¿Qué le sucede a tu cerebro cuando lees? Esto demuestran nuevos estudios
Cuando leemos, nuestro cerebro se activa de manera similar a como si viviéramos la experiencia descrita.
CIUDAD DE MÉXICO.- La lectura no solo es un pasatiempo. Estudios recientes muestran que cuando leemos, nuestro cerebro se activa de manera similar a como lo haría si viviéramos lo que estamos leyendo. Comprender cómo funciona este proceso puede ayudarnos a aprovechar mejor la lectura y mejorar nuestra empatía y habilidades cognitivas.
La diferencia entre cerebro y mente
Los expertos destacan que no se puede entender el cerebro sin considerar la mente. Keith Oatley, profesor emérito de Psicología Cognitiva de la Universidad de Toronto, explicó: “Con el fin de entender lo que hace el cerebro, tenemos que entender lo que hace la mente. No podemos hablar del cerebro por sí solo”.
Raymond Mar, doctor en psicología de la Universidad de York, añadió: “No es el hecho de saber simplemente si un área particular del cerebro se activa cuando leemos, sino en conocer cómo funciona la mente en ese proceso”.
Esta distinción es clave para comprender cómo la lectura influye en nuestras emociones y acciones.
Leer genera imágenes en la mente
Cuando leemos, nuestro cerebro crea imágenes similares a las que percibimos en la realidad. Mar señaló: “Hay evidencia de que cuando se lee, la mente crea o recuerda objetos que se asemejan a la descripción”.
Esto significa que leer una descripción detallada activa la corteza visual, la misma región que se usa al percibir físicamente la escena. Oatley y Mar concluyen que el cerebro no distingue claramente entre vivir una experiencia y leer sobre ella.
Por ejemplo, leer sobre un personaje enfrentando peligro puede generar miedo en el lector, porque las áreas cerebrales que procesan esa emoción se activan como si la situación fuera real.
La lectura y la empatía
La lectura de historias también está ligada a la empatía.
Se descubrió que hay áreas del cerebro que se pueden supervisar para saber si la gente es empática en la vida cotidiana, y esas regiones son las mismas que se activan cuando se está leyendo acerca de los personajes”, explicó Oatley.
Esto quiere decir que al leer, podemos ponernos en el lugar de los personajes y casi experimentar sus sensaciones. Mar lo resumió así: “Leer es una gran manera de expandir nuestro horizonte de experiencias”.
Involucrarse en historias de ficción puede mejorar nuestra capacidad de entender a otras personas en la vida real.
Leer y simular movimientos
El cerebro no solo crea imágenes; también simula acciones. Véronique Boulenger, investigadora en Neurociencia Cognitiva en Lyon, explicó:
Las regiones motoras en el cerebro que se activan cuando leemos en silencio una palabra de acción, están muy cerca de las regiones que se activan cuando se lleva a cabo el movimiento”.
Si leemos un verbo relacionado con un brazo o pierna, como correr o patear, el cerebro activa la región correspondiente a esa parte del cuerpo. Sin embargo, intentar leer y realizar la acción al mismo tiempo puede ralentizar el movimiento debido a la “interferencia o competición” en el cerebro por usar los mismos recursos.
Comprender historias y personas
Estudios con imágenes por resonancia magnética funcional muestran que leer frases literales o idiomáticas con verbos de acción activa simultáneamente regiones del lenguaje y zonas motoras. Esto responde a la organización de la corteza motora, que asigna distintas áreas del cerebro a diferentes partes del cuerpo.
Además, existe una superposición entre las regiones cerebrales usadas para comprender historias y para entender a otras personas. Mar afirma: “Podríamos aprender algo o mejorar nuestra capacidad para entender a otras personas si frecuentemente leemos y nos involucramos en historias y personajes dentro de ellas”.
Por ejemplo, leer sobre la vida de alguien con discapacidad puede ayudarnos a acercarnos a esa experiencia y desarrollar empatía real.
Beneficios prácticos de la lectura
La lectura no solo amplía conocimientos, también entrena al cerebro para:
- Crear imágenes y simular experiencias.
- Activar emociones y generar empatía.
- Mejorar la comprensión de acciones y movimientos.
- Desarrollar habilidades sociales y cognitivas.
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Integrar la lectura regular en nuestra rutina puede ser una herramienta práctica para entender mejor a los demás y mejorar nuestra propia percepción del mundo.