Científicos hallan la manera de combatir un hongo altamente resistente que afecta a pacientes hospitalizados
El hallazgo abre la puerta a tratamientos que no busquen matar al hongo, sino impedir que cause daño.
Investigadores del Reino Unido y los Países Bajos lograron observar, por primera vez en tiempo real, cómo el hongo patógeno Candida auris evade las defensas del organismo y se adapta dentro de un ser vivo, un avance que permitió identificar un punto débil genético que podría abrir la puerta a nuevas estrategias para controlar infecciones hospitalarias graves.
Candida auris es un hongo que afecta principalmente a pacientes internados en hospitales, sobre todo a quienes se encuentran en terapia intensiva o tienen el sistema inmunológico debilitado. Desde que fue detectado en 2008, se ha propagado en hospitales de más de 40 países, incluidos varios de América Latina, y puede provocar infecciones invasivas con una mortalidad cercana al 45%.
El hallazgo fue publicado en la revista científica Communications Biology y fue encabezado por científicos del Centro de Micología Médica de la Universidad de Exeter, en colaboración con equipos de los Países Bajos.
Por qué Candida auris es una amenaza en hospitales
Este hongo representa un desafío para los sistemas de salud porque sobrevive en condiciones donde otros patógenos no lo logran. Puede resistir a los antifúngicos de uso común, tolera altas temperaturas, soporta la desecación y permanece en la piel humana y en superficies hospitalarias, como catéteres y plásticos médicos.
Estas características facilitan su transmisión por contacto y explican por qué la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo incluyó entre los patógenos prioritarios de mayor preocupación en salud pública.
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El descubrimiento clave: la captación de hierro
El equipo científico identificó un mecanismo genético que se activa durante la infección y permite que Candida auris capture hierro, un mineral indispensable para su supervivencia y crecimiento.
Si bien este proceso le permite al hongo prosperar dentro del organismo, también expone una vulnerabilidad.
Si se lograra bloquear ese mecanismo, el hongo no podría obtener el hierro necesario y eso podría debilitarlo o impedir su crecimiento”, explicó el doctor Rhys Farrer, líder del estudio.
El investigador señaló:
No sabíamos qué genes estaban activos durante la infección en un huésped vivo”. El avance permitió identificar esos genes y proponerlos como posibles blancos terapéuticos.
Cómo lograron observar la infección en tiempo real
Uno de los principales retos fue que los modelos animales tradicionales no reproducen fielmente la infección humana. Para superar esa limitación, los científicos utilizaron larvas del pez killi árabe, capaces de tolerar temperaturas similares a las del cuerpo humano.
Este modelo permitió seguir minuto a minuto el comportamiento del hongo dentro de un organismo vivo, algo que hasta ahora no se había logrado con este patógeno.
Durante los experimentos, los investigadores observaron que Candida auris:
- Forma filamentos, alargando sus células para buscar nutrientes.
- Activa genes especializados en la captación de hierro.
- Se adapta rápidamente a las defensas del huésped.
Un hongo que se adhiere y resiste
El doctor Farrer explicó una dificultad técnica clave del estudio:
El mayor desafío fue que el hongo era muy pegajoso al pasar por la aguja”.
Para evitar que se agrupara, el equipo utilizó agua destilada estéril en lugar de solución salina.
Esa pegajosidad no es solo un problema de laboratorio. En hospitales, el hongo se adhiere a catéteres y superficies plásticas, lo que dificulta su eliminación y favorece brotes intrahospitalarios.
Qué implica este hallazgo para futuros tratamientos
Los resultados sugieren que bloquear la captación de hierro podría convertirse en una estrategia distinta a los tratamientos actuales. En lugar de intentar eliminar al hongo, se buscaría impedir que cause daño.
Estos datos aportan un posible blanco para medicamentos nuevos y ya existentes”, señaló Farrer, aunque aclaró que aún falta determinar si este mecanismo se activa de la misma manera en infecciones humanas.
Por qué desarrollar antifúngicos es tan complejo
García Effron también señaló una dificultad central en la lucha contra los hongos:
Los hongos son células eucariotas, igual que nosotros. Por eso es difícil encontrar blancos de drogas que afecten solo al hongo y no al paciente”.
Desde esa perspectiva, atacar los mecanismos de virulencia, como la captación de hierro, podría reducir daños sin generar toxicidad.
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Qué falta para que este avance llegue a hospitales
Los propios investigadores advierten que el estudio tiene limitaciones. El principal punto es que los resultados se obtuvieron en un modelo animal, no en humanos.
Por ello, será necesario:
- Verificar si los mismos genes se activan en pacientes.
- Evaluar fármacos que ya bloquean la captación de hierro.
- Realizar ensayos controlados antes de cualquier aplicación clínica.
Aun así, el hallazgo abre una ruta concreta para investigar nuevas formas de control de un patógeno que hoy representa un riesgo grave en hospitales de todo el mundo.
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