La panza de cerveza y su impacto silencioso en la salud del corazón

CIUDAD DE MÉXICO.- La llamada “panza de cerveza” aparece cuando se acumula grasa en la zona del abdomen. Puede presentarse en cualquier persona, consuma o no alcohol. Aunque muchas veces se toma como un tema solo estético, hoy la ciencia advierte que su impacto va más allá de la apariencia.

Investigaciones recientes confirman que no es lo mismo subir de peso de forma general que acumular grasa en el abdomen. La diferencia puede ser clave para la salud del corazón. Un estudio realizado en Alemania aporta nueva evidencia sobre este riesgo.

A continuación, se explica qué es la panza de cerveza, por qué afecta al corazón, cómo identificarla en casa y qué medidas pueden ayudar a prevenir daños.

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¿Qué es la panza de cerveza y por qué importa su ubicación?

La panza de cerveza es la acumulación de grasa en el abdomen. Este tipo de grasa no siempre es visible como exceso de peso en todo el cuerpo. Su principal riesgo está en que suele ser grasa visceral, es decir, la que rodea a los órganos por dentro.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que este tipo de grasa puede afectar el funcionamiento de órganos vitales, incluido el corazón. Por eso, hoy se sabe que el lugar donde se acumula la grasa importa tanto como el peso total.

Un estudio en Alemania confirma el riesgo para el corazón

La investigación fue realizada por científicos del Centro Médico Universitario Hamburgo-Eppendorf, en Alemania. El trabajo fue presentado en el encuentro anual de la Sociedad Radiológica de Norteamérica.

El estudio incluyó a 2,244 adultos de entre 46 y 78 años. Casi la mitad eran mujeres. Todos formaban parte del Estudio de Salud de la Ciudad de Hamburgo, una de las encuestas médicas más importantes del país.

Los investigadores analizaron dos formas de medir el riesgo: el índice de masa corporal (IMC) y la relación cintura-cadera. El objetivo fue saber cuál de estas mediciones se relaciona mejor con los daños en el corazón.

IMC y relación cintura-cadera: ¿cuál detecta mejor el riesgo?

El IMC se calcula con el peso y la altura, pero no indica dónde se acumula la grasa. Con esta medida, el 69% de los hombres y el 56% de las mujeres fueron clasificados con sobrepeso u obesidad.

Cuando se usó la relación cintura-cadera, los porcentajes subieron. El 91% de los hombres y el 64% de las mujeres presentaron obesidad abdominal.

Según la OMS, una relación cintura-cadera mayor a 0.90 en hombres y mayor a 0.85 en mujeres indica obesidad abdominal y mayor riesgo para la salud.

Qué cambios se observaron en el corazón

A todos los participantes se les realizaron resonancias magnéticas para analizar la estructura del corazón. Las imágenes permitieron observar el grosor de las paredes, el tamaño de las cavidades y otros cambios internos.

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El sobrepeso general, medido con IMC, se relacionó con corazones más grandes. En cambio, la panza de cerveza se asoció con corazones que tenían paredes más gruesas y cavidades más pequeñas.

“La obesidad abdominal, una alta relación cintura-cadera, se asocia con patrones de remodelación cardíaca más preocupantes que un índice de masa corporal (IMC) alto por sí solo”, explicó la médica Jennifer Erley, líder del estudio.

“Parece generar una forma potencialmente patológica de remodelación cardíaca, hipertrofia concéntrica, donde el músculo cardíaco se engrosa, pero el tamaño global del corazón no aumenta”, añadió.

Por qué estos cambios pueden llevar a insuficiencia cardíaca

Erley detalló que “las cámaras internas se hacen más pequeñas, por lo que el corazón contiene y bombea menos sangre”. Esto dificulta que el corazón se relaje de forma adecuada.

Con el tiempo, este patrón puede conducir a una insuficiencia cardíaca. Los efectos fueron más marcados en los hombres y afectaron sobre todo a la parte del corazón que envía sangre a los pulmones.

Lo más relevante es que estos daños aparecieron incluso en personas sin presión alta, sin diabetes, sin colesterol elevado y que no fumaban.

Diferencias entre hombres y mujeres

El estudio observó que antes de la menopausia, las mujeres tienden a acumular más grasa en cadera y glúteos, mientras que los hombres concentran más grasa en el abdomen.

El médico especialista en nutrición Marcos Mayer explicó: “En los varones, el depósito de grasa se produce especialmente a nivel abdominal. En cambio, antes de la menopausia, las mujeres tienden a acumular las reservas lipídicas con mayor frecuencia a nivel fémoro-glúteo”.

Después de la menopausia, esta diferencia tiende a desaparecer. “Se observa luego que tanto hombres como mujeres acumulan grasa principalmente a nivel central”, añadió el especialista.

Cómo medir la panza de cerveza en casa

Cualquier persona puede revisar este indicador con una cinta métrica. Primero se mide la cintura. Luego se mide la cadera. Después se divide la medida de la cintura entre la de la cadera.

Si el resultado supera 0.90 en hombres o 0.85 en mujeres, existe obesidad abdominal y es recomendable consultar a un profesional de la salud.

Los especialistas sugieren que médicos y pacientes no se enfoquen solo en el peso total. “Este estudio debe alertar a radiólogos y cardiólogos para estar más atentos a que esta remodelación podría atribuirse independientemente a la obesidad”, señaló Erley.

La panza no solo depende del alcohol

El doctor Mayer aclaró que “la obesidad abdominal puede ser resultado de múltiples factores, aunque existe la creencia popular de que se trata de una consecuencia exclusiva del consumo de alcohol”.

Factores como la alimentación, el sedentarismo, la edad, las hormonas y los hábitos diarios también influyen en la acumulación de grasa en el abdomen.

Qué se puede hacer para cuidar el corazón

Los especialistas coinciden en que la prevención es posible. La actividad física regular ayuda a reducir la grasa abdominal. Una alimentación variada y equilibrada también es clave.

“Hay que mantenerse físicamente activo, comer de manera variada y saludable, y consultar a un profesional de la salud, ni bien se empiece a notar la panza de cerveza”, aconsejó Mayer.

Detectar este problema a tiempo puede marcar una diferencia importante en la salud del corazón y en la prevención de enfermedades futuras.