material. Ven en los 40 pesos la hora una burla a los oficios tradicionales.

2. Los Pragmáticos y Nativos Digitales: Por otro lado, están quienes defienden el ingenio del anunciante. Argumentan que si existe una demanda y alguien ofrece una oferta para satisfacerla de manera honesta, es un empleo legítimo.

Si me pagan por aplanar mi mundo de Minecraft mientras escucho un podcast, es mejor que estar en un call center”, comentan algunos.

Este bando resalta que el esfuerzo mental y el tiempo invertido tienen valor, independientemente de si el resultado es una pared de ladrillos real o una de “piedra labrada” virtual.

La “Chamba” en Tiempos de Crisis

Más allá de la anécdota, el mensaje al pie del cartel, “A falta de chamba”, nos obliga a mirar la realidad económica de América Latina. En un contexto donde el empleo formal es escaso, los salarios son bajos y la inflación devora el poder adquisitivo, la creatividad se convierte en una herramienta de supervivencia.

El hecho de que alguien se tome la molestia de diseñar un volante, imprimirlo, comprar cinta y salir a la calle a pegarlo en los postes indica una intención genuina de generar ingresos. No es un juego; es una estrategia de diversificación de ingresos. Para muchos jóvenes, la barrera de entrada para ser un “sirviente de Minecraft” es mucho más baja que la de un empleo de oficina que exige títulos, años de experiencia y traslados costosos.

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