Errores más comunes al iniciar una rutina de ejercicio y cómo evitarlos, según expertos
Especialistas advierten que dormir poco, omitir el calentamiento y entrenar sin técnica ni planificación son errores comunes al iniciar una rutina de ejercicio.

CIUDAD DE MÉXICO.- Comenzar una rutina de ejercicio suele relacionarse con el deseo de mejorar la salud y el bienestar. Sin embargo, especialistas en acondicionamiento físico advierten que existen errores frecuentes al iniciar una actividad física que pueden obstaculizar los resultados, aumentar el riesgo de lesiones y disminuir la motivación. Reconocerlos a tiempo permite ajustar la planificación, prevenir molestias y construir hábitos sostenibles.
Dormir poco afecta el rendimiento y la recuperación
La falta de descanso nocturno es uno de los principales enemigos del entrenamiento. Dormir poco reduce la capacidad del cuerpo para recuperarse y limita el rendimiento físico. El entusiasmo inicial lleva a muchas personas a entrenar en exceso sin considerar su nivel de condición previa, lo que puede derivar en lesiones o abandono prematuro.
Charlee Atkins, fundadora de una aplicación de acondicionamiento físico en Estados Unidos, recomendó en Newsweek evitar pasar de la inactividad total a entrenar todos los días. Propuso comenzar con dos o tres sesiones semanales, cada una con distinto enfoque. Además, advirtió que dejar más de tres días sin entrenar puede afectar la motivación.
El quiropráctico Drew Schwartz, de la Clínica Cleveland, destacó la importancia de la autohonestidad al establecer metas. “Muchos inician rutinas sin considerar la capacidad de su cuerpo y acaban lesionados”, señaló.
La importancia de calentar antes de entrenar
Omitir el calentamiento es otro error frecuente. Preparar los músculos y las articulaciones antes de iniciar la actividad reduce el riesgo de lesiones. Según Schwartz, dedicar unos minutos a ejercicios suaves ayuda a aumentar la temperatura corporal, mejorar el rendimiento y facilitar la recuperación.
Los expertos recomiendan incluir movimientos de activación y estiramientos dinámicos antes de cualquier entrenamiento. Este hábito también mejora la conexión mente-cuerpo y permite realizar los ejercicios posteriores con mayor control y eficacia.
Alternar ejercicios y cuidar la técnica
Repetir siempre la misma rutina limita el progreso y puede generar desequilibrios musculares. Atkins señaló que todo ejercicio “solo es beneficioso si se ejecuta con la técnica apropiada”. Por ello, sugirió consultar a entrenadores certificados o practicar frente a un espejo para corregir la postura.
El especialista también aconsejó priorizar ejercicios compuestos, como sentadillas o flexiones, que trabajan varios grupos musculares al mismo tiempo. Schwartz agregó que disfrutar la modalidad elegida —ya sea correr, yoga o entrenamiento de fuerza— es clave para mantener la constancia.
La constancia pesa más que la intensidad
Buscar resultados rápidos suele provocar frustración y abandono. Atkins explicó que la constancia, más que la intensidad o el número de repeticiones, determina los beneficios a largo plazo. Recomendó comenzar con rutinas progresivas, usando el peso corporal, bandas de resistencia o mancuernas ligeras.
Schwartz coincidió en que el trabajo de fuerza no solo ayuda a bajar de peso, sino que también mejora la movilidad y la estabilidad corporal. Ambos especialistas coinciden en que avanzar gradualmente es más efectivo que sobrecargar el cuerpo al inicio.
Planificación, descanso y alimentación: un enfoque integral
El ejercicio es solo una parte de un estilo de vida saludable. La alimentación, el descanso y la organización diaria también influyen en los resultados. Schwartz aconsejó analizar todos los aspectos del día a día para realizar pequeños cambios que refuercen la rutina.
Atkins insistió en la importancia de dormir bien, alimentarse correctamente y mantener equilibrio entre trabajo y vida personal. El médico nutricionista Alberto Cormillot señaló en Infobae que es mejor avanzar de manera gradual y disfrutar los primeros logros, ya que “el programa es bueno solo si se sigue”.
Escuchar al cuerpo y planificar son claves para progresar
Entrenar sin un plan o repetir siempre los mismos ejercicios puede disminuir la motivación. Los profesionales sugieren variar las rutinas, controlar los tiempos de descanso, hidratarse y no descuidar el trabajo del core.
La evidencia muestra que el progreso sin lesiones ni frustraciones depende de cuatro pilares: constancia, técnica, planificación y visión integral del bienestar. Escuchar al cuerpo y contar con orientación profesional consolida una rutina física saludable, segura y duradera.
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