¿Qué son los sudores nocturnos y cuándo preocuparse?
Los sudores nocturnos son episodios de sudoración intensa durante el sueño que pueden afectar la calidad del descanso.

CIUDAD DE MÉXICO.- Despertar en la madrugada con la ropa y las sábanas completamente empapadas de sudor puede alterar el descanso y afectar el bienestar diario. De acuerdo con la Cleveland Clinic, los sudores nocturnos son episodios de sudoración intensa durante el sueño que no se relacionan con un ambiente caluroso o el exceso de mantas.
La doctora Colleen Clayton, médica de medicina familiar de la institución, explica: “Los sudores nocturnos son episodios de sudoración intensa durante el sueño. Si tienes sudores nocturnos, no basta con encender un ventilador o quitarte las mantas”. Este síntoma puede presentarse en personas de cualquier edad y género, y en la mayoría de los casos no representa un problema grave. Sin embargo, cuando es persistente, puede ser señal de un desequilibrio hormonal o una enfermedad crónica.
Menopausia, medicamentos y estrés: las causas más comunes
Entre las causas más frecuentes se encuentran los cambios hormonales propios de la menopausia y la perimenopausia, etapas en las que el cuerpo reduce la producción de estrógeno, progesterona y testosterona. Esta variación puede provocar sofocos durante el día y sudoración excesiva al dormir, incluso después de la menopausia.
Ciertos medicamentos también pueden causar sudores nocturnos como efecto secundario. La Cleveland Clinic menciona la aspirina, los opioides, analgésicos, esteroides, y tratamientos para el cáncer, la presión arterial alta, la diabetes, la depresión y la ansiedad. Ante cualquier sospecha de relación con un medicamento, es importante consultar con un profesional de la salud antes de modificar el tratamiento.
El estrés y la ansiedad también influyen. El cuerpo responde al estrés acelerando el ritmo cardíaco y elevando la temperatura corporal, lo que puede generar sudoración tanto en el día como durante el sueño. Cuando el estrés se prolonga, el cuerpo mantiene ese estado de alerta y los episodios pueden volverse frecuentes.
Infecciones, consumo de alcohol y enfermedades crónicas
Algunas infecciones virales, como el resfriado, la gripe o el COVID-19, pueden aumentar la temperatura corporal y provocar sudoración al dormir. La fiebre, incluso en niveles bajos, y los escalofríos pueden hacer que una persona se cubra con mantas de más, lo que incrementa la sudoración. “La fiebre y los escalofríos influyen directamente en la aparición de este síntoma”, detalla la Dra. Clayton.
El consumo de alcohol eleva la temperatura corporal y favorece la deshidratación. El abuso de sustancias o su abstinencia también puede causar sudores nocturnos, por lo que la Cleveland Clinic recomienda buscar apoyo profesional en estos casos.
Además, algunas enfermedades crónicas pueden estar asociadas a este síntoma, como el cáncer (especialmente leucemia y linfoma), la diabetes, los tumores endocrinos, el hipertiroidismo, la obesidad y la apnea del sueño. En estos casos, los episodios de sudoración nocturna requieren evaluación y tratamiento médico especializado.
Qué puedes hacer para reducir los sudores nocturnos
Hay medidas prácticas que pueden ayudar a reducir la intensidad o frecuencia de estos episodios. La Cleveland Clinic recomienda mantener el dormitorio entre 15 y 19℃ (60 y 67℉), usar pijamas ligeros y preferir sábanas transpirables. También se aconseja evitar el consumo de cafeína, alcohol, comidas picantes y tabaco, ya que pueden elevar la temperatura corporal.
Adoptar hábitos que reduzcan el estrés también puede ser útil. Practicar meditación, ejercicios de respiración, actividad física regular o escribir en un diario son estrategias que pueden mejorar la calidad del sueño y disminuir los síntomas.
En casos relacionados con la menopausia, existen tratamientos médicos y hormonales que pueden ofrecer alivio. “La perimenopausia puede durar años y causar muchos trastornos, pero los tratamientos apropiados pueden lograr una diferencia significativa”, señala la Dra. Clayton.
Cuándo consultar a un especialista
Aunque la mayoría de las causas no son graves, la Cleveland Clinic aconseja acudir al médico si los sudores nocturnos persisten más de una semana, interrumpen el descanso de forma constante o se acompañan de fiebre, pérdida de peso o fatiga inexplicable.
Reconstruir un sueño reparador es esencial para la salud física y mental. Identificar y tratar la causa de los sudores nocturnos puede marcar una diferencia importante en la calidad de vida y en el bienestar general.
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