La isla de Italia que cambia los nacimientos por un festival de luces en Navidad

CIUDAD DE MÉXICO.- En diciembre, la mayoría de los pueblos europeos siguen una misma ruta para celebrar la Navidad. Se instalan árboles, nacimientos y mercadillos. Algunos buscan romper récords con velas gigantes o calendarios de adviento de gran tamaño. Sin embargo, hay una isla en el norte de Italia que tomó otro camino. En lugar de pesebres, convierte su paisaje en un espectáculo de luces sobre el agua.

Se trata de la Isla de los Pescadores, en el Lago Maggiore, donde cada invierno se celebra un festival que transforma por completo el entorno. La pequeña isla se ilumina como un arcoíris nocturno. Los reflejos de los colores se multiplican sobre el lago y cambian la forma en que se vive la Navidad.

Dónde ocurre el espectáculo: la Isla de los Pescadores en el Lago Maggiore

Este evento se lleva a cabo en la única isla habitada del archipiélago de las Borromeo, en la región italiana de Piamonte. La Isla de los Pescadores mide cerca de 100 metros de ancho por 350 de largo. Desde hace siglos ha sido hogar de familias dedicadas a la pesca.

Lo Curioso

El origen del árbol de Navidad y el significado de cada adorno: una guía clara para entender esta tradición

Hoy, muchos habitantes siguen saliendo en barca para trabajar con redes, como lo hacían sus antepasados. Esta forma de vida es parte central de la identidad del lugar. No es solo un destino turístico. Es también una comunidad activa.

El valor del sitio ha sido reconocido desde hace siglos. El filósofo francés Montesquieu la definió como “el lugar más bello del mundo”.

Isole di Luce: el festival que convierte la isla en un escenario de luz

Tras el éxito de ediciones anteriores, el festival Isole di Luce volvió este invierno y se mantiene activo hasta el 6 de enero. El proyecto presenta el espectáculo “Texturas de agua en el Lago Maggiore”.

Cada día, de las 17:00 a las 0:30 horas, las fachadas de las casas, la iglesia y el jardín panorámico se iluminan con distintos tonos. Las viviendas tienen dos o tres pisos y balcones amplios, donde tradicionalmente se secan las redes de pesca.

La iglesia de San Vittore, que data del año 1000 y fue reconstruida entre los siglos XVII y XVIII, también forma parte del recorrido de luz. El jardín que se extiende en uno de los extremos de la isla se ilumina como si fuera la proa de un barco.

Por respeto a la memoria de la comunidad, el único punto que permanece en penumbra es el cementerio. Ahí, muchas de las lápidas incluyen maquetas de barcos, en honor a la vida de los pescadores.

Por qué los colores no son casuales

Las luces que cubren la isla no fueron elegidas al azar. Los tonos están inspirados en los colores que toman las redes de pesca cuando son teñidas en un horno de cobre que funciona desde 1948.

Esos colores se convierten en patrones y secuencias que avanzan sobre las paredes, los balcones y el agua. No solo se trata de iluminar. El objetivo es contar la historia del lugar a través de la luz.

Cómo ver el espectáculo de luces de la mejor forma

Para disfrutar del festival se recomiendan dos formas de observación. La primera es desde el lago. Al atardecer, salen barcos turísticos desde Stresa, Lido di Carciano y Baveno. Desde ahí se obtiene una vista directa de la isla ya encendida.

Lo Curioso

El origen del árbol de Navidad y el significado de cada adorno: una guía clara para entender esta tradición

La segunda opción es desde tierra firme. Hay miradores y paseos frente al lago que permiten una vista abierta del espectáculo. En Stresa hay varios puntos adecuados. También destaca el paseo entre Corso Italia y Corso Umberto I, en Lido di Carciano.

Quienes suban por las carreteras de Carciano y Someraro pueden obtener vistas amplias de la Isla de los Pescadores y del resto del Golfo de Borromeo. Desde Baveno también se tienen panorámicas claras del evento.

Qué ver cuando se apagan las luces: la Isla Bella y su palacio

Cuando el espectáculo termina, el recorrido puede continuar en la cercana Isla Bella. Ahí se encuentra el Palacio Borromeo, una de las residencias históricas más reconocidas de la región.

Este palacio fue construido y modificado entre los siglos XVII y XIX. Durante ese tiempo fue el hogar de una de las familias nobles más influyentes de Lombardía, rival de los Visconti.

El edificio conserva salones, habitaciones y terrazas abiertas al lago. Sus jardines forman parte de un conjunto que suma cerca de 2,000 ejemplares de plantas locales y exóticas entre la Isla Bella y la Isla Madre.

En la Isla Madre, además, vive una población de pavos albinos, faisanes dorados y papagayos. Sus sonidos rompen el silencio habitual del entorno.

Una Navidad fuera de lo común

Mientras muchos destinos repiten cada año la misma postal navideña, la Isla de los Pescadores ofrece una forma distinta de vivir estas fechas. No hay grandes árboles ni figuras tradicionales. Hay agua, luz y la historia de una comunidad que sigue ligada a la pesca.

También podría interesarte: ASPCA y FDA alertan: las 4 plantas de Navidad que podrían intoxicar a tu gato sin que lo notes

La experiencia no se basa en el consumo, sino en la observación del paisaje y en entender cómo un pequeño territorio puede transformar su identidad en un espectáculo que atrae a visitantes de todo el mundo.