Parece un pequeño canguro y está regresando después de estar al borde de la extinción
La especie sufrió una caída del 90% por depredadores, pérdida de hábitat y enfermedades, pero desde 2021 se han reintroducido casi 200 ejemplares en un área protegida de 150 mil hectáreas.

CIUDAD DE MÉXICO.- El brush-tailed bettong, también llamado woylie, es un marsupial que recuerda a un pequeño canguro. Cuenta con una bolsa donde lleva a sus crías, pero su conducta frente al peligro sorprende a muchos. Cuando enfrenta a un depredador, este animal puede lanzar a su cría fuera de la bolsa y saltar en dirección opuesta para escapar. Aunque la acción puede parecer dura, es un mecanismo que le ha permitido sobrevivir en un entorno cada vez más hostil.
Esta conducta cobra relevancia al considerar que la especie estuvo extinta en la península de Yorke, en el sur de Australia. Su historia reciente muestra los efectos acumulados de la colonización, la llegada de depredadores y la pérdida de hábitat.
Cómo llegó el bettong al límite: depredadores, hábitat perdido y enfermedades
El brush-tailed bettong ocupó alguna vez más del 60% del territorio continental australiano. Con la colonización europea, la llegada de gatos y zorros ferales presionó fuertemente a la especie. A esto se sumó la destrucción de los pastizales y bosques donde encontraba alimento y refugio.
Entre 1999 y 2010, la población cayó 90%. Investigaciones sugieren que los parásitos en la sangre contribuyeron al declive, junto con otros factores ambientales. Hoy, el bettong ocupa apenas el 1% de su distribución original y se mantiene en algunas islas y pequeñas zonas aisladas del suroeste del país.
Frente a este panorama, un grupo de especialistas decidió actuar para recuperar parte de la biodiversidad original de la península de Yorke.
Un proyecto que une conservación y tradición local
“Estamos en una misión, si quieres, para traer de vuelta algunas de estas especies nativas que han desaparecido de nuestro paisaje desde la colonización europea”, explica Derek Sandow, gerente del proyecto Marna Banggara.
El proyecto, antes llamado Great Southern Ark, adoptó su nombre actual en honor al pueblo indígena Narungga, que participa activamente en cada etapa. “Marna en nuestro idioma significa bueno, próspero, saludable, y Banggara significa país”, señala Garry Goldsmith, integrante de la comunidad.
Para iniciar la recuperación, el equipo levantó una cerca de 25 kilómetros para controlar depredadores en una franja estrecha de la península. Con ello se creó un refugio seguro de 150 mil hectáreas para reintroducir al primer habitante: el brush-tailed bettong, llamado yalgiri por los Narungga.
La reintroducción: más diversidad genética y un refugio seguro
Entre 2021 y 2023, se liberaron casi 200 ejemplares en el área protegida. Se eligieron individuos de distintas poblaciones de Australia Occidental para ampliar la diversidad genética. “Aumentar la diversidad genética es clave”, explica Goldsmith. Sandow agrega que estos animales “guardan la huella genética para el futuro de la especie aquí”.
El proyecto también redujo la presencia de zorros y gatos a niveles manejables. Esto permitió que los yalgiri encontraran alimento, refugios y condiciones adecuadas para vivir y reproducirse.
Los primeros resultados indican avances firmes. En un monitoreo reciente, casi 40% de los animales capturados eran descendientes directos de los reintroducidos. Además, 22 de las 26 hembras revisadas tenían crías en la bolsa. Para Sandow, esto muestra que “están reproduciéndose y están sanos”.
Por qué fue elegido como la primera especie para reintroducir
Este marsupial se alimenta de semillas, insectos y bulbos, pero su dieta depende sobre todo de hongos subterráneos. Para encontrarlos, excava constantemente. Esta tarea favorece al ecosistema. “Son pequeños jardineros de la naturaleza”, afirma Sandow. Un solo yalgiri puede remover entre dos y seis toneladas de suelo cada año.
Este movimiento del suelo ayuda a que el agua se filtre, mejora la aireación y facilita la germinación de nuevas plantas. La restauración del ecosistema beneficia a otras especies que dependen de una tierra más saludable.
Un plan a futuro: más especies y más beneficios para la región
El equipo busca que esta experiencia sirva de guía para reintroducir más especies que desaparecieron de la zona, como el bandicuto sureño, el phascogale de cola roja y el quoll occidental. “Lo importante de esto es aprender del proceso”, señala Goldsmith.
Además de los beneficios ecológicos, los organizadores destacan las ventajas sociales y económicas. Sandow señala que la recuperación ambiental puede tener efectos positivos en actividades como el turismo y la agricultura. “Puede beneficiar a los negocios locales, puede beneficiar a la agricultura local, puede ofrecer beneficios de conservación. No tiene que ser excluyente”, afirma.
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí
Te recomendamos

“Como gratitud, los alimento”: mujer muestra la foto de su gato perdido a gatos callejeros y ellos logran encontrarlo

“Muy bien, señales de vida”: hombre se hace viral al preguntarle a un gato tirado si está vivo y recibir una inesperada respuesta

Dinosaurios: datos sorprendentes que cambiarán lo que creías saber

“Miren su estómago, es el bebé quien juega con él”: elefante interactúa con una mujer embarazada y se vuelve viral

Grupo Healy © Copyright Impresora y Editorial S.A. de C.V. Todos los derechos reservados