CIUDAD DE MÉXICO.- El camote, también conocido como boniato, ha pasado de ser un acompañamiento ocasional a ocupar un lugar estable en una alimentación enfocada en la salud. Su color característico y su sabor dulce permiten integrarlo en distintos platos sin perder sencillez.

Especialistas de Cleveland Clinic explican que este tubérculo se adapta bien a una dieta equilibrada gracias a su textura suave y a su disponibilidad durante todo el año. Además, aporta saciedad y permite disfrutar comidas sin añadir azúcar refinada.

La dietista registrada Natalie Crtalic-Lowther señaló: “El camote puede ayudar a controlar los antojos y a sentirse satisfecho por más tiempo”. Este efecto lo vuelve una opción útil para personas que buscan reducir el consumo de dulces.

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¿Por qué ayuda a controlar el azúcar y los antojos?

El sabor naturalmente dulce del camote facilita preparar alimentos sin endulzantes añadidos. Esto ayuda a evitar picos de glucosa y a mantener una alimentación estable durante el día.

Una pieza grande cocida con piel (180 gramos) aporta 162 calorías, 37.3 gramos de carbohidratos, 5.9 gramos de fibra, 11.7 gramos de azúcar y 3.62 gramos de proteína. Su combinación de fibra y carbohidratos complejos favorece una digestión lenta y una sensación de saciedad prolongada.

Crtalic-Lowther agrega que su aporte de vitamina A es significativo: “El camote contiene tanta vitamina A que suele superar la cantidad diaria recomendada en una sola porción”.

Beneficios digestivos: la fibra como apoyo diario

Consumir camote con frecuencia puede favorecer la regularidad intestinal gracias a su contenido de fibra. Este componente ayuda a mantener un tránsito digestivo constante y contribuye a la salud del microbioma.

Según Cleveland Clinic, la fibra del camote apoya un equilibrio adecuado de bacterias intestinales, lo que puede disminuir el riesgo de enfermedades como cáncer de colon. Su aporte lo convierte en una herramienta práctica para quienes desean mejorar su digestión de manera natural.

La saciedad que genera el camote también ayuda a mantener horarios de comida más estables y a reducir la ingesta impulsiva.

Salud ocular y cardiovascular: dos áreas clave beneficiadas

El betacaroteno, responsable del color naranja del camote, se transforma en vitamina A en el organismo. Esta vitamina es necesaria para la protección de la visión, la prevención de la sequedad ocular y la reducción del riesgo de cataratas.

En cuanto a la salud cardiovascular, las variedades de camote de pulpa morada aportan antocianinas, compuestos con propiedades antiinflamatorias que pueden proteger el corazón y favorecer la recuperación después del ejercicio.

La fibra dietética del camote ayuda a reducir el colesterol en sangre. A su vez, el potasio contribuye a regular la presión arterial. Crtalic-Lowther añadió: “El camote es una buena fuente de potasio, que también puede ayudar a regular y controlar la presión arterial”.

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Cómo consumirlo para aprovechar mejor sus beneficios

Cleveland Clinic recomienda consumir entre 130 y 150 gramos de camote por comida. Las preparaciones más prácticas incluyen asarlo, hornearlo con piel, hervirlo, cocinarlo al vapor o usarlo en puré con una pequeña cantidad de aceite de aguacate.

La especialista sugiere utilizar aceites como el de oliva extra virgen en lugar de mantequilla debido a su mejor perfil de grasas. También recomienda añadir especias como canela, clavo o nuez moscada para potenciar el sabor y reducir el consumo de sodio.

Incorporar camote a la alimentación diaria es una forma accesible de sumar fibra, vitaminas y compuestos protectores. Cleveland Clinic señala que incluirlo durante todo el año permite fortalecer distintos aspectos del bienestar.