MÉXICO-. Los dos olivos que desafiarán a la Bestia y anunciarán el triunfo final de Dios sobre el poder del mal

En el Apocalipsis capítulo 11 de la Biblia Reina-Valera 1960, se narra uno de los episodios más impactantes de las profecías bíblicas: la aparición de dos testigos enviados por Dios durante el tiempo en que la humanidad vive bajo gran tribulación.

Su misión será profetizar y testificar del poder divino antes de que la Bestia, es decir, el Anticristo, se manifieste plenamente en la Tierra.

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“Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio.Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra.”

(Apocalipsis 11:3-4, RVR 1960)

Los dos testigos: profetas del poder divino

Durante 1,260 días, los dos testigos predicarán revestidos de autoridad celestial, simbolizando el llamado al arrepentimiento.

Vestidos de cilicio —símbolo de humildad y lamento—, tendrán poder para cerrar los cielos, convertir las aguas en sangre y herir la tierra con plagas, cuantas veces lo deseen.

El mundo, dominado por la incredulidad, los rechazará. Finalmente, cuando terminen su testimonio, la Bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos y los matará.

Sus cadáveres permanecerán tres días y medio en las calles de Jerusalén —“la grande ciudad que espiritualmente se llama Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado” (Apocalipsis 11:8)— mientras los pueblos celebran su muerte y se intercambian regalos en señal de victoria.

Pero la alegría será breve. Después de tres días y medio, “entró en ellos el espíritu de vida enviado por Dios, y se levantaron sobre sus pies” (Apocalipsis 11:11).

El mundo entero quedará atónito al ver cómo los dos profetas resucitan y ascienden al cielo en una nube.

Este evento marcará un punto de quiebre espiritual, mostrando que solo Dios tiene poder sobre la vida y la muerte.

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En ese instante, un gran terremoto sacudirá la ciudad, derrumbando su décima parte y provocando la muerte de siete mil personas. Los sobrevivientes, llenos de temor, darán gloria al Dios del cielo.

La herida del Anticristo y su falso poder

Después de la ascensión de los testigos, el poder del Anticristo se manifestará en su máxima expresión.

En Apocalipsis 13, se relata que la Bestia recibe una herida mortal y es sanada, imitando la resurrección de Cristo para engañar al mundo.

Este acto lo elevará ante las naciones como un falso mesías:

“Y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia. Y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella?”(Apocalipsis 13:3-4, RVR 1960)

Sin embargo, el contraste entre la falsa resurrección del Anticristo y la resurrección verdadera de los dos testigos revelará el engaño.

Mientras la humanidad haya puesto su fe en la Bestia, Dios habrá mostrado públicamente su poder sobre la muerte al resucitar a sus siervos frente a todos.

El toque de la séptima trompeta: el Reino de Cristo

Tras estos acontecimientos, el séptimo ángel toca la trompeta, proclamando el inicio del Reino eterno de Cristo:

“Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos.”(Apocalipsis 11:15, RVR 1960)

Este momento simboliza el triunfo absoluto de Dios sobre las fuerzas del mal y anuncia la victoria final de su Reino.

¿Quiénes son los dos testigos?

Aunque la identidad de los testigos no se menciona directamente en el texto, muchos teólogos y estudiosos creen que se trata de Moisés y Elías.

Moisés representa la Ley y fue instrumento de plagas en Egipto, mientras que Elías, símbolo de los profetas, fue llevado al cielo sin ver la muerte (2 Reyes 2:11). Ambos aparecen junto a Jesús en la transfiguración (Mateo 17:3), lo que refuerza la creencia de que ellos serían los dos olivos del Apocalipsis.

Orden cronológico de los eventos

1. Aparecen los dos testigos y profetizan durante 1,260 días (Apocalipsis 11:3).
2. La Bestia los mata y sus cuerpos quedan expuestos públicamente (Apocalipsis 11:7-9).
3. Dios los resucita a los tres días y medio y los lleva al cielo (Apocalipsis 11:11-12).
4. Un gran terremoto sacude la ciudad y muchos glorifican a Dios (Apocalipsis 11:13).
5. El séptimo ángel toca la trompeta, anunciando el Reino de Cristo (Apocalipsis 11:15).
6. Se manifiesta el poder mundial del Anticristo, quien sufre una herida mortal y es sanado (Apocalipsis 13:3-4).
7. La humanidad adora a la Bestia, creyendo en su falso poder.

Fuentes bíblicas:

• Biblia Reina-Valera 1960: Apocalipsis 11; Apocalipsis 13; 2 Reyes 2:11; Mateo 17:3.