Presión baja repentina: cómo reconocerla y actuar a tiempo
La presión arterial baja también puede ser peligrosa, especialmente cuando desciende de manera repentina.

CIUDAD DE MÉXICO.- La mayoría de las personas relaciona los riesgos cardiovasculares con la presión arterial alta. Sin embargo, la presión baja también puede representar un problema importante para la salud, especialmente cuando ocurre de manera repentina. Una caída brusca puede causar mareos, desmayos e incluso poner en riesgo la vida si no se atiende de inmediato.
Según especialistas de la Cleveland Clinic, la hipotensión súbita es una señal de alerta que no debe pasarse por alto. Puede indicar deshidratación severa, problemas cardíacos o reacciones adversas a medicamentos. Reconocer sus síntomas y saber cómo actuar puede marcar una diferencia significativa.
¿Qué se considera presión baja y por qué ocurre?
La presión arterial baja, o hipotensión, se define como valores iguales o inferiores a 90/60 mmHg. Jeffery Courson, especialista en arritmias cardíacas en la Cleveland Clinic, explica que una disminución brusca afecta el flujo de sangre hacia los órganos vitales, lo que puede desencadenar un estado de shock si no se revierte a tiempo.
Incluso variaciones pequeñas pueden ser problemáticas. Courson señala que “una bajada de solo 20 mmHg respecto a los valores habituales de una persona puede provocar desmayo, aunque el nuevo valor todavía se considere normal”. Esto significa que no solo importa el número en el medidor, sino el cambio con respecto a lo que es habitual para cada persona.
Entre las causas más frecuentes se encuentran la deshidratación, el calor extremo, permanecer de pie por tiempo prolongado, infecciones severas, pérdida de sangre o efectos secundarios de medicamentos.
Síntomas que requieren atención inmediata
Identificar los primeros signos ayuda a prevenir complicaciones. De acuerdo con la Cleveland Clinic, algunos síntomas frecuentes de una bajada peligrosa de presión incluyen:
- Mareos o confusión
- Visión borrosa
- Sudoración intensa o sensación de calor
- Náuseas
- Debilidad y dolor de cabeza
- Sensación de ansiedad sin causa aparente
En casos más graves pueden presentarse:
- Pérdida de fuerza o control muscular
- Incapacidad para mantenerse de pie
- Zumbido en los oídos
- Piel fría y húmeda
Si alguno de estos síntomas aparece de forma súbita, se aconseja actuar rápido para evitar caídas o lesiones.
Qué hacer ante una caída brusca de presión
Los especialistas ofrecen medidas sencillas que pueden ayudar a estabilizar la presión arterial mientras se busca atención médica si es necesario:
- Cambiar de postura:Sentarse o acostarse con las piernas elevadas facilita que la sangre regrese al corazón y puede reducir el riesgo de desmayo.
- Beber agua:La hidratación es clave. “Si la presión está baja, la ingesta de líquidos puede aumentar el volumen sanguíneo y favorecer la circulación”, explicó Courson.
- Activar los músculos:Apretar los puños, tensar piernas y abdomen o usar una pelota antiestrés ayuda a estimular la circulación y elevar la presión.
- Usar prendas de compresión:En personas propensas a episodios frecuentes, las fajas abdominales o medias de compresión pueden evitar bajadas adicionales.
- Consumir cafeína con moderación:Una taza de café puede ofrecer un estímulo temporal, aunque quienes consumen cafeína regularmente podrían no notar un cambio significativo.
- Refrescar el cuerpo:El calor dilata los vasos sanguíneos, por lo que buscar un lugar fresco y beber agua puede ayudar a estabilizar la presión.
- Practicar respiración profunda:Técnicas como la respiración 4-7-8 pueden ser útiles cuando la bajada está vinculada a ansiedad o estrés.
Cuándo es necesario acudir a urgencias
Una caída ocasional de la presión arterial no siempre indica gravedad. Sin embargo, la Cleveland Clinic señala que se debe buscar atención médica inmediata si se presentan:
- Desmayo o pérdida de conciencia
- Piel fría y húmeda
- Latido cardíaco débil pero rápido
- Palidez o tono azulado en la piel
- Respiración superficial
Estos signos pueden indicar una situación crítica que requiere intervención profesional.
Consulta profesional y manejo a largo plazo
Si una persona experimenta episodios frecuentes de presión baja, es importante consultar a un profesional de la salud para identificar la causa y recibir recomendaciones específicas. El manejo adecuado varía según el origen del problema.
Ante cualquier duda, los especialistas recomiendan actuar con prudencia. Consultar a tiempo puede evitar complicaciones y garantizar una respuesta segura para la salud.
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