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¿Qué es la rinitis alérgica y cómo distinguirla de un resfrío?

La rinitis alérgica provoca nariz tapada, estornudos, lagrimeo y picazón en ojos, garganta y paladar, y a menudo se confunde con resfríos frecuentes.

CIUDAD DE MÉXICO.- La rinitis alérgica es una enfermedad que afecta la nariz y puede desencadenar síntomas cuando se inhalan alérgenos como polvo, caspa o polen, o al consumir ciertos alimentos. Según MedlinePlus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos:

Es un diagnóstico asociado con un conjunto de síntomas que afectan la nariz. Se presentan cuando usted inhala algo a lo que es alérgico, como polvo, caspa o polen. Los síntomas también pueden ocurrir cuando usted consume alimentos a los que es alérgico”.

El problema es que sus señales se parecen mucho a las de un resfrío común. La Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (AAAeIC) advierte que esta confusión puede derivar en subdiagnóstico, sobre todo en primavera, cuando el polen aumenta y agrava los síntomas.

Síntomas más frecuentes y diferencias con el resfrío

La rinitis alérgica provoca nariz tapada, estornudos frecuentes, lagrimeo y picazón en garganta, ojos y paladar. Los especialistas señalan que “experimentar más de cuatro episodios de resfríos intensos al año, con una duración superior a los diez días, puede ser un indicio de esta enfermedad crónica”.

Distinguirla de un resfrío es clave: mientras que el resfrío viral suele durar entre siete y diez días y puede acompañarse de fiebre, la rinitis alérgica persiste semanas o meses, rara vez genera fiebre, y se caracteriza por picazón ocular y recurrencia de síntomas en personas alérgicas.

Por qué ocurre la rinitis alérgica

El origen está en una reacción exagerada del sistema inmunológico frente a alérgenos como polvo, ácaros, pólenes, hongos, pelos de animales o incluso cucarachas. La enfermedad puede ser intermitente o persistente, dependiendo de si los síntomas aparecen más de cuatro días a la semana y durante más de cuatro semanas.

La doctora Carla Ritchie, vicepresidenta de la AAAeIC, explica que:

Al entrar en contacto con el alérgeno, el sistema inmunológico de la persona sensible libera anticuerpos (IgE) y mediadores inflamatorios, lo que provoca los síntomas típicos como estornudos en salva; rinorrea acuosa, obstrucción nasal, lagrimeo y enrojecimiento ocular y picazón de nariz, garganta, oídos y paladar, entre otros”.

Impacto en la calidad de vida

Más allá de la incomodidad, la rinitis alérgica afecta el sueño, la productividad laboral y el rendimiento escolar. La doctora Silvana Monsell, presidenta de la AAAeIC, señala:

No estamos hablando de una molestia menor, sino que es una enfermedad que afecta la calidad de vida en múltiples planos, produciendo trastornos del sueño, con despertares nocturnos, sueño no reparador y fatiga diurna; descenso en la productividad laboral; ausentismo escolar y laboral; e irritabilidad y cansancio, síntomas que suelen aparecer de manera recurrente”.

Si no se trata, la rinitis alérgica puede derivar en complicaciones respiratorias más graves, como asma bronquial. Monsell advierte que “cuatro de cada diez pacientes con rinitis no controlada desarrollan asma en algún momento de sus vidas”.

Diagnóstico y pruebas recomendadas

El diagnóstico se basa en la evaluación clínica y pruebas específicas. Ritchie explica que:

El diagnóstico clínico sigue siendo la principal herramienta, pero además existen técnicas complementarias de gran utilidad, como las pruebas cutáneas, que consisten en colocar gotas de alérgenos en el antebrazo y realizar una pequeña punción para ver si se genera una roncha que confirma la alergia”.

Los especialistas recomiendan prestar atención a la duración y recurrencia de los síntomas, ya que la rinitis alérgica rara vez se acompaña de fiebre y puede persistir semanas o meses, a diferencia del resfrío viral.

Prevención y tratamiento

Para prevenir síntomas, se aconseja evitar cambios bruscos de temperatura, reducir el contacto con polvo, ácaros, humedad y mascotas, limpiar ropa de cama y alfombras con frecuencia, y limitar la exposición al polen en horarios de mayor concentración (7:00 a 9:00 y después de las 18:00).

En cuanto a tratamiento farmacológico, Monsell detalla que se usan:

  • Fármacos de rescate: antihistamínicos para crisis.
  • Fármacos de control: corticoides intranasales diarios para reducir inflamación.
  • Inmunoterapia: vacunas con dosis crecientes de alérgenos para inducir tolerancia.

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Factores ambientales y conclusión

La prevalencia de la rinitis alérgica aumenta por contaminación, tabaquismo y deterioro del entorno. La AAAeIC concluye:

No son ‘resfríos prolongados’, sino una enfermedad crónica, frecuente y con consecuencias potencialmente serias si no se trata a tiempo. Se debe prestar atención a sus síntomas, asumir el compromiso de la adherencia a los tratamientos y tomar el tema con mayor conciencia médica y social, para mejorar el diagnóstico temprano y prevenir complicaciones como el asma”.

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