Consumir proteínas en exceso podría acelerar el envejecimiento, según expertos

CIUDAD DE MÉXICO.- El interés por las proteínas ha crecido en los últimos años, impulsado por rutinas de ejercicio y tendencias de bienestar. Sin embargo, especialistas advierten que consumir más proteína de la necesaria, especialmente de origen animal, puede acelerar el envejecimiento y aumentar el riesgo de enfermedades crónicas.

¿Por qué no siempre “más proteína es mejor”?

Melanie Murphy Richter, especialista en longevidad y nutrición holística, señaló que la cultura actual ha convertido a las proteínas en una obsesión: “En la cultura del bienestar actual, las proteínas se han convertido en una obsesión y, en muchos casos, hemos sobrecorregido”.

En Estados Unidos, por ejemplo, los hombres adultos entre 19 y 59 años suelen consumir hasta tres veces más proteína de la necesaria, según las Guías Alimentarias para Estadounidenses 2020-2025. El exceso, sobre todo de carne, huevos y pollo, puede ser perjudicial para la salud a largo plazo.

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Funciones esenciales de las proteínas

Las proteínas son vitales para el organismo. Participan en la formación y reparación de tejidos, la síntesis de hormonas y enzimas, y el mantenimiento de la masa muscular.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una ingesta diaria mínima de 0,8 gramos de proteína por kilogramo de peso corporal, ajustada según edad, sexo, actividad física y estado de salud. Por ejemplo, una persona de 70 kilos necesitaría unos 56 gramos al día, cantidad que puede cubrirse con un solo bife de ternera, que contiene hasta 62 gramos de proteína, según la Clínica Universidad de Navarra.

Entre el 10% y el 35% de las calorías diarias deben provenir de proteínas en una dieta equilibrada. Estas pueden ser de origen animal (carne, pescado, huevos, lácteos) o vegetal (legumbres, frutos secos y semillas).

Efectos del exceso de proteínas en el envejecimiento

El doctor Joseph Antoun, médico y director ejecutivo de L-Nutra, explica que una ingesta excesiva puede mantener activas vías metabólicas de crecimiento celular durante la edad adulta, acelerando el envejecimiento biológico y afectando la masa muscular.

Richter agrega que niveles altos de IGF-1 sostenidos se han vinculado a diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares, reduciendo la esperanza de vida. Antoun subraya que esto puede disminuir la autofagia, un proceso de limpieza celular esencial para un envejecimiento saludable, y aumentar el riesgo de ciertos tipos de cáncer.

Cuánta proteína necesitamos según la edad

Las necesidades varían según edad, masa muscular y sexo. Como guía general:

• Personas menores de 65 años: 0,7-0,8 gramos de proteína por kilo de peso corporal, preferiblemente de origen vegetal.
• Personas mayores de 65 años o con pérdida de masa muscular: aumentar ligeramente la ingesta, incorporando proteínas animales como pescado, huevos, queso o yogur de leche de oveja o cabra.

Tanto el exceso como la deficiencia de proteínas pueden activar vías metabólicas asociadas al envejecimiento, por lo que encontrar un equilibrio resulta fundamental.

Señales de consumo excesivo de proteínas

Algunos signos de exceso incluyen:

• Cansancio y deshidratación
• Náuseas, diarrea o estreñimiento
• Malestar intestinal o indigestión
• Irritabilidad o cambios de ánimo
• Mal aliento
• Aumento de peso

Richter aclara: “El objetivo no es eliminar las proteínas, sino encontrar un balance. Se trata de hallar el punto justo: ni mucho ni poco”. El exceso extremo puede incrementar el riesgo de enfermedades cardíacas, cáncer, diabetes y problemas renales.

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Cómo mantener un consumo equilibrado

Alcanzar la cantidad adecuada de proteínas puede ser complejo sin orientación profesional, especialmente para quienes buscan mejorar la salud sin caer en trastornos alimentarios. Consultar con un nutricionista facilita planificar las comidas y mantener un equilibrio que apoye tanto la energía diaria como la longevidad.