¿Por qué el presidente de Estados Unidos les perdona la vida a dos pavos cada Acción de Gracias?

El Día de Acción de Gracias en Estados Unidos está marcado por la tradición familiar, el futbol americano, el desfile de Macy’s y, por supuesto, una gran cena centrada en el pavo.

Sin embargo, hay un evento particular que se distingue por su simbolismo: la ceremonia del Indulto Presidencial del Pavo (National Thanksgiving Turkey Presentation).

Cada año, el presidente de Estados Unidos perdona oficialmente la vida a no uno, sino a dos afortunados pavos, salvándolos de convertirse en el plato principal.

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La historia y evolución del indulto

El acto de indultar a un pavo tiene raíces que se remontan mucho más allá de la ceremonia moderna, aunque no siempre fue un evento anual y televisado.

• Los Precursores Informales: Aunque a menudo se cita a Abraham Lincoln como el primer presidente en “salvar” a un pavo (supuestamente a petición de su hijo Tad), el acto era más bien un obsequio de granjeros o la “suerte” del ave. Presidentes como Harry S. Truman rechazaban públicamente la idea del indulto, prefiriendo simplemente cenar el ave que se les había obsequiado.
• La Formalización del Ritual: La ceremonia tal como la conocemos hoy comenzó a tomar forma durante la administración de Ronald Reagan, quien en 1987 fue el primero en usar la palabra “perdón” al enviar un pavo obsequiado a una granja. La tradición se formalizó completamente con George H. W. Bush en 1989.

La razón del “Pavo Suplente”

La principal y más práctica razón por la que se presentan dos pavos es una cuestión de seguridad y planificación de eventos.

• Necesidad de un Plan B: El indulto presidencial es un evento en vivo, altamente publicitado y que tiene lugar en la Casa Blanca. Los pavos son animales vivos, impredecibles y susceptibles al estrés de las cámaras, el ruido y las multitudes. Siempre existe la posibilidad de que el pavo elegido para la ceremonia principal pueda enfermarse, estresarse demasiado, o simplemente comportarse de manera inadecuada (como revolotear o hacer ruido excesivo) justo antes o durante el evento.
• El Pavo Oficial y el Pavo Vicepresidente: Por lo tanto, se entrena a dos pavos durante semanas para asegurarse de que al menos uno de ellos esté listo para enfrentarse a la solemnidad de la Sala Este o el Jardín de las Rosas. Aunque solo uno es el centro de atención al recibir el “perdón” oficial, ambos son perdonados por el presidente en un acto menos formal después de la ceremonia.

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El show mediático y la humanización

Presentar a dos pavos también añade un elemento de espectáculo y engagement público, vital en la era de los medios de comunicación modernos.

• Identidad y Nombre: A los dos pavos se les da una identidad. El público, a menudo a través de encuestas en línea, participa en la elección de sus nombres, que suelen ser temáticos, graciosos o referenciales (por ejemplo, Tater y Tot, Bread y Butter, o Peanut Butter y Jelly). Este proceso de naming genera atención mediática antes del evento.

¿Qué Pasa Después?

El doble indulto asegura que ambos animales, el protagonista y su compañero de apoyo, compartan el mismo destino:

• Vida de Descanso: Los pavos perdonados son enviados a vivir sus días en granjas históricas, campus universitarios o instalaciones especiales donde pueden ser observados por el público, lejos de las “obligaciones culinarias” de la temporada.