La función clave de tu lavadora para lavar mejor en climas húmedos y fríos

Las temporadas de clima fresco suelen traer consigo un ambiente más calmado y agradable, pero también revelan pequeños retos cotidianos. Uno de los más comunes aparece al momento de lavar ropa: todo tarda más en secarse, los interiores del hogar se llenan de humedad y, si no se tiene un espacio adecuado para tender, el secado puede convertirse en una tarea interminable. Quienes viven en casas con patios o áreas semiabiertas lo resienten menos, pero en departamentos el problema es prácticamente diario.

Lo que muchos no saben es que las lavadoras tradicionales esconden una función capaz de reducir de forma notable la humedad de las prendas, incluso sin necesidad de contar con una lavasecadora. Esta opción puede venir integrada en el ciclo automático o estar disponible para activarla de manera manual.

La función olvidada que acelera el secado

Se trata del doble centrifugado, un recurso especialmente útil cuando el ambiente está húmedo o frío. El centrifugado, por sí mismo, es el proceso en el que el tambor de la lavadora gira a gran velocidad para expulsar el agua de las fibras de la ropa. A través de la fuerza centrífuga, el líquido se desplaza hacia las paredes internas del tambor y luego sale por el sistema de drenaje. Gracias a esto, la ropa termina menos empapada, se evita la aparición de malos olores y se dificulta la formación de moho.

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Al aplicar un segundo ciclo de centrifugado, la extracción de humedad es aún mayor. Algunas lavadoras modernas ya incluyen la opción de realizarlo de forma automática para prendas pesadas como toallas o ropa de cama. Sin embargo, también funciona de maravilla en la ropa de uso diario, ya que muchos modelos alcanzan velocidades de hasta 1,400 revoluciones por minuto, lo que deja las telas casi listas para tenderse, indica Xataka.

¿Cómo activarlo si tu lavadora no lo incluye?

Si tu modelo no cuenta con la función programada, basta con esperar a que concluya el lavado completo y volver a seleccionar únicamente la opción de “centrifugar”. No es necesario repetir el ciclo de lavado; solo el secado por giro, indica Xataka.

El resultado suele ser evidente: las prendas salen mucho menos húmedas, huelen mejor y requieren mucho menos tiempo para secarse, incluso cuando el clima no ayuda en lo absoluto.