El Imparcial / Lo Curioso / Salud

¿Qué es lo primero que debes hacer al despertar, según la ciencia?

Según la ciencia, lo primero que debemos hacer al despertar es exponernos a la luz natural. ¿Pero por qué?

Siempre que nos despertamos, algunas personas lo primero que hacen es tomar su celular y revisar los mensajes de texto. Pero ¿sabías que eso no es lo ideal? Según la ciencia, lo primero que debemos hacer al despertar es exponernos a la luz natural. ¿Pero por qué?

De acuerdo con el portal web ÁMBITO, los expertos recomiendan que lo primero que deberías hacer es exponerte a la luz natural para regular el ciclo circadiano, ya que esto ayuda a la regulación de la hormona melatonina, encargada de controlar el sueño y la vigilia.

Además, los científicos recomiendan que, después de exponerte al sol, realices una serie de estiramientos, ya que esto ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, además de beneficiar tu bienestar físico al mejorar la circulación y disminuir la rigidez muscular. Estos son algunos ejercicios que puedes hacer antes de comenzar tu día:

  • Ejercicios de respiración

Los ejercicios de respiración pueden ayudarte a relajarte, ya que hacen que el cuerpo entre en un estado similar al que tiene cuando ya estás relajado.

  • Estiramientos laterales de torso

Consisten en estirar los costados del torso hacia un lado y hacia el otro, alargando los brazos sobre la cabeza y entrelazando los dedos —si quieres, dejando índices y pulgares levantados—.

  • Mariposa

Junta las plantas de los pies y baja las rodillas para hacer que el tronco descienda lo más alargado posible hacia adelante. Coloca las manos sobre los pies para realizarlo.

  • Balanceo con plantas de los pies

Tumbado boca arriba, toma con las manos las plantas de los pies, abre las piernas y empuja las rodillas hacia la cama. Mantén la espalda ligeramente redondeada para permitir el balanceo de un lado a otro.

  • Torsiones con rodillas a un lado

Tumbado boca arriba, realiza suaves torsiones laterales llevando tus rodillas unidas hacia un lado y luego hacia el otro. Coloca los brazos en cruz sobre la cama, dirige la cabeza hacia el lado contrario y mantén los hombros apoyados en todo momento. Si lo necesitas, ayúdate con las manos para sostener las rodillas.

Temas relacionados