Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Lo Curioso / leyenda urbana

La Pascualita, el maniquí de novia de Chihuahua que desde 1930 despierta misterio y leyendas sobre un posible cuerpo embalsamado bajo su vestido de encaje

El rostro de La Pascualita, terso y redondo, con pestañas finas y labios delicadamente pintados, ha generado historias sobre miradas que siguen a los transeúntes y movimientos sutiles en la oscuridad.

La Pascualita, el maniquí de novia de Chihuahua que desde 1930 despierta misterio y leyendas sobre un posible cuerpo embalsamado bajo su vestido de encaje

CHIHUAHUA, México — Desde 1930, un maniquí vestido de novia conocido como La Pascualita ha cautivado la atención de peatones, turistas y curiosos en la tienda “La Popular”, ubicada en el corazón del centro de Chihuahua.

Su aspecto extraordinariamente realista ha dado origen a una de las leyendas urbanas más duraderas de México: algunos aseguran que bajo el delicado vestido de encaje se encuentra el cuerpo embalsamado de la hija de la dueña, fallecida trágicamente el día de su boda, mientras que otros sostienen que se trata de un maniquí de cera excepcionalmente detallado.

El rostro de La Pascualita, terso y redondo, con pestañas finas y labios delicadamente pintados, ha generado historias sobre miradas que siguen a los transeúntes y movimientos sutiles en la oscuridad.

Sus manos, con uñas cuidadosamente cortadas y líneas de las palmas que parecen casi humanas, contribuyen a la percepción de que no se trata de un maniquí común.

Expertos en maniquíes y figuras de cera han admitido que jamás habían visto un objeto con tal nivel de detalle, lo que ha alimentado aún más el misterio.

La historia de La Pascualita comenzó cuando Pascuala Esparza, propietaria de la tienda, colocó a la figura en la vidriera, provocando de inmediato el asombro de los vecinos.

Pronto surgió la versión de que el maniquí reproducía los rasgos de su hija, quien habría fallecido por la picadura de un alacrán el día de su boda.

Con el tiempo, la leyenda creció, y la figura pasó a convertirse en un personaje de la ciudad: algunos afirman que sonríe a los niños, parpadea o incluso mueve ligeramente la cabeza cuando nadie la observa.

A lo largo de los años, La Pascualita se convirtió en un atractivo turístico y un motor económico. Visitantes de todo el país y extranjeros acuden a la tienda para verla de cerca, dejando ramos de flores o pequeños recuerdos frente a la vitrina.

Ícono en Chihuahua

Su misterio ha inspirado postales, folletos turísticos, recorridos guiados y canciones populares, consolidando su estatus como un ícono cultural de Chihuahua.

A pesar de la era digital y las cámaras de alta resolución, el debate sobre la verdadera naturaleza de La Pascualita continúa.

La tienda permite fotos y acercamientos, pero sigue protegiendo la figura con estrictas medidas de cuidado, lo que mantiene viva la intriga y la fascinación entre las generaciones que pasan frente a la vidriera.

La Pascualita, más que un maniquí, es un símbolo de misterio, tradición y leyenda en Chihuahua, capaz de mezclar devoción, admiración y cierto temor, dejando a quienes la contemplan preguntándose: ¿es una figura de cera extraordinaria o una novia inmortal que desafía al tiempo?

También te puede interesar: Los panteones de Cajeme tienen sus historias y leyendas que dejan “fríos” a quienes las escuchan

Sigue nuestro canal de WhatsApp

Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí

Temas relacionados