Uso excesivo de inteligencia artificial puede atrofiar el cerebro, alerta experta de la UNAM
Pilar Durán Hernández explicó en el Neurofest 2025 que delegar funciones cognitivas a la IA puede disminuir la actividad cerebral y afectar el aprendizaje.
El uso intensivo y sin supervisión de herramientas de inteligencia artificial (IA) puede reducir la actividad del cerebro humano y limitar habilidades como el pensamiento crítico, la curiosidad y la capacidad para resolver problemas, alertó Pilar Durán Hernández, académica de la Facultad de Ciencias de la UNAM.
La especialista expuso estas conclusiones durante una conferencia en el Noveno Festival de Neurociencias, Neurofest 2025, realizado en Universum, Museo de las Ciencias. La información fue presentada por la propia universidad durante el evento.
Durán Hernández explicó que el abuso de estas plataformas puede conducir a una atrofia cerebral por desuso, un fenómeno que ocurre cuando el cerebro deja de enfrentar retos y se vuelve un órgano hipoactivo.
¿Cómo puede la IA afectar al cerebro humano?
La académica señaló que, cuando una persona delega de manera excesiva sus tareas cognitivas a la IA, su mente se acostumbra a evitar el esfuerzo intelectual. Según su explicación, este patrón puede generar “una mente delegada que le da flojera pensar”, lo que disminuye la profundidad conceptual y afecta la formación de nuevas conexiones neuronales.
Durán Hernández agregó que esta reducción de actividad puede provocar pérdida de neuronas y alteraciones duraderas en el sistema nervioso, especialmente cuando la tecnología sustituye procesos de análisis que requieren razonamiento y comprensión.
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ChatGPT disminuye el procesamiento cognitivo, advierte especialista
Durante su intervención, la académica detalló que plataformas como ChatGPT pueden disminuir la capacidad de razonamiento al ofrecer respuestas completas sin requerir que el usuario formule ideas o evalúe información por sí mismo.
Este fenómeno, dijo, contrasta con el uso de motores de búsqueda tradicionales como Google, donde el usuario revisa varias fuentes, compara datos y decide qué información es útil. Ese proceso mantiene un mayor nivel de actividad cerebral.
La especialista advirtió: “Al final la que aprende es ella, no nosotros”, al referirse a la IA cuando se utiliza para hacer tareas académicas.
Habilidades que se deterioran con el mal uso de la IA
Entre las funciones más afectadas por la falta de uso, Durán Hernández mencionó:
- Disminución de la profundidad conceptual en el aprendizaje.
- Pérdida de interés por comprender temas complejos.
- Reducción del pensamiento crítico.
- Menor capacidad para resolver problemas matemáticos, como la generación del trinomio cuadrado perfecto.
La pérdida de conexiones neuronales puede impactar el conectoma, la red que integra la información dentro del cerebro.
La importancia de escribir a mano
Uno de los puntos centrales de su conferencia fue la necesidad de escritura manual en el aprendizaje profundo.
Durán Hernández explicó que escribir a mano fortalece las conexiones cerebrales, favorece la memoria y activa áreas vinculadas con el pensamiento abstracto.
En contraste, la escritura digital no activa los mismos circuitos. La especialista destacó que sustituir el lápiz por el teclado puede modificar los procesos de aprendizaje y generar transformaciones significativas en la estructura del cerebro.
El papel de la evolución humana en el aprendizaje
La académica recordó que los primeros homínidos ya eran capaces de crear herramientas, lo que dio origen al conectoma. Con el tiempo, la llegada del Homo sapiens fortaleció los procesos cognitivos superiores, como el lenguaje y la transmisión del conocimiento.
La especialista explicó que la inteligencia surge cuando diversas áreas cerebrales se vinculan para resolver problemas, procesar información y ejecutar acciones.
Generaciones digitales y la relación con la tecnología
Durán Hernández señaló que los millennials y la generación Z han crecido rodeados de dispositivos inteligentes, asistentes virtuales y plataformas digitales que facilitan tareas cotidianas. Este entorno, afirmó, puede reforzar la dependencia tecnológica si no se fomenta el uso equilibrado de la IA.
También subrayó la importancia de desarrollar lenguaje matemático desde la infancia, porque este tipo de entrenamiento genera conexiones neuronales que fortalecen el pensamiento crítico y abstracto.
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