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Arena estrellada: los secretos vivos que esconden las playas de Japón

En las costas de Okinawa, la arena en forma de estrella es testigo de un proceso natural que alimenta playas y protege el ecosistema marino.

A simple vista, las playas de Taketomi, Hatoma y las islas Iriomote, en Japón, parecen como cualquier otra. Pero una mirada de cerca, puede mostrarte algo muy especial: unos milimétricos granos de arena en forma de estrella.

De acuerdo con un mito japonés, estas estrellas de arena son seres celestiales provenientes de la estrella Polar y la constelación de la Cruz del Sur, que cayeron del cielo y aterrizaron en el mar de Okinawa. Una serpiente marina les habría matado y, ahora sus diminutos esqueletos están esparcidos a todo lo ancho de las costas de dichas islas.

Los científicos están de acuerdo con el ancestral mito en una pequeña parte, éstas pequeñas estrellas no son otra cosa que los restos de criaturas vivas.

Por lo regular, la arena se compone de piezas de roca, minerales y coral que han sido triturados a lo largo del tiempo, pero en este caso, la arena en forma de estrella fue el hogar de un organismo unicelular, llamado Foraminifera.

Las arenas estrelladas vivas se encuentran generalmente en las crestas (el punto más alto) y en las planicies (el lado poco profundo y protegido) de los arrecifes marinos. Después de morir son transportadas a la orilla, pero se vuelven redondeadas y pierden sus espinas.

Con el tiempo, sus esqueletos se acumulan en las playas formando la figura distintiva de cinco puntas como una estrella.

Estrellas fotosintéticas

Estos pequeños organismos tienen unos acompañantes especiales; unas pequeñas células de algas fotosintéticas, llamadas diatomeas, que viven dentro del esqueleto. Éstas toman luz al interior y producen carbohidratos y oxígeno.

Por lo que, el esqueleto en forma de estrella, es en realidad una pequeña comunidad formada por una gran célula, el foraminífero, y todas esas diminutas células que viven dentro con él.

El ‘cuerpo estrella’ tiene filamentos que ayudan a canalizar la luz a la diatomeas para que puedan producir alimento. La estrella tiene pequeñas protuberancias que irradian desde el centro y forman una especie de rueda con picos. Si se observan las puntas de los picos, son casi transparentes. La luz brilla a través de estos canales hacia dentro de la célula, y las diatomeas viven en esos canales.

La arena estrella es llamada en ocasiones “arena viva” porque añaden arena a la playa. Al tiempo que su población aumenta, sus esqueletos también lo harán, por lo que seguirán alimentando el volumen de arena en la playa.

Es posible que este proceso contribuya de alguna manera a proteger esas pequeñas islas, así como los manglares protegen algunas costas.

Con información de National Geographic y Wikipedia.

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