Mudarse de ciudad natal podría indicar mejor salud en la vejez, según estudio
Mudarse de la ciudad natal podría estar relacionado con mejor salud en la vejez, según un estudio de 5.4 millones de adultos mayores en EE. UU.

CIUDAD DE MÉXICO.- Mudarse de la ciudad donde nacimos es un paso importante. Implica dejar atrás la familia, los amigos y las rutinas conocidas. Pero un estudio reciente sugiere que esta decisión podría tener un efecto positivo en la salud futura.
Migración interna y salud en la tercera edad
Investigadores analizaron 10 años de datos de 5.4 millones de adultos mayores en Estados Unidos. Compararon la salud de quienes permanecieron en su estado de origen con quienes se mudaron dentro del país.
Los resultados mostraron que las personas que se mudaron tenían menos riesgo de discapacidad en la vejez. Las personas que se quedaron en casa eran más propensas a enfrentar problemas de visión y audición, deterioro cognitivo, limitaciones en las actividades diarias y debilidades físicas como dificultad para caminar o subir escaleras.
“Encontramos que los adultos mayores que permanecieron en su estado de nacimiento tenían hasta un 22 por ciento más de probabilidades de discapacidad que los migrantes internos”, señaló Katherine Ahlin, investigadora principal del estudio y graduada de la Facultad de Trabajo Social Factor-Inwentash de la Universidad de Toronto.
Educación y autoselección como factores clave
El estudio también exploró cómo la educación influye en la salud y la migración. Ajustar los datos según el nivel educativo redujo, pero no eliminó, la ventaja de salud de los migrantes internos.
“El logro educativo parece desempeñar un doble papel: aumentar la probabilidad de migración y ofrecer protección contra la discapacidad”, explicó Alyssa McAlpine, investigadora del equipo.
Los investigadores sugieren que la autoselección también influye: “Las personas más sanas podrían optar por migrar, mientras que las que están menos sanas podrían quedarse porque mudarse sería demasiado agotador”. Incluso, algunas personas menos sanas podrían regresar a su estado de origen.
Migrantes internacionales y menor discapacidad
El estudio encontró que los inmigrantes del extranjero tienen aún menos probabilidades de discapacidad que los migrantes internos de EE. UU. Entre cuatro tipos de discapacidad —problemas de audición, visión, deterioro cognitivo y movilidad—, sus riesgos eran entre un 7 % y un 33 % más bajos.
“Esta ventaja de salud más fuerte entre los inmigrantes apunta a un proceso de selección más intenso en el que los individuos malsanos tienen menos probabilidades de superar los múltiples desafíos de la migración internacional”, explicó Esme Fuller-Thomson, directora del Instituto para el Curso de la Vida y el Envejecimiento de la Universidad de Toronto.
Las barreras como el costo, la distancia y las políticas de inmigración refuerzan este efecto de selección.
Mudarse como señal de resiliencia
En general, los investigadores concluyen que moverse de un estado a otro puede ser un indicador de resiliencia y deseo de oportunidades. Las personas que deciden migrar enfrentan desafíos y riesgos, y superar estos obstáculos podría reflejar una mejor salud física y mental a largo plazo.
“Este estudio proporciona la primera evidencia a gran escala de que la migración interna en EE. UU. se vincula con una mejor salud en la vejez”, afirmó Katherine Ahlin.
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