Alcohol y cáscara de mandarina: ¿una alternativa natural para limpiar y aromatizar el hogar?
La combinación de alcohol y cáscara de mandarina es una alternativa para aromatizar y limpiar de manera ligera.
CIUDAD DE MÉXICO.- En los últimos meses, en redes sociales se popularizó la idea de combinar alcohol con cáscara de mandarina para la limpieza doméstica o como aromatizante ambiental. La propuesta parece sencilla: extraer los compuestos de la cáscara en alcohol y aprovecharlos en el hogar. Sin embargo, ¿qué dice la ciencia sobre esta práctica?
¿Qué contienen las cáscaras de mandarina?
Las cáscaras de mandarina, generalmente desechadas, contienen flavonoides, compuestos fenólicos y aceites esenciales como el limoneno. Según un estudio publicado en AppliedChem, estas sustancias presentan actividad antioxidante y cierta capacidad antimicrobiana en pruebas de laboratorio.
El alcohol etílico facilita la extracción de estos compuestos, lo que explica el aroma cítrico intenso de la mezcla. Investigaciones similares con otros cítricos como naranja o limón mostraron que los extractos alcohólicos pueden inhibir bacterias como Escherichia coli o Staphylococcus aureus bajo condiciones controladas.
No obstante, los científicos aclaran: estos resultados provienen de ensayos en laboratorio y no garantizan que la mezcla casera tenga la misma efectividad que los desinfectantes industriales certificados.
Usos domésticos y aroma natural
Especialistas en limpieza ecológica destacan que la combinación de alcohol y cáscara de mandarina puede funcionar como limpiador para vidrios, mesas y superficies, así como desengrasante suave. En este caso, el alcohol cumple la función de desinfectante básico, mientras que la cáscara aporta aroma y algunos compuestos que ayudan en la limpieza.
El principal beneficio comprobado de esta mezcla es aromatizar el hogar y reducir el uso de fragancias artificiales. Sin embargo, no hay evidencia que confirme que sea más efectiva que los productos comerciales avalados sanitariamente.
Aplicaciones en gastronomía y precauciones
La cáscara de mandarina también se usa en bebidas alcohólicas artesanales, como el “mandarincello”. En estas preparaciones, la cáscara se macera en alcohol de consumo para transferir sabor y aroma. Expertos en enología advierten que se debe emplear alcohol de grado alimenticio y seguir buenas prácticas de higiene, ya que usar alcohol no apto para consumo puede representar riesgos graves para la salud.
En el contexto doméstico, la mezcla puede ser útil como limpiador ligero o ambientador, pero siempre con precaución y entendiendo que no reemplaza productos avalados por autoridades sanitarias.
Lo que dicen los expertos
Los especialistas coinciden en que la práctica tiene respaldo en la química de los cítricos y estudios preliminares. Sin embargo, se necesita más investigación aplicada para determinar su eficacia en situaciones reales del hogar.
En palabras de los expertos: la mezcla de alcohol y cáscara de mandarina “puede aportar aroma fresco y reducir fragancias artificiales”, pero no sustituye los desinfectantes certificados.