MÉXICO-. Durante las épocas decembrinas, además de luces, nacimientos y árboles decorados, surgen preguntas que despiertan la curiosidad colectiva sobre las tradiciones navideñas. Una de las más recurrentes es ¿de dónde vienen los villancicos?, esas melodías que acompañan reuniones familiares, celebraciones religiosas y recorridos por las calles.

Aunque hoy se asocian directamente con la Navidad, los villancicos no siempre tuvieron un origen religioso. Su historia se remonta a la Europa medieval, particularmente a España, donde el término “villancico” proviene de “villano”, es decir, la gente de las villas. En un inicio, estas canciones eran composiciones populares que hablaban sobre la vida cotidiana, el amor o los sucesos del campo, y se interpretaban de manera sencilla y coral.

Del canto popular al símbolo navideño

Fue hasta el siglo XV cuando los villancicos comenzaron a incorporarse a las celebraciones cristianas. La Iglesia adoptó estas melodías por su lenguaje accesible y su facilidad para ser cantadas por el pueblo, utilizándolas como una herramienta para difundir mensajes religiosos, especialmente durante la Navidad.

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Con el tiempo, las letras se centraron en el nacimiento de Jesús, los pastores y la adoración, elementos que terminaron por definir su identidad actual.

Durante los siglos siguientes, los villancicos se expandieron por Europa y América Latina, adaptándose a distintas culturas, ritmos y lenguas.

Esto dio origen a versiones locales que hoy forman parte del repertorio tradicional de cada región, desde cantos solemnes hasta interpretaciones más festivas y alegres.

En la actualidad, los villancicos no solo se escuchan en iglesias, sino también en centros comerciales, conciertos y plataformas digitales, convirtiéndose en un símbolo sonoro de la temporada que evoca nostalgia, unión y celebración.

Los villancicos nacieron como canciones populares y, con el paso del tiempo, se transformaron en una de las expresiones musicales más representativas de la Navidad, manteniendo viva una tradición que cruza siglos y fronteras.