Los alimentos que más dañan al corazón y cómo sustituirlos en la vida diaria
Los especialistas recomiendan limitar embutidos, fritos, botanas ultraprocesadas, bollería, postres altos en grasa, galletas industriales, refrescos y aderezos comerciales.

CIUDAD DE MÉXICO.- La evidencia científica indica que la relación entre la dieta y la salud del corazón es directa. Estudios citados por Men’s Health y Harvard Health Publishing explican que ciertos productos elevan el colesterol LDL, los triglicéridos y la presión arterial. También favorecen el sobrepeso y la resistencia a la insulina.
De acuerdo con estas fuentes, una alimentación saludable depende del consumo regular de fibra, potasio, magnesio, grasas saludables como el omega-3 y antioxidantes. Estos elementos se encuentran en frutas, verduras, frutos secos, granos integrales y pescado.
Al mantener un consumo constante de estos alimentos, es posible reducir los factores de riesgo cardiovascular. Sin embargo, cuando predominan los productos procesados, ultraprocesados o ricos en grasas saturadas, grasas trans, azúcares añadidos y sal, el riesgo aumenta de forma significativa.
Los alimentos que especialistas recomiendan evitar o limitar
1. Embutidos y carnes procesadas
Los expertos coinciden en que los embutidos, salchichas, fiambres y carnes curadas concentran grandes cantidades de sodio y grasas saturadas. Ambas sustancias se asocian a un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.
2. Papas fritas y botanas ultraprocesadas
Los estudios más recientes señalan que los fritos y los snacks suelen incluir grasas trans y sal en exceso. Esto favorece la hipertensión y el desarrollo de aterosclerosis.
3. Productos de panificación industrial
Incluyen bollería, pasteles y panes empaquetados. Suelen combinar azúcar, harinas refinadas y grasas trans. Esta mezcla tiene efectos negativos en las arterias y en el metabolismo.
4. Postres altos en grasa y azúcar
Muchos se preparan con mantequilla, margarina o aceites de baja calidad, además de azúcares añadidos. Estas combinaciones alteran los niveles de grasa en sangre.
5. Galletas y productos con grasas trans
Algunas galletas, especialmente las industriales, contienen grasas trans que elevan el colesterol LDL y favorecen la inflamación.
6. Refrescos y bebidas azucaradas
Los especialistas advierten que estas bebidas incrementan los triglicéridos y la resistencia a la insulina. También aumentan el riesgo de obesidad. Según las fuentes citadas, “el consumo frecuente de refrescos azucarados eleva los triglicéridos y la resistencia a la insulina”.
7. Comida rápida rica en harinas refinadas
Las hamburguesas, pizzas y otros productos de preparación rápida incluyen harinas refinadas, exceso de sal y grasas de baja calidad.
8. Salsas y aderezos industriales
Aunque las porciones parecen pequeñas, suelen concentrar grandes cantidades de sodio, azúcares ocultos y grasas poco recomendables.
Opciones para reemplazar carnes procesadas
Las recomendaciones de Men’s Health y Harvard Health Publishing sugieren apostar por legumbres, pescado azul o aves sin piel. Estas opciones aportan proteínas y grasas saludables sin el exceso de sodio de los embutidos. Como indican los especialistas, “sustituir embutidos por legumbres, pescado azul o aves sin piel aporta proteínas y grasas saludables”.
Alternativas para quienes prefieren los fritos
Un cambio útil es preparar los alimentos en horno, freidora de aire, plancha o vapor. Estas técnicas permiten disfrutar platos crujientes sin grandes cantidades de grasa.
Para reemplazar las botanas ultraprocesadas, se recomienda fruta fresca, yogur natural o frutos secos sin sal. Ofrecen energía, micronutrientes y mayor saciedad.
Opciones para reducir el consumo de bebidas azucaradas
Hidratarse con agua natural, agua con gas o infusiones sin endulzantes evita el consumo diario de azúcares añadidos. Una opción práctica es agregar rodajas de cítricos para mejorar el sabor.
Salsas más ligeras y fáciles de preparar
En lugar de aderezos industriales, se sugiere usar aceite de oliva virgen extra, mostaza natural o preparaciones caseras a base de yogur, hierbas frescas o pesto.
El papel de los granos integrales en la salud del corazón
Cambiar harinas y cereales refinados por versiones integrales aporta fibra y mejora el perfil metabólico. Pan, pasta y arroz integral ayudan a regular la glucosa y la saciedad, siempre en porciones equilibradas.
Según las fuentes consultadas, “la sustitución de harinas y cereales refinados por integrales mejora la calidad nutricional de la dieta diaria”.
Un enfoque equilibrado para proteger el corazón
La estrategia central consiste en priorizar alimentos frescos, naturales y variados. El objetivo es que las fuentes de fibra, vitaminas, minerales y grasas saludables predominen sobre los productos ultraprocesados.
Estas recomendaciones, avaladas por Men’s Health y Harvard Health Publishing, muestran que adoptar hábitos alimenticios equilibrados puede prevenir enfermedades del corazón y mejorar la salud cardiovascular a largo plazo.
Mantener estos hábitos permite obtener beneficios sostenibles sin renunciar al sabor ni al disfrute diario de los alimentos.
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