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Descubren en Australia un tipo de roca que conserva fósiles con detalles nunca antes vistos

Estas formaciones del Mioceno, de entre 11 y 16 millones de años, preservan tejidos blandos de peces, insectos y plantas con una precisión inédita.

Descubren en Australia un tipo de roca que conserva fósiles con detalles nunca antes vistos

CIUDAD DE MÉXICO.- En el corazón de Nueva Gales del Sur, Australia, emergen formaciones rocosas de tono rojizo que atraen la atención de los geólogos. Estas rocas, conocidas como ferricretas, no solo destacan por su riqueza en hierro, sino también por su capacidad para preservar con precisión restos biológicos del pasado.

Un nuevo estudio publicado en la revista Gondwana Research demuestra que estas formaciones ofrecen una ventana única al Mioceno australiano, un periodo que abarca entre 11 y 16 millones de años atrás. El hallazgo, liderado por investigadores del Instituto de Investigación del Museo Australiano y la Universidad de Nueva Gales del Sur, desafía las ideas tradicionales sobre los ambientes capaces de conservar fósiles de tejidos blandos.

El estudio de McGraths Flat demuestra que la mineralización por hierro puede mantener detalles a escala nanométrica, abriendo nuevas perspectivas en la búsqueda de yacimientos paleontológicos”, explicó el equipo científico.

McGraths Flat: una selva fósil atrapada en hierro

El sitio de McGraths Flat, situado en una zona que alguna vez fue una selva tropical, se ha convertido en un punto clave para entender cómo se preserva la vida en ambientes ricos en hierro. En este lugar, los fósiles se encuentran incrustados en una matriz de goethita laminada, un tipo de ferricreta que permitió conservar estructuras biológicas con un nivel de detalle inusual.

Según los investigadores, “esta modalidad de preservación ofrece información sobre la evolución de características biológicas que rara vez se conservan en el registro fósil”. Los fósiles revelan moldes externos e internos de peces, insectos y plantas, con detalles que alcanzan la escala nanométrica.

Los fósiles conservan células pigmentarias oculares y cutáneas en peces, setas de insectos y arañas, estructuras epidérmicas y estomáticas de hojas, ornamentación de polen y filamentos de cianobacterias”, señalaron los autores del estudio.

Cómo se formó este tipo de preservación única

Los análisis geoquímicos realizados en el yacimiento indican que el hierro proviene del basalto meteorizado de la región. Este material fue transportado por aguas ácidas hacia un lago de meandro abandonado, donde cubrió rápidamente los restos orgánicos.

“Demostramos que las condiciones de selva lluviosa, cálidas y estacionalmente húmedas, generaron suelos ácidos y transportaron hierro disuelto desde la meteorización de basaltos hacia un lago”, explicaron los autores. Estas condiciones permitieron que los minerales de hierro actuaran como un recubrimiento protector, preservando los fósiles con un detalle inusual.

Los valores de metales traza y tierras raras en las ferricretas coinciden con los de los basaltos locales, lo que sugiere una relación directa entre la fuente de hierro y los depósitos fósiles.

Qué revela sobre el pasado australiano

El registro fósil de McGraths Flat muestra que hace millones de años, el centro de Nueva Gales del Sur albergó una selva tropical densa y diversa. En contraste con otros yacimientos, este sitio carece de organismos calcificantes y partes duras mineralizadas, lo que indica condiciones ambientales que dificultaron la formación de estructuras de carbonato de calcio.

La ausencia de estos organismos, según los científicos, se debe a un ambiente ácido que favoreció la disolución post-mortem de los materiales calcificados, dejando solo los restos cubiertos por hierro.

Un nuevo modelo para la búsqueda de fósiles

El equipo de investigación propuso un modelo tafonómico integral que describe cómo el hierro, el ambiente y los procesos de depósito interactuaron para lograr una preservación tan excepcional. Este modelo podría servir como guía para localizar nuevos yacimientos similares en otras regiones del mundo.

“Localizar nuevos yacimientos fósiles con preservación excepcional de tejidos blandos es fundamental para reconstruir con precisión el registro fósil”, escribieron los autores.

Los investigadores concluyen que este tipo de preservación, denominada “McGraths Flat”, podría ser más común de lo que se pensaba y representar un registro inexplorado de la vida terrestre. “Nuestros hallazgos sugieren que la preservación fósil de tipo McGraths Flat puede ser común y representar un registro inexplorado de la vida en tierra firme”, afirmaron.

Una pista para el futuro de la paleontología

El descubrimiento en McGraths Flat cambia la forma en que se entiende la conservación de fósiles y amplía las posibilidades de encontrar nuevos registros biológicos en ambientes ricos en hierro.

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Para los científicos, este hallazgo no solo revela cómo era el ecosistema australiano hace millones de años, sino que también ofrece herramientas para reconocer otros lugares donde el hierro pudo haber actuado como un aliado de la memoria geológica.

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