¿A qué edad un niño debe tener su primer celular?

CIUDAD DE MÉXICO.- El impacto del uso excesivo de pantallas en la salud de niñas, niños y adolescentes se conoce desde hace años. Se asocia con ansiedad, cansancio visual y dificultad para mantener la atención. También existen riesgos de seguridad como el ciberacoso y la exposición a contenido inapropiado.

Un nuevo estudio publicado en Pediatrics agrega otro punto a la conversación: la edad a la que un menor recibe su primer celular podría influir en su salud física y emocional.

¿Qué encontró la investigación más reciente?

La investigación analizó información de más de 10,500 menores que participan en el estudio Adolescent Brain Cognitive Development, uno de los proyectos a largo plazo más grandes sobre desarrollo cerebral infantil.

Los resultados señalan que quienes recibieron un celular antes de los 12 años mostraron una mayor probabilidad de presentar:

• Depresión
• Obesidad
• Hábitos de sueño insuficiente

El riesgo aumentó conforme la edad de acceso al celular fue menor.

Aunque el estudio no prueba que el celular sea la causa directa de estos problemas, los investigadores sugieren que está relacionado con menos socialización, menos actividad física y menos horas de sueño.

Hábitos que se modifican desde la infancia

Una investigación de 2023 reveló que 17% de los niños de 11 y 12 años con dispositivos en su habitación se despiertan por las notificaciones. Al mismo tiempo, más del 80% de los menores de 11 a 17 años no cumple con la actividad física diaria recomendada, en parte por el aumento del uso de pantallas.

Los expertos advierten que la adolescencia es una etapa clave de crecimiento, por lo que estos cambios pueden tener efectos duraderos.El investigador principal del nuevo estudio, el psiquiatra infantil Ran Barzilay, lo resumió así:“Cuando le das un teléfono a tu hijo, debes verlo como algo significativo para su salud y actuar en consecuencia”.

¿Por qué hay estudios con resultados diferentes?

A pesar de los nuevos datos, la evidencia científica sobre celulares y salud infantil sigue dividida.Un análisis de estudios realizado en 2020 encontró relaciones inconsistentes entre el uso del celular y problemas como depresión o ansiedad.

Otra investigación de la Universidad de Stanford señaló que niños que recibieron un celular antes de los 11 años no mostraron más problemas de sueño, rendimiento escolar o síntomas depresivos que quienes lo obtuvieron después.

Lo que piensan los jóvenes y las familias

Un sondeo de 2024 reveló que 3 de cada 4 integrantes de la Generación Z considera que las redes sociales afectan su salud mental. Muchos reportan sentir más estrés y ansiedad después de usar aplicaciones populares.

Por esta razón, más padres buscan retrasar el acceso de sus hijos al celular, con la intención de disminuir riesgos potenciales.

¿Cómo decidir si un niño está listo para su primer celular?

Evaluar caso por caso

No existe una edad universal recomendada. Los especialistas sugieren observar:

• Nivel de responsabilidad del menor
• Madurez emocional
• Capacidad para seguir reglas claras
• Uso que se le dará al dispositivo

Muchos padres entregan un teléfono a los 11 o 12 años para mantenerse en contacto con sus hijos, pero los expertos insisten en valorar primero la preparación individual.

El ejemplo empieza en casa

El manejo del celular en la familia también influye. El uso prolongado de pantallas por parte de adultos puede afectar incluso a bebés y niños pequeños, especialmente en su socialización.

Cada familia puede construir hábitos más saludables si revisa su propia relación con la tecnología.

¿Qué significa todo esto para usted?

El nuevo estudio abre preguntas importantes sobre el acceso temprano a los celulares y sus efectos. Aunque la ciencia aún no ofrece una respuesta definitiva, sí muestra que la edad importa y que los cambios en sueño, actividad física y convivencia influyen en la salud infantil.

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La recomendación general es evaluar con calma, observar las necesidades reales del menor y establecer límites claros desde el inicio. Su decisión puede tener un impacto positivo en el bienestar de su hijo a corto y largo plazo.