Harvard da ejemplos sencillos de cómo incorporar el movimiento en hábitos cotidianos
Investigaciones de Harvard destacan que no es necesario realizar rutinas intensas de ejercicio para contrarrestar el sedentarismo.

CIUDAD DE MÉXICO.- Incorporar más movimiento en la rutina diaria no requiere largas horas en el gimnasio ni aparatos especializados. De acuerdo con investigaciones de Harvard, existen estrategias sencillas que ayudan a contrarrestar el sedentarismo y mejorar la calidad de vida sin necesidad de cumplir con un plan de ejercicio formal.
Incorporar movimiento sin complicaciones
Estas recomendaciones son fáciles de aplicar y pueden marcar la diferencia en la salud y la longevidad de cualquier persona, sin importar su edad o nivel previo de actividad física. Lo importante es sumar pequeños momentos de movimiento a lo largo del día.
El sedentarismo se ha convertido en un problema de salud pública, ya que está asociado con un mayor riesgo de mortalidad prematura, enfermedades cardiovasculares y deterioro metabólico y musculoesquelético. Pasar muchas horas sentado afecta negativamente al organismo, y no basta con una sola sesión intensa de ejercicio para revertir esos efectos.
Pausas activas y pequeños cambios
Estudios de Harvard confirman que prolongar la inactividad durante el día eleva el riesgo de enfermedades crónicas. Esta situación refuerza la importancia de adoptar métodos prácticos para interrumpir el sedentarismo con movimiento constante.
La ciencia subraya que incluso acciones breves pueden marcar la diferencia. Sesiones de uno o dos minutos de actividad física contribuyen a mejorar la concentración, acelerar el metabolismo y controlar los niveles de azúcar en la sangre.
Opciones sencillas como caminar unos minutos después de comer, estirarse en el escritorio o subir escaleras generan beneficios acumulativos. El objetivo no es cumplir con rutinas extenuantes, sino aprovechar cualquier instante para mantenerse activo.
Estrategias para moverse más
Pequeños movimientos diarios, como estiramientos de cuello, hombros o muñecas, son fáciles de incorporar tanto en el hogar como en la oficina. Estas acciones ayudan a mantener el cuerpo en movimiento y reducen las molestias de pasar mucho tiempo sentado.
De igual manera, se recomienda aprovechar situaciones cotidianas, como aparcar el coche más lejos, subir la ropa o las compras en varios viajes, o caminar mientras se habla por teléfono. Son formas simples de acumular pasos sin alterar la agenda diaria.
También es posible recurrir a ejercicios funcionales usando únicamente el peso corporal, como sentadillas, zancadas, flexiones contra la pared o fondos de tríceps en una silla. Estos movimientos no requieren equipo y se pueden realizar en espacios reducidos.
Un entorno que fomente la movilidad
Algunos ajustes en el entorno también favorecen la actividad. El uso de escritorios de pie, pelotas de ejercicio o la costumbre de levantarse para tomar agua son estrategias que, además de mantener la hidratación, promueven pausas naturales para moverse.
Cada trayecto hacia la cocina o el baño suma minutos de actividad que interrumpen la inactividad prolongada. Según Harvard, este tipo de pausas cortas tiene un efecto positivo en la salud a largo plazo.
Lo fundamental es reconocer que no se trata de grandes sacrificios, sino de un enfoque distinto para mantenerse activo en la vida cotidiana, sin importar el ritmo o la ocupación de cada persona.
Un cambio de hábitos alcanzable
La evidencia recopilada por Harvard y otros centros de investigación resalta que los beneficios de moverse con regularidad están al alcance de cualquiera. Se trata de adoptar hábitos sencillos y sostenibles, más que de cumplir con rutinas estrictas.
Sumar movimiento no significa dedicar horas a entrenamientos complejos, sino integrar pequeñas acciones a lo largo del día. Estos cambios, aunque parezcan mínimos, tienen un impacto real en la salud y el bienestar.
También podría interesarte: Transformar el ejercicio en hábito: un desafío posible
En última instancia, la clave está en identificar oportunidades para moverse más, variar la postura y mantener la constancia. Así, el movimiento se convierte en un aliado para mejorar la calidad de vida sin necesidad de esfuerzos extremos.
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí