¿Sabías que es malo pesarse todos los días?
Un cambio tan drástico en la rutina inevitablemente eleva los niveles de estrés.

Perder peso es un reto al que la mayoría de las personas se han tenido que enfrentar por lo menos una vez. Hacer ejercicio, comer sano, incorporar muchos hábitos saludables en poco tiempo son varios cambios que muchas veces incorporamos enseguida, sin permitir que el cuerpo se acostumbre.
Un cambio tan drástico en la rutina inevitablemente eleva los niveles de estrés. Pero hay otro factor que tal vez no conocías que también puede afectar psicológicamente pesarse todos los días en la báscula.
De acuerdo con el artículo de la página web quironsalud pesarse a diario tiene más consecuencias negativas que positivas de las que nos pensamos.
El peso es el indicador al que más se recurre cuando se quiere adelgaza. Ver la cifra a lo largo de la semana les motiva y les da la seguridad es que están haciendo bien las cosas, pero la realidad es que pesarse todos los días genera comportamientos dañinos sobre la salud mental.
- Pesarse a diario provoca una inevitable comparación con el peso de los días anteriores, pérdida de perspectiva al olvidarlos del peso de hace una semana o un mes, y asociación al resultado con lo que hemos comido o la cantidad de ejercicio realizado. Esto genera una obsesión y necesidad de control excesivo sobre la comida y la actividad física.
- Si el resultado o la evolución no cumple nuestras expectativas, aparece una fuerte frustración, desmotivación, culpabilidad y vergüenza por el cuerpo, los hábitos e incluso por nuestra capacidad de autocontrol o regulación.
- Durante el fin de semana, se suceden más situaciones que animan a que comamos más o picoteamos esos alimentos que de lunes a viernes nos hemos prohibido.
- El lunes comenzamos de nuevo la dieta o rutina de restringir y prohibir, no sin antes acudir a la báscula para corroborar con asombro y alegría, o con frustración y culpa como de malos o buenos han sido nuestros “excesos, licencias, comidas libres”.
Pensar constantemente en el peso y en el resultado de la báscula, debilita a la mente, nos incapacita para pensar que hay más indicadores y beneficios por los que cuidarse y comer sano y de manera flexible. El peso no es, ni debe ser, el indicador de nuestro cambio de hábitos o de nuestro estado de salud.
En qué centrarse
La nutricionista Alana Marrero González recomienda que, en vez de centrar los esfuerzos en el peso perdido, tenemos que centrar nuestro esfuerzo conscientemente en algunos “pequeños logros diarios” como:
- Consumir la cantidad de agua necesaria por día. Los litros por día van a depender principalmente del peso de cada persona.
- Dormir unas 7 horas al día o, si es posible, más.
- Realizar un mínimo de 30-35 minutos de actividad física de forma diaria.
- Consumir dos frutas y tres vegetales.
- Reducir el consumo de alimentos que son ultraprocesados o ricos en azúcares.
¿Cuándo es recomendable pesarse en la báscula?
De acuerdo con los expertos, recomiendan pesarse una vez al mes. Afirman que este margen de un mes permitirá notar si en realidad ha habido un cambio consistente en la pérdida de peso, sin centrarse en variaciones que puede haber habido durante el día y que se verán reflejados.
Otros expertos del Centro Integral de Nutrición de Islas Baleares también afirman que los resultados al pesarnos diariamente pueden ser muy variables y, sobre todo, pueden deberse a varios factores que tienen poco que ver con la comida, como por ejemplo, la retención de líquidos, el estreñimientos y el aumento de masa muscular.
El ciclo menstrual es otro factor que podría afectar a la variación de peso de entre 1,5 kg-2 kg. Este cambio se debe a la retención de líquidos por los cambios hormonales, aunque una vez finalizada la regla, se vuelve al peso inicial.
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