Un niño sobrevive a una lesión cervical considerada incompatible con la vida
Un niño alemán de dos años, Oliver Staub, sobrevivió a una lesión cervical considerada incompatible con la vida tras un accidente vial ocurrido durante unas vacaciones en México.
CIUDAD DE MÉXICO.- Oliver Staub, un niño alemán de dos años, sufrió un accidente vial el 17 de abril mientras viajaba con su familia por México. Un coche blindado que circulaba a 70 millas por hora chocó contra la furgoneta familiar. El impacto provocó una lesión extrema: su cabeza se separó de la columna vertebral y su médula espinal quedó seccionada.
Tras el choque, Oliver fue hospitalizado en la Ciudad de México. Los médicos informaron a sus padres que tenía el cuello roto, cuadriplejia, muerte cerebral y un pronóstico de vida de pocos días.
¿Por qué los médicos decidieron mantenerlo con soporte vital?
Mientras permanecía en una cama de hospital, con la expectativa de una muerte cercana, Oliver comenzó a mostrar señales inesperadas. Sus padres, Stefan y Laura Staub, notaron que el niño seguía con la mirada a las personas que entraban a la habitación. Los médicos confirmaron que ese reflejo indicaba actividad cerebral y decidieron mantener encendido el ventilador.
“Fue en ese momento cuando pensé: ‘Tenemos una razón para luchar’”, dijo Laura Staub. “Mi hijo estaba allí”.
¿Cómo logró sobrevivir dos meses con una lesión tan grave?
Tras estabilizarse lo más posible, Oliver fue trasladado a la casa de sus abuelos, cerca de Morelia. Permaneció ahí durante dos meses con un collarín y un chaleco que sostenían su cabeza, sin conexión funcional con la columna o la médula espinal. Sus padres y una enfermera diurna se encargaron del cuidado del ventilador.
El neurocirujano Mohamad Bydon explicó que sobrevivir en esas condiciones es poco común. “Si los padres y cuidadores de Oliver hubieran cometido un solo error en esos dos meses, podría haber resultado en la muerte”, señaló.
¿Cómo llegó el caso a la Universidad de Chicago?
Buscando opciones, los padres contactaron al Dr. Bydon, presidente de cirugía neurológica en UChicago Medicine, al conocer su investigación en terapia con células madre. Aunque otros médicos consideraban demasiado riesgoso viajar y operar, el tiempo que Oliver había sobrevivido abrió una posibilidad.
“Nunca deberías descartar a un niño de 2 años. Pueden sorprenderte”, dijo Bydon. “Pero requeriría un equipo multidisciplinario complejo, y ahí es donde la Universidad de Chicago podría ayudar”.
¿Quién financió el traslado y las cirugías?
Para cubrir los costos, la familia recurrió a la Fundación Toni Kroos, creada por el exfutbolista alemán para apoyar a niños gravemente enfermos. La organización aceptó financiar el viaje y las cirugías.
“Lloramos y lloramos. No lo podíamos creer”, relató Laura. “Nada de esto habría sido posible sin Toni Kroos”.
El caso se volvió tendencia en Alemania. Personas de distintos países organizaron recaudaciones y vigilias, además de enviar mensajes de apoyo.
¿Qué cirugías se le practicaron a Oliver?
En julio, un avión médico trasladó a Oliver a Chicago. El equipo quirúrgico lo esperaba para intervenir de inmediato. La primera cirugía reconstruyó la columna, reparó la médula espinal y utilizó varillas y tornillos de titanio para unir la parte posterior de la cabeza con la columna. Dos días después, una segunda operación estabilizó la parte frontal de la médula y corrigió una hernia medular.
Bydon explicó que operar a un niño tan pequeño implica riesgos altos por la pérdida de sangre. “Esos primeros días tras las operaciones fueron angustiantes”, dijo. “Su corazón se detuvo en un momento y tuvo hinchazón en el cerebro”.
¿Qué avances mostró tras las operaciones?
Cinco días después, Oliver sonrió por primera vez desde el accidente. Un mes más tarde pudo agarrar la mano de su madre, apartar a una persona y reconocer la sensación de necesitar orinar. También comenzó a mover los dedos de manos y pies.
Uno de los avances más relevantes fue que empezó a respirar por sí mismo. “Sabemos que la columna vertebral se está comunicando de nuevo con el cerebro y el cuerpo”, explicó Bydon.
¿Por qué este caso no tiene precedentes médicos?
El propio especialista subrayó la rareza del resultado. “¿Ver a alguien sobrevivir a una herida así? Nunca se ha informado nada parecido en neurocirugía o lesiones medulares”, afirmó. “No pensábamos que alguna vez podría moverse, y ahora mueve las cuatro extremidades. Este es un caso único y especial. Está más allá de nuestras expectativas más salvajes”.
¿Qué sigue para Oliver y su familia?
Oliver fue dado de alta el 15 de agosto. La familia planea mudarse de forma permanente a México para vivir cerca de los familiares de Laura. Los médicos esperan que en seis meses pueda retirarse el collarín.
Los Staub regresarán a Chicago la próxima primavera. Bydon solicitó una aprobación especial de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos para aplicar una terapia con células madre, como parte de ensayos clínicos, con el objetivo de mejorar la función física del niño.
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“No nos prometió un milagro”, concluyó Laura. “Pero lo entregó”.
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