Olor corporal: por qué se produce y qué lo modifica a lo largo de la vida
El olor corporal se produce cuando el sudor entra en contacto con bacterias de la piel, no por el sudor en sí.

CIUDAD DE MÉXICO.- El olor corporal es una experiencia común para todas las personas. Aun así, suele generar dudas sobre su origen y cómo controlarlo. De acuerdo con Mayo Clinic, el sudor por sí solo no es el responsable del mal olor. El problema surge cuando el sudor entra en contacto con las bacterias que viven de forma natural en la piel. Entender este proceso ayuda a tomar decisiones prácticas para su control.
Mayo Clinic explica que “el olor corporal ocurre cuando el sudor interactúa con las bacterias que viven en la piel”. Esta interacción química es la que produce los distintos olores que pueden presentarse en el cuerpo humano.
Por qué el sudor no huele y cuándo sí aparece el mal olor
El sudor, por sí solo, no tiene olor. El mal olor aparece cuando se mezcla con los microorganismos que habitan la superficie de la piel. Las zonas cálidas y húmedas facilitan la reproducción de estas bacterias, lo que explica por qué ciertas áreas del cuerpo concentran más olor.
Incluso el sudor más ligero puede producir olor si entra en contacto con grandes cantidades de bacterias, como ocurre en los pies o en pliegues de la piel.
Tipos de glándulas sudoríparas y su función
Existen dos tipos principales de glándulas sudoríparas:
Las glándulas ecrinas están distribuidas por casi todo el cuerpo. Producen un sudor acuoso que ayuda a regular la temperatura, sobre todo durante el ejercicio, el calor o la fiebre. Este sudor sale directo a la superficie de la piel y, en condiciones normales, no genera olor.
Las glándulas apocrinas se localizan en zonas con vello, como axilas e ingle. Su sudor es más espeso y contiene proteínas y grasas. Se libera sobre todo en situaciones de estrés, nerviosismo o actividad física intensa. Este tipo de sudor es el que más se asocia con el mal olor.
Cómo cambia el olor corporal según la edad
Durante la infancia, las glándulas apocrinas permanecen inactivas. Por eso, los niños y bebés suelen presentar un aroma más neutro.
En la pubertad, las hormonas activan estas glándulas. Mayo Clinic señala que “la pubertad provoca que las glándulas apocrinas comiencen a producir sudor”, lo que da lugar a nuevos olores en la adolescencia.
Después de los 40 años, la composición química de la piel cambia. Esto puede generar olores más marcados, con matices grasos o herbáceos.
Factores que influyen en el olor corporal
El olor corporal varía según el sexo, las hormonas, la genética, la edad, la alimentación y el uso de ciertos medicamentos. En general, los hombres suelen presentar un olor más intenso.
Las fluctuaciones hormonales del ciclo menstrual, la perimenopausia y la menopausia también pueden modificar el aroma corporal. En el caso de la genética, entre 80% y 95% de las personas de ascendencia asiática oriental presentan una mutación que reduce o elimina el olor de las axilas.
Alimentos como ajo y cebolla, así como medicamentos como la penicilina, pueden alterar de forma temporal el olor del cuerpo.
Cuándo un cambio de olor puede ser señal de enfermedad
En algunos casos, un cambio repentino o inusual en el olor corporal puede advertir un problema de salud. Mayo Clinic señala que “a veces, un cambio notable en el olor corporal puede ser señal de una enfermedad”.
Las enfermedades del hígado pueden producir un olor fuerte y a moho. Los padecimientos renales pueden generar un aroma similar al amoníaco. También algunas infecciones virales pueden modificar el olor, debido a que el sistema inmunitario cambia la composición del sudor. Ante cualquier cambio inesperado, se recomienda acudir con un profesional de la salud.
Cómo controlar el olor corporal de forma práctica
Para la mayoría de los casos, el uso de antitranspirantes o desodorantes es suficiente. Los antitranspirantes reducen la cantidad de sudor al bloquear de forma temporal los poros. Los desodorantes cambian el pH de la piel y dificultan el crecimiento de bacterias.
Mayo Clinic indica que los desodorantes “acidifican la piel y dificultan la proliferación de bacterias responsables del mal olor”.
También se recomienda el baño diario con jabón antibacteriano, usar ropa de fibras naturales como algodón, lana o seda, y elegir prendas que permitan la ventilación durante la actividad física. Para los pies, es útil optar por sandalias cuando sea posible, usar calcetines que absorban la humedad y cambiar el calzado con frecuencia.
Estrés, alimentación y hábitos que pueden influir
El estrés activa la sudoración de las glándulas apocrinas. Por eso, técnicas de relajación como yoga, respiración o meditación pueden ayudar a reducir el olor corporal de forma indirecta.
Reducir el consumo de cafeína, bebidas estimulantes, alimentos picantes y productos de olor fuerte también puede disminuir la intensidad del aroma corporal.
También podría interesarte: ¿Por qué existe el mal olor corporal?
Un fenómeno natural que se puede manejar
El olor corporal forma parte de la naturaleza humana. Con hábitos básicos de higiene, el uso adecuado de productos para el sudor y atención médica cuando sea necesario, puede mantenerse bajo control. En la gran mayoría de los casos, no representa un obstáculo para llevar una vida normal y saludable.
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