¿Por qué aparece el dolor de cuello y qué hacer para reducirlo?

El dolor de cuello es un problema frecuente que suele desarrollarse de manera progresiva. Surge por factores como el estrés, la falta de sueño, la postura y la tensión acumulada. Harvard Health Publishing advierte que “el dolor de cuello rara vez aparece de la noche a la mañana. Suele evolucionar con el tiempo”.

Este malestar puede intensificarse cuando existen otras condiciones como artritis, degeneración discal o debilidad muscular. Cuando estos factores se mezclan con el ritmo acelerado, el cuerpo reacciona con contracturas y limitación de movimiento.

El doctor Eduardo Stonski, del Hospital Italiano, explicó que el estrés tiene un rol directo en estas molestias. Señaló que esta reacción del cuerpo libera adrenalina, lo que genera insomnio, aumento del ritmo cardíaco y “mayor nivel de contractura y dolor muscular”.

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Cómo influye el estrés en el dolor cervical

El especialista detalló que tanto el dolor cervical como lumbar pueden ser síntomas físicos del estrés emocional. “Genera un estado de angustia y ansiedad que a nivel del cuerpo produce la contractura de varios músculos”, dijo. Esto afecta sobre todo a la zona cervical y lumbar, encargadas de activar la respuesta de alerta.

Las contracturas repetidas generan puntos miofasciales, que son zonas acortadas del músculo donde se concentra el dolor. Cuando esto ocurre de manera constante, se forma un círculo de tensión que también altera el descanso. “El dolor y el estrés traen alteración del sueño y esto genera ansiedad, angustia y más dolor (...) y se convierte en un círculo vicioso”, señaló Stonski.

La Organización Mundial de la Salud estima que hasta el 80% de la población experimenta dolor de cuello o espalda alguna vez en su vida. Por ello, conocer sus causas y manejarlas de manera adecuada es clave para evitar recaídas.

Sobrecarga muscular y postura

Mayo Clinic explica que el cuello sostiene el peso de la cabeza y por eso es vulnerable a lesiones y molestias. Una de las causas más comunes son las contracturas musculares asociadas a la sobrecarga. Permanecer muchas horas encorvado frente a una computadora o un celular puede generar tensión progresiva en la musculatura cervical. “Incluso las cosas mínimas, como leer en la cama, pueden recargar la musculatura del cuello”, indicó la clínica.

El desgaste articular también influye. Con la edad, las articulaciones del cuello se erosionan y el cuerpo produce espolones óseos que afectan la movilidad.

Pinzamiento, latigazo y enfermedades

Otro origen frecuente es el pinzamiento de los nervios por hernias de disco o espolones óseos. Esto provoca dolor, entumecimiento o debilidad que puede extenderse a hombros y brazos.

Los accidentes automovilísticos también causan lesiones conocidas como latigazo cervical, donde la cabeza se mueve bruscamente hacia atrás y adelante. Además, enfermedades como la artritis reumatoide o la meningitis pueden generar dolor cervical intenso.

Medidas simples para aliviar molestias

Según Mayo Clinic, los casos leves y moderados suelen mejorar en dos a tres semanas con cuidados básicos. El uso de calor, analgésicos y fisioterapia pueden ser suficientes.

Harvard Health Publishing recomienda medidas concretas:

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1. Evitar la misma postura por mucho tiempo.Cambiar de posición y realizar pausas frecuentes ayuda a reducir la rigidez.

2. Ajustar la ergonomía.Colocar el monitor y el celular a la altura de los ojos. Usar auriculares para evitar inclinar la cabeza.

3. Mantener actualizada la graduación de los anteojos.Cuando la graduación no es la correcta, se tiende a inclinar la cabeza hacia atrás para ver mejor.

Hábitos para un descanso adecuado

Otro punto clave es evitar el uso de demasiadas almohadas, ya que limitan la movilidad cervical. Dormir boca abajo también aumenta la tensión muscular.

Harvard recomienda dormir bien y conocer los propios límites antes de realizar esfuerzos físicos. Pensar cómo una carga o movimiento puede afectar la zona cervical previene lesiones.

Actividad física y respiración

El doctor Stonski subrayó que para reducir el impacto del estrés es necesario identificar su origen. Sumar ejercicio aeróbico regular —como caminar, correr o andar en bicicleta— ayuda a disminuir tensiones. Recomendó “practicar en forma fija 40 minutos por día, todos los días”. También sugirió evitar levantar mancuernas pesadas.

Fortalecer la zona abdominal mejora la estabilidad de la columna y reduce la carga sobre el cuello.

La práctica de yoga y técnicas de respiración son útiles para disminuir estrés y favorecer la movilidad cervical.

Alimentación, pausas activas y uso de pantallas

El especialista señaló que una dieta equilibrada puede reducir inflamación y tensión. Sugirió disminuir café, bebidas cola y azúcares. También aumentar frutas, verduras, carnes, pescado, frutos secos e hidratos de absorción lenta.

Para quienes pasan largas horas frente a una pantalla, las pausas activas son clave. Consisten en levantarse, caminar y cambiar la postura cada 40 minutos.

Otro punto importante es moderar el uso de redes sociales, ya que aumenta la inclinación del cuello y contribuye al estrés.

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Mantener una buena higiene del sueño y usar una placa de descarga en caso de bruxismo complementan las medidas preventivas.